Luna Llena en Géminis 2022


Ha llegado el momento de experimentar la intensidad energética del plenilunio, que en esta oportunidad promete ser, en cierta forma, bastante estresante, ya que la Luna llena se encontrará en conjunción al planeta Marte, que aún se encuentra retrógrado, transitando el dinámico y polifacético signo de Géminis.

Será desde el grado 16 de este signo que la Luna, en compañía de Marte, nos ilumine. Allí ambos se encontrarán en conjunción a Rigel, una estrella de primera magnitud, ubicada en el pie izquierdo de la constelación de Orión. 

Energéticamente, Rigel es de la naturaleza de Marte y Júpiter, por lo tanto aporta, entre otras cosas, una enorme energía, lucha expansiva, espíritu de aventura y conquista, así como autoconfianza y competitividad, que pueden ir acompañadas de arrogancia.

Según la tradición astrológica, es considerada, en principio,  benéfica, ya que concede brillo, honor, reconocimiento, felicidad, riqueza, magnanimidad, creatividad y habilidades manuales y mecánicas. 

No obstante, también conlleva una considerable lucha y esfuerzo para conseguir el triunfo, así como para mantener la posición alcanzada, enseñándonos a luchar por aquello que deseamos y a no envanecernos por nuestros logros ni sentirnos invulnerables, pues nadie está exento de perder lo conquistado, más si lo hace desde la prepotencia, tal como nos enseña el mito de Orión que, a pesar de sus proezas, cayó vencido por el Escorpión a causa de su arrogancia. 

En conjunción con la Luna, esta estrella ya no resulta tan favorable pues se nos advierte puede ocasionar, entre otras cosas,  preocupación, desilusión,  mala salud y dificultad para obtener ganancias, mientras que en conjunción con Marte puede representar un temperamento indómito e ingenioso, así como también capacidades mecánicas y reconocimiento en el ámbito militar.

Más allá de la influencia de esta estrella, este plenilunio nos invitará a hacer un ejercicio de introspección que nos lleve al encuentro con nuestro guerrero interior, siendo la mente y las ideas el canal para ello.

Es tiempo de revisar y prestar especial atención a las programaciones mentales que tenemos en lo referente a la lucha, la competitividad y la violencia y que han hecho nido en nuestro interior, conectándonos con emociones como la rabia, la ira y el deseo de venganza, que es posible que estemos reprimiendo, de tal manera que podrían llegar  salir de forma inesperada cuando algo las detone Por ello, es importante reconocerlas y saber que están ahí, abrazarlas y darles un cauce sano y creativo.

Es buen momento también para trabajar la forma en que gestionamos la competitividad, para tomar consciencia de que, en realidad, más que rivalizar, hemos de encontrar la manera de superarnos a nosotros mismos. 

Las batallas perdidas nos enseñan nuestros puntos flacos, aquello que hemos de fortalecer, y ello sólo será posible a través de un proceso introspectivo que nos permita hacer una reflexión acerca de nuestro accionar, conduciéndonos a repensarlo, aprendiendo a ser más prudentes e ingeniosos en nuestros actos y decisiones.

A nivel emocional, la conjunción de la Luna llena con Marte retrógrado en el signo de Géminis puede sacar a la luz algún conflicto interior, así como también frustración, inquietud, ira contenida y/o rabia dirigida hacia uno mismo, que pueden inundar nuestra mente con ideas de lucha, de fracaso o de revancha, ser expresadas a través de pensamientos o palabras autoagresivas o brotar en forma de agresividad verbal, ya sea a través de discusiones emotivas o de comentarios pasivo agresivos.

Es posible, por otra parte, que tengamos una actitud algo derrotista y que nos cueste tomar decisiones y comunicarlas pues la emotividad y fluctuabilidad lunar aunada a la contención de los impulsos de Marte retrógrado, matizadas por la típica dispersión geminiana, pueden llevarnos a ser variables, poco concisos o certeros respecto a nuestros deseos, minando así nuestra determinación. 

Entre otras cosas, el signo de Géminis puede llevar a ese guerrero interior, representado por la conjunción Luna-Marte, a querer embarcarse en varias luchas a la vez, a poner su mente en más de un emprendimiento, a sentirse impulsado a actuar por muchos deseos al mismo tiempo y, aunque es posible que pueda apañárselas con todo, esa dispersión de fuerzas puede hacerle perder foco, llevándole a descuidar algunos de sus asuntos o restándoles consistencia.

Es importante, en este sentido, aprender a ser más comprensivos con nosotros mismos y usar la mente y la palabra como herramientas de aliento a ese guerrero interior que, de alguna manera, puede estarse cuestionando a sí mismo. 

Es necesario recordarle todas aquellas cosas de las que ha sido capaz en el pasado, y que esa fuerza sigue estando en él, que es capaz de hacer muchas cosas pero que para ello ha de conocerse mejor a sí mismo y renacer desde el interior, porque es allí, en su alma, donde encontrará la fuerza,  toda vez que se atreva a sentir y pensar que puede. 



Así mismo, es importante que aprenda a gestionar sus emociones pasándolas por el filtro de la razón, desarrollando la inteligencia emocional que le permitirá tener mayor autodominio y claridad interna, siendo así capaz de concentrarse en sus luchas de forma efectiva.

También necesita aprender que, a veces, es preciso esperar prudentemente el momento propicio para actuar y que ello no lo hace menos valiente sino más inteligente.

Esta lunación será propicia entonces para el autoconocimiento y para hacer una reflexión acerca de nuestros conflictos interiores, fruto de nuestra dualidad, que allane el camino a su resolución, usando las ideas y la comunicación para ello.

Es un buen momento, por ejemplo, para hablar o escribir acerca de aquello que nos conflictúa, y puede que el Sol, que ilumina esa Luna llena desde el sabio, visionario,  aventurero, hedonista e idealista signo de  Sagitario, sea el estímulo para ello, mostrándonos asuntos o situaciones que nos confrontan y detonan esos conflictos interiores, ante lo cual, puede que reaccionemos de forma contenida para evitar caer en discusiones estériles por motivos principalmente ideológicos que pueden llevar incluso a la violencia, o bien, que nos arriesguemos a entrar en acalorados debates y digamos cosas hirientes de las que podamos llegar a arrepentirnos, o que nos las digan a nosotros, generando disgusto y desavenencias.

También podría ocurrir que, a través de un sano y prudente debate, podamos ser capaces de reafirmar interiormente nuestras ideas o, por el contrario, replantearnos algunas ideas acerca de nosotros mismos, o bien, de  reconciliar puntos de vista en torno a algunas creencias, ideales o condicionamientos culturales.

En todo caso, es un buen momento para revisar con qué creencias, ya sea políticas, religiosas, filosóficas, culturales o de cualquier tipo, nos sentimos identificados, si estas siguen resonando actualmente en nosotros a través de nuestros pensamientos, emociones y acciones, si realmente son fieles a nuestra naturaleza, o quizá ya no hacen eco en nosotros y ha llegado el momento de redefinir nuestra identidad, a través de aquellas creencias que, a sol de hoy, nos resuenan. 

Sea como sea, este plenilunio nos invita, entre otras cosas, a reconciliar aquello que creo con aquello que soy y aquello que soy con aquello que creo, en pro de una coherencia entre nuestros ideales, pensamientos, emociones y acciones. 

En definitiva, Marte retrógrado en Géminis nos está llamando a hacer una revisión y reafirmación de nuestra identidad a través de las ideas, la comunicación y el movimiento, apoyándose en esa luminosa introspección que le ofrecerá la Luna llena en conjunción a este, lo cual implicará también la intervención de nuestras emociones y necesidades en este proceso. Todo ello detonado, de alguna manera, por esa oposición del Sol en Sagitario, que está buscando esclarecernos a través de las creencias e ideales, de su incesante búsqueda de sentido y de su espíritu expansivo. 

Y como toda oposición, lo hará a través de la confrontación, o bien, de la cooperación, que en este caso se pueden traducir, respectivamente, en acalorados debates o en diálogos conciliadores. 

En cualquier caso, unos u otros, pueden suscitar en nosotros conflictos interiores que hemos de gestionar y resolver en busca de integridad y coherencia.

Y, como en toda oposición, las relaciones en general y la sociabilización jugarán un papel fundamental, pues el otro, como un espejo, nos mostrará aquello que nos cuesta reconocer o que nos es difícil de asimilar o comprender, y viceversa, nosotros también seremos su espejo. El trabajo aquí consiste en saber discernir aquello que nos resuena pero que no tenemos suficientemente integrado de aquello que simplemente no nos hace eco y aún así busca ser honrado como parte del otro, que es otra manifestación de nosotros mismos, otra expresión del Ser, encarnado en un personaje.

Las oposiciones nos enseñan el respeto a las diferencias, nos enseñan que siempre podemos aprender algo del otro, aunque no comulguemos en todo o en nada, sea este nuestra pareja, socio, nuestro oponente o enemigo declarado, o cualquier persona con la que nos relacionemos, algo ha venido a enseñarnos, y nosotros a este, algo hemos venido a aprender mutuamente mientras dure el vínculo, ya sea que se trate de una relación de años o de una conexión fugaz. 

Esta oposición en concreto, entre el Sol en Sagitario y la Luna junto a Marte retrógrado en Géminis, viene a recordarnos que hay tantos puntos de vistas como personas y que siempre podemos aprender algo de ello, ya sea que nos sintamos identificados o no.

En otro orden de ideas, con la Luna llena en conjunción a Marte retrógrado en el signo de Géminis, sentiremos la necesidad de redefinirnos a través de nuestra comunicación, siendo esta una maravillosa oportunidad para tomar consciencia acerca de la forma en que nos comunicamos, de cómo esta lleva impreso el sello de nuestra personalidad, de nuestra identidad.

Con Marte en Géminis nos damos cuenta de que, en cierta forma y en lo que respecta a esta existencia condicionada que estamos encarnando, somos lo que pensamos y lo que decimos, que nuestro personaje vital se define o retrata a sí mismo a través de sus pensamientos y sus palabras.

Entonces, ¿realmente estamos comunicando lo que somos? ¿Realmente estamos siendo fieles a nosotros mismos cuando nos comunicamos? ¿Hasta qué punto somos auténticos en nuestra comunicación?

Es momento pues de hacernos estas preguntas, de revisar lo que podemos llamar nuestra identidad comunicacional, así como de redefinirnos y reafirmarnos a través de nuestras ideas y comunicación. 



Para ello, es fundamental ser capaces de pensar por nosotros mismos, de conseguir esa autonomía de pensamiento, tan necesaria en nuestros tiempos, que nos distinguirá y será nuestro sello personal. 

No se trata necesariamente de pensar distinto a todo el mundo, sino de ser capaces de llegar a un razonamiento propio, en coherencia con nuestro sentir y con nuestra experiencia vital.

También es importante reconocer cual es nuestra manera única y particular de comunicar, no ser un imitador de otros, sino encontrar nuestra propia voz.

Marte representa también nuestra chispa vital, nuestro impulso hacía la vida, la voluntad y el impulso de emerger, de brotar a la existencia. Es la fuerza que nos lleva a romper el cascarón, nuestra zona de confort, y aventurarnos a vivir. 

Es una energía que resuena poderosamente con el momento del nacimiento y que, en resonancia con este, nos hablará de la forma en que afrontamos cualquier comienzo en nuestra vida, la manera en que iniciamos las cosas, haciendo referencia también al impulso que nos lleva a la acción, así como a nuestras decisiones y emprendimientos.

Al estar retrógrado en Géminis haciendo conjunción a la Luna llena geminiana, es posible que sintamos la necesidad de llevar a cabo iniciativas que están rondando por nuestra cabeza y que deseamos comunicar pero encontremos que quizá las condiciones no estén dadas o que no sea el momento más oportuno para ello, lo cual puede convertirse en un quebradero de cabeza si no comprendemos los mensajes que la vida nos manda. 

Y es que todo tiene su tiempo oportuno y, a veces, hay que tener un poco de paciencia cuando deseamos comenzar algo nuevo. 

Podemos aprovechar este tiempo, no obstante, para preparar y revisar concienzudamente todos los factores relacionados con las ideas y la comunicación de nuestro emprendimiento, la lluvia de ideas, el mensaje que queremos transmitir, los medios de comunicación que vamos a utilizar, la manera en que queremos hacerlo, la información que necesitamos, el papeleo, el nombre y las frases o palabras clave que lo distinguirán. Así mismo, también podemos revisar todo lo relativo al movimiento y la comercialización que tendremos que hacer para que nuestro emprendimiento salga adelante, es decir, los medios de transporte, los desplazamientos, el merchandising, etc 

En este orden de ideas, la Luna en esta conjunción puede hacer referencia al local o espacio donde ese emprendimiento tendrá lugar, nuestra base de operaciones, desde donde saldrán las ideas y desde donde lo gestionaremos todo, ya sea que se trate de un local comercial como tal, o que esta sea nuestra propia casa, una pequeña habitación o un sitio virtual. En importante, en todo caso, que ese espacio esté acorde a aquello que deseamos emprender y que contribuya a comunicar el mensaje que definirá nuestro emprendimiento.

Es buen momento además para revisar asuntos relacionados con las ideas, información, comunicación, merchandising y desplazamientos relacionados con emprendimientos que ya están en marcha y hacer los reajustes necesarios al respecto que permitan optimizarlos.

Marte también nos habla de independencia, y en conjunción a la Luna, que representa, entre otras cosas, la casa, el hogar, la familia y las emociones, puede surgir al respecto un fuerte deseo de autonomía, en quien sienta que no la tiene, que lleve a la persona a replantearse su mundo emocional y su vida familiar. 

Y es que es importante poder experimentar la vida íntima a nuestra manera, ser capaces de cubrir nuestras propias necesidades sin depender de otros, tener nuestra propia casa, hogar y familia, así como también ser dueños de nuestras emociones y nuestro sentir.

Esta conjunción también nos invita a revisar emociones como la rabia y la ira, así como la  agresividad y los conflictos internos en función del pensamiento y la comunicación. 

Es momento de tomar consciencia de la forma en que comunicarnos nuestra rabia y de cómo nuestros pensamientos y nuestra comunicación pueden expresar violencia. 

En este sentido, es fundamental tener en cuenta la importancia de la gestión emocional, de aprender a canalizar nuestra rabia de forma sana, y de trabajar en formas de comunicación asertiva y no violenta.



Y, en general, es momento de reflexionar acerca de la impulsividad con que nos comunicamos a veces, pudiendo llegar a decir cosas que pueden resultar hirientes, inconvenientes o inoportunas, y de las que luego nos podemos acabar arrepintiendo, o a hacernos eco de habladurías e informaciones que sería preciso confirmar primero. 

Una actitud más prudente y reflexiva podría ahorramos, entre otras cosas, ambientes de conflicto y discusiones con nuestros familiares y afectos.

Por otra parte, esta conjunción puede ser un buen momento para tomar consciencia de  memorias ancestrales relacionadas con la guerra y la violencia en general que pudieran estar resonando con situaciones de nuestra vida actual, a través de conflictos familiares o afectivos, desavenencias entre hermanos o vecinos, situaciones violentas en la calle, lenguaje violento, estar a la defensiva respecto a las ideas de otros, etc. 

En este sentido, contaremos con la asistencia de Quirón, que se encontrará formando un trígono con el Sol en Sagitario y sextil con la Luna y Marte en Géminis, desde el territorio ariano, donde el Sanador Herido sigue aún transitando, ofreciéndonos la oportunidad de explorar todo tipo de heridas relacionadas con la violencia, así como también aquellas relacionadas con la energía masculina, con el impulso sexual, con el momento del nacimiento, con los emprendimientos y con nuestro sentido de identidad. 

Al encontrarse en Aries está siendo dispositado por Marte, por lo cual los conflictos internos y las luchas que se movilicen en nuestra vida en estos momentos serán eco de esas heridas, representando, por tanto, una invitación a su reconocimiento, aceptación y sanación, que será no sólo nuestra sino también de nuestro linaje pues en la medida en que nos hagamos cargo de ese dolor ancestral que nos afecta también estamos sanando nuestro árbol familiar y allanando un camino de vida más amable a nuestros posibles descendientes.

Por otro lado, la Luna que, además de las emociones, representa la intuición, el mundo inconsciente y los instintos, nos pide, en compañía de Marte retrógrado en Géminis, no dejarnos arrastrar tan fácilmente por la primera sensación que nuestra intuición nos ofrezca respecto a algo sin antes detenernos un momento a confirmar las señales y la información que estamos recibiendo a través de esta, para así poder reafirmar o, de lo contrario, reajustar esa primera percepción.

Así mismo, nos está llamando a prestar mayor atención a nuestro instinto de supervivencia y a trabajar todo lo relativo a nuestro instinto sexual, bien sea replanteándonos o reafirmando la manera en que gestionamos este a nivel mental y emocional, así como la forma en que lo experimentamos y lo comunicamos.

Esta conjunción también nos pide tener cuidado con la impulsividad con el fin de evitar accidentes o percances tanto en la casa como en los medios de transporte, en este caso, la prudencia con que Marte retrógrado nos llama a actuar  puede evitarnos algún disgusto. 

También nos invita a revisar con especial atención las cuestiones referentes a la comunicación, información y  documentos, como por ejemplo nuestro carnet de identidad, pasaporte, licencia de conducir, etc., antes de iniciar algún desplazamiento, como puede ser verificar que no haga falta una renovación y que todo esté en orden y a mano.

A nivel mundano, las noticias pueden verse inundadas de un mayor número de situaciones violentas de cualquier tipo que pueden resultar de alguna manera reiterativas, así como de conflictos bélicos que experimentan un recrudecimiento o, por el contrario, un periodo de recesión pero, en todo caso, con un probable cambio de estrategia, dado que Marte y la Luna en Géminis están siendo dispositados por Mercurio en Capricornio y este, a su vez, por Saturno en Acuario, que además se encontrará formando un trígono con la Luna llena y Marte en Géminis y un sextil con el Sol en Sagitario durante el plenilunio, así que lo que estaba planificado puede verse alterado de alguna manera por motivos estratégicos.

Saturno en Acuario también nos habla de cambios en el sistema, las normas y el orden establecido, así como también de represión de las libertades y de rebeldía ante la autoridad, tal como estamos viendo en las calles de China en estos momentos.

La impronta de las energías marciana y lunar  en Géminis y del Sol Sagitariano en el polo opuesto de la ecuación energética se está viendo reflejada también en las cartas bomba que han protagonizado en estos días las noticias en referencia a la guerra de Ucrania.

Por otra parte, con Marte retrógrado en conjunción a la Luna en Géminis en oposición con el Sol en Sagitario, también tendremos noticias  acerca de liderazgos a nivel popular que se reafirman, o bien, se cuestionan y revisan, a causa de informaciones o discursos  y de confrontaciones con figuras de poder, ya sea en el ámbito político, religioso, cultural o educativo.

También es posible que proliferen las noticias acerca del planeta Marte propiciadas por algún nuevo descubrimiento acerca de este que pueda cambiar la forma en que se le ha visto hasta ahora. De igual manera, la Luna también puede protagonizar las noticias en el ámbito científico en estos días pues, en definitiva, ambos se encuentran en Géminis y este signo siempre nos procura noticias e información por cualquier medio.



Volviendo al plano personal, la enorme actividad tanto mental como emocional de este plenilunio puede traducirse en pensamientos recurrentes acerca de emociones intensas, verborrea o, por el contrario, timidez y falta de decisión a la hora hablar, insomnio, un alto nivel de stress y preocupaciones, dolores de cabeza, malestares estomacales, problemas respiratorios, etc.

En resumen, estamos ante un plenilunio de alta intensidad que no nos dejará indiferentes tanto a nivel colectivo como personal y que puede resultar estresante a no ser que encontremos la manera de gestionar nuestra intensidad emocional a través de la razón, de una reflexiva introspección, de la comunicación asertiva y la inteligencia emocional.

Ha  llegado el momento de retomar las riendas de nuestro mundo interior, de nuestras emociones, de nuestra intimidad y nuestras necesidades, quizá nos venga bien para ello, entre otras cosas, hacer algunas afirmaciones tanto a nivel mental como por escrito que nos recuerden que nuestra satisfacción está en nuestras manos, que nada de afuera puede llenarnos tanto como nosotros mismos y que, a pesar de las vicisitudes, podemos resistir y seguir adelante. 

Como diría Mandela: "...soy el amo de mi destino, soy el capitan de mi alma", eso deberíamos poder ser cada uno de nosotros, capitanes de nuestra alma, amos de nuestro destino, un destino labrado por nuestras propias decisiones, que es preciso tomar de forma reflexiva y prudente, rectificando, si es necesario, para poder trazar el mejor camino posible para ese guerrero interior que hay en cada uno de nosotros y que tanto tiene que decir a este mundo, desde esa alma indómita que es su refugio, aceptando su dualidad, su sombra y su luz, renaciendo desde sus heridas, derribando las prisiones de la mente que en forma de miedos se alzan a su paso.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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