Luna Llena en Tauro 2022 y Eclipse Lunar



Tauro es un signo que nos vincula, sobre todo, al mundo material y sensorial. 

Regido tradicionalmente por Venus y, a nivel moderno, por la Tierra, este signo nos acerca a la belleza de la creación, a la naturaleza y sus frutos, al mundo natural y, en general a la manifestación, a cualquier cosa física, ya sea creada por la naturaleza o por el hombre, representando así, desde nuestro cuerpo físico, nuestros bosques, selvas y jardines, nuestra comida, hasta el dinero y cualquier otro tipo de recurso o posesión.

Teniendo como palabras clave, “tener” y “querer”,  este signo representa no sólo nuestros recursos y posesiones materiales, sino también todo aquello que tiene un valor para nosotros, así como la capacidad de valorarnos a nosotros mismos.

Por ello, cuando la Luna llena tiene lugar en este signo es normal que se movilicen, tanto interiormente como en nuestra cotidianidad, temas relacionados con el dinero, los recursos, las posesiones, los valores y la autoestima, invitándonos a hacer una toma de consciencia al respecto.

Así mismo, las cualidades y características de este signo, como son: su pragmatismo, su tenacidad, su paciencia, su sensorialidad y sensualidad, su belleza, su calma, comodidad y hedonismo, su parsimonia y su terquedad, así como su trabajo, esfuerzo y constructivismo pueden florecer en nuestro interior e impregnar nuestro mundo emocional e instintivo, así como nuestro día a día y, en especial, nuestra vida íntima, nuestro hogar, nuestra familia y afectos.

Y en esta oportunidad, la Luna llena, que tendrá lugar concretamente en el grado 16 de este signo firme y terrenal, vendrá acompañada de la energía caótica, revolucionaria, sabia y renovadora del planeta Urano, con quien se encontrará haciendo conjunción, y será además eclipsada por la sombra de la Tierra, invitándonos, todo ello, a un profundo ejercicio de desapego y renovación interior llevado a cabo desde el enfoque realista y pragmático que tanto Tauro como signo, como la Tierra como agente eclipsante de la Luna, proponen.

Es momento pues de atender a la necesidad interior de cambio y desapego respecto a patrones emocionales, instintivos y ancestrales relacionados con el dinero, los recursos, las posesiones, los valores y la autoestima, lo cual nos abrirá la puerta, representada por el Nodo Norte, en torno al cual tendrá lugar este eclipse lunar, a una perspectiva renovada de estos asuntos que nos permitirá evolucionar en este sentido.

Hemos de entender que los valores cambian con el paso de las eras, que la forma de concebir y  manejar el mundo material no es la misma que antaño, que incluso la forma en que percibimos y comprendemos el cuerpo, la belleza, la sensualidad y la sensorialidad está cambiando; que es momento de despertar a una nueva visión de la naturaleza y del mundo físico, de despertar nuestros sentidos y renovar nuestros valores, así como de aprender a gestionar de forma innovadora, original y creativa nuestros recursos, todo ello en coherencia con nuestro actual estadio evolutivo y en pro del fluir de esa evolución, en consonancia con esos saltos cuánticos que están sacudiendo este planeta, del cual formamos parte. 

La energía de Urano en Tauro ha venido a traernos un periodo de inestabilidad y cambios a nivel material y a proponernos un cambio de paradigma y una renovación en este sentido. Así mismo representa, entre otras cosas, la intervención a través de la tecnología del cuerpo y la naturaleza. Y, en general, caos, crisis y cambios radicales que afectan a la naturaleza, a las finanzas y los valores.

Como manifestación de ello podemos ver, entre otras cosas, el cambio climático, sea que este se trate de un proceso natural de renovación del planeta o de algo provocado o acelerado por la acción de la contaminación que la industrialización y otros factores como la manipulación climática han propiciado, el dinero y la banca virtual, la inestabilidad financiera, los cambios radicales en cuanto a cánones de belleza que se están gestando o introduciendo en la sociedad, los avances e intervenciones, positivos o no en cuanto a su efecto, en materia de genética, la crisis de recursos, orquestada o no, que supone el tener que ahorrar en materia energética, la biomonitorización que pretenden implementar, etc.

Por contraparte, y en un sentido más positivo, Urano en Tauro nos despertará a través de la naturaleza, nos hará tomar consciencia de la sabiduría maravillosa que esta entraña, de su poder creador, destructor y renovador, llamándonos a establecer una relación más consciente y coherente con esta, proponiéndonos un retorno a los orígenes en función de la conexión que, como seres humanos, tenemos con ella. 

No son pocas las personas que están dejando las grandes ciudades por entornos más sanos, tranquilos y naturales  o, al menos, se lo han planteado.

Así mismo, cada día hay más personas veganas o vegetarianas, aunque lamentablemente para algunos esto no es más que una moda a la que se han adherido influenciados por tendencias ideológicas, algo muy propio de los tránsitos de Urano, pero para otros es el síntoma de una toma de consciencia real, típica también de Urano, que es, en su sentido más elevado, el despertador de la consciencia.

Otro ejemplo de la influencia positiva de su tránsito por el signo de Tauro es la conexión con los árboles que cada vez más personas experimentamos y el mayor conocimiento que se tiene de estos a través de algunos descubrimientos que han revolucionado la forma en que los percibimos, como por ejemplo, las redes de interconexión a través de las raíces, así como otros descubrimientos recientes acerca del mundo natural.

En fin, Urano en Tauro se ha hecho notar, en lo bueno y en lo malo, no se puede decir que no, y ahora, con el eclipse de Luna en conjunción al mismo, todos estos temas cobrarán mayor relevancia, permitiendo ver con mayor claridad el lado denso de este tránsito pero también el potencial positivo que ha permanecido oculto, reprimido o negado, subyaciendo en un nivel inconsciente y que ahora podrá ser visibilizado y valorado desde una perspectiva práctica para abrirnos la puerta a nuevas posibilidades.

A nivel emocional e instintivo, será un momento de experimentar la energía de Tauro, especialmente de aquellas características de su naturaleza que hayamos podido estar negando o reprimiendo en nosotros y de las que, con ese enfoque de la sombra que representa el eclipse, vamos a poder tomar consciencia. 

Es posible, por ejemplo, que algunos descubran su lado más terco, perezoso, hedonista y parsimonioso, o bien, su capacidad de trabajo, esfuerzo y ahorro. 

Así mismo, puede que algunas personas tomen mayor consciencia de la paz y la belleza que pueden encontrar en lo más profundo de sí mismos a través de la introspección o la meditación, de su necesidad de conexión con la naturaleza, con la belleza y con el arte, de sus valores, de su relación con su cuerpo, con el dinero y las posesiones, así como de su autoestima.

Todo ello acompañado de una sensación de inquietud respecto a lo que en su vida cotidiana puede estar detonando esta toma consciencia, y con la urgente necesidad de un cambio de perspectiva o, incluso, de su modo de vida a uno más coherente con su actual estado evolutivo.

Habrá, sobre todo, una necesidad de liberarnos de ciertos recuerdos, emociones y apegos que nos mantienen estancados o anclados a un pasado que ya no resuena con nosotros, al menos en un sentido práctico, antiguos patrones emocionales que, lejos de aportarnos, nos complican la vida, así como apegos y dependencias que nos dificultan el experimentar nuestro propio valor, el ser capaces de desarrollar y disfrutar de nuestros propios recursos, de encontrar nuestra propia estabilidad y descubrir nuestra propia paz, seguridad y belleza.

En este sentido, este eclipse nos llama a una depuración o limpieza de nuestro mundo emocional en función de una visión y experimentación más práctica a la par que libre, original  e independiente de nuestros recursos, valores, autoestima, sensorialidad, sensualidad, disfrute, seguridad, capacidad de trabajo, belleza.

Es por ello importante reevaluar hasta que punto la inercia de los patrones familiares y ancestrales nos han marcado o determinado en todos esos factores y sentir el pulso de nuestra consciencia despertando a una renovada visión al respecto. 

Y quizá, por estar Urano retrógrado y en cuadratura a Saturno en Acuario  se nos pueda hacer algo cuesta arriba o representar todo un desafío el implementar los cambios que empiezan a resonar como una necesidad en nosotros, pero la toma de consciencia a la que llegaremos a través de una profunda introspección, de sucesos inesperados o de crisis existenciales que nos sacudan y nos despierten nos abrirá la puerta a que esa semilla de transformación que se gestó, durante el novilunio de este ciclo lunar, con el reciente eclipse de Sol en Escorpio, y que ahora florece en nuestro interior como la necesidad de un salto cuántico muy práctico y certero, se afiance dentro de nosotros y, en el momento oportuno, pueda manifestarse plenamente, por ahora, si estamos atentos, veremos señales, sincronicidades y situaciones inesperadas que, en el fluir de los acontecimientos nos irán guiando, nos toca a nosotros aprovechar su impulso que no es más que el reflejo de nuestra propia intuición y pulsiones inconscientes hacia ese cambio que nuestra alma precisa, revisar los cambios que ya hicimos en un pasado reciente para ajustar la dirección del timón, e ir resolviendo a nivel práctico en función del aquí y ahora y del futuro que deseamos propiciar,  tomando acciones empoderadas, profundas y transformadoras en nuestra vida, tal como propone el Sol en Escorpio, en el lado opuesto del eje del plenilunio, que acabarán por catapultarnos en el momento preciso a ese cambio radical que tanto anhelamos.

Ese Sol escorpiano nos dará la oportunidad de soltar muchos condicionamientos egóicos que resultan tóxicos y que son un lastre que hay que dejar marchar a través de esa otra puerta maravillosa que es el nodo Sur, con el cual se encuentra haciendo conjunción junto a Mercurio y a Venus.

Tal conjunción en el intenso territorio de Escorpio nos invita, entre otras cosas, a tomar consciencia tanto de tendencias nocivas como de potencialidades creativas inexploradas en o a través de nuestra sociabilización y en nuestra comunicación, así como en nuestras relaciones, especialmente de pareja o asociación, pero también con hermanos, primos, amantes, vecinos. 

En fin, que nuestras relaciones nos mostrarán aspectos oscuros, reprimidos o negados de nosotros mismos, del otro, o de la relación que será preciso, reconocer, abrazar e integrar sana y creativamente, transformando aquello que sea preciso ya sea para el bienestar propio, ajeno o mutuo, lo cual puede resultar muy sanador.

De igual manera, es preciso tomar consciencia de hasta qué punto hemos cedido nuestro poder a otros o, por el contrario, hemos avasallado a estos con nuestra posesividad, control u otras actitudes negativas, ya que ha llegado el momento de relajarse un poco, de soltar las obsesiones y/o neurosis de control, que se acaban convirtiendo en cadenas forjadas por el miedo y los complejos, para poder empoderarnos y empoderar sanamente al otro y a la relación, desde un amor profundo, verdadero y comprometido, fortaleciendo y transformando el vínculo en una experiencia más sana,  sabia y renovadora.

Y a ello contribuirá la limpieza de patrones inconscientes y heredados de los que tomaremos consciencia con este eclipse de Luna en conjunción a Urano en Tauro.

Por su parte, la T cuadrada que tendrá lugar entre la Luna y Urano en Tauro, Mercurio, el Sol y Venus en Escorpio y Saturno en Acuario, teniendo a este último como punto focal, nos propondrá el desafío de tener que hacer cambios estructurales en alguna faceta de nuestras vidas, renovar aquellas estructuras ya caducas que no contribuyen a nuestra evolución, romper con los miedos y condicionamientos que nos limitan o el revelarse ante alguna figura de autoridad que nos resulte opresora y castrante, o bien, el reto de tener que poner orden en el caos en algún ámbito de nuestra existencia. Para algunos, incluso, podría representar el experimentar alguna situación en la que se vea limitada su  libertad y/o sus derechos en algún sentido. Sea como sea, cualquiera de estas cosas servirá de catalizador para que aquellos cambios y transformaciones que queremos llevar a cabo sean posibles, o bien para que se gesten ciertos procesos que son precisos para nuestro despertar, aprendizaje, transformación y evolución. 

Ante todo esto, será la prudencia, el amor y la consciencia quienes nos ayuden a transitar estos procesos y a salir renovados, más sabios y fuertes de ellos.

Finalmente, y como recomendación en los días y horas cercanos al eclipse, es fundamental cuidar especialmente nuestro descanso y alimentación, así como beber suficiente agua y escuchar, cuidar y honrar nuestro cuerpo, que es nuestro templo y nuestro vehículo de manifestación, ya que hay mayor tendencia a somatizar, dado que nuestro cuerpo físico, representado por la energía de la Tierra, y nuestras emociones, representadas por la energía de la Luna, están en este momento estableciendo una conexión más íntima, así que, de alguna manera, nuestro cuerpo podría hablarnos con mayor vehemencia de aquello que nos inquieta interiormente para que le prestemos la debida atención y lo resolvamos de la forma más práctica, creativa y coherente posible.

Es importante también meditar y conectar con la naturaleza, en especial con los árboles, con la tierra, con las plantas, las flores, los cristales y las piedras, siendo un buen momento, por ejemplo, para visitar esos antiguos templos de piedra que son legado de nuestros ancestros, como pueden ser Stonehenge o las pirámides, e intentar percibir y comprender la enseñanza y la sabiduría que hay grabada en ellas como puerta de conexión con los fenómenos celestes y las energías cósmicas y telúricas, como testigos de un pasado que nos devuelve a los orígenes, como centinelas de este tiempo presente tan convulso y de un futuro que quizá no alcanzamos a imaginar del todo.

Ojalá podamos y sepamos aprovechar la impronta de esta eclipse, cooperar con el reseteo interior que nos propone y e integrar su energía sanadora y renovadora en pro de nuestra evolución y en beneficio de nuestras relaciones.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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