Nos preparamos a recibir una Luna plena de energía, una Luna que nos invita a la acción, que nos insufla brío y vitalidad. Y es que, en esta oportunidad, el plenilunio tendrá lugar en el audaz y aguerrido signo de Aries, concretamente en el grado 16 del signo.
Aries, cuyo símbolo es el carnero, está representado por la frase “Yo Soy”, que hace referencia a su sentido de identidad, a su carácter individualista y a su urgencia de autoafirmación.
Este signo corresponde, simbólicamente, al momento del nacimiento, en que la chispa divina o principio de Vida que ha emergido del océano cósmico de la totalidad, representado por Piscis, encarna en el mundo de la forma y emerge a la vida, a la existencia condicionada, asumiendo una identidad propia y diferenciada y una apariencia y carácter particular.
Aries es como el pollito que rompe el cascarón y se aventura a vivir. Este signo representa los inicios, el impulso hacia la vida, los emprendimientos. Su impulsividad, iniciativa, empuje y autoafirmación, lo capacitan para ser un luchador nato, alguien que da la batalla, que se impone y se hace valer.
Decidido, arriesgado, valiente y competitivo, Aries puede destacar, entre otras cosas, como deportista, ejecutivo o emprendedor.
Pero vamos a ver qué pasa cuando la Luna ve florecer plenamente su luz en este signo.
En primer lugar, notaremos que hay una atmósfera de lucha, de competitividad o impulsividad, en la que puede que las cosas se susciten de forma rápida y agitada, o incluso violenta.
Durante el plenilunio e incluso a lo largo del ciclo, puede que nos encontramos transitando por una especie de lucha o conflicto interior o experimentando un período de stress emocional. Las emociones estarán caldeadas en mayor o menor medida, y la rabia puede estar a flor de piel. Los arrebatos o rabietas pueden emerger si nuestras necesidades básicas no se encuentran satisfechas.
Sea como sea, es un momento en el que tenderemos a priorizar nuestras propias necesidades, lo cual podría ser percibido como egoísmo por los demás, sin embargo, no deja de ser importante agudizar en este tiempo la escucha interna para determinar que es lo que realmente necesitamos como individuos únicos y diferentes del resto. Y es que, independiente de aquello que tenemos en común como seres humanos, cada persona puede tener necesidades e inquietudes interiores muy particulares.
Más allá de esto, quizá la necesidad más importante que podamos llegar a experimentar con esta Luna sea la de sentirnos vivos, así como la de autoconocernos, la de ser capaces de definirnos a nosotros mismos y de autoafirmarnos.
Pero también puede surgir la necesidad de entrar en acción, de tomar alguna decisión o iniciativa, de embarcarse en algún emprendimiento, de liderar, o bien, de competir o de luchar por algo pues el plenilunio ariano nos estará invitando, entre otras cosas, a conectar con nuestro guerrero interior.
Otra de las necesidades que puede hacerse notar es la de experimentar nuestra impulso sexual, sintiendo la pasión y el arrebato de nuestros instintos.
No obstante, la energía ariana que estará vibrando en nuestro interior también puede ser canalizada a través del ejercicio físico, o incluso mental, ya que Marte, dispositor de esta Luna llena por su regencia sobre el signo de Aries, se encuentra transitando por el intelectual signo de Géminis, encontrándose además Mercurio domiciliado en el trabajador, servicial, organizado, perfeccionista y detallista signo de Virgo.
Es buen momento, entre otras cosas para comenzar alguna nueva lectura, especialmente si se trata de temas científicos, técnicos o de algún tema relacionado con nuestro ejercicio laboral, así como para iniciar conversaciones productivas, o aventurarnos a alguna iniciativa o emprendimiento que represente un desafío q nivel intelectual, que requiera generar ideas, que promueva o active la comunicación o que, de alguna manera, nos demande ingenio, dinamismo, versatilidad, astucia, don de gentes, habilidades comerciales, sentido del humor, o que requiera realizar desplazamientos, todo ello con la actitud productiva, práctica y resolutiva que Virgo estará imprimiendo a Mercurio.
Por lo cual, es un buen momento para emprender, máxime si tenemos en cuenta el gran trígono del que Marte en Géminis estará participando con el Sol en Libra, que aportará facilidad para las relaciones públicas y asociaciones, y Saturno retrógrado en Acuario, que promoverá revisiones estructurales que permitirán implementar los cambios e innovaciones necesarias, así como las interacciones más convenientes para que nuestro emprendimiento pueda estar en congruencia con las exigencias del momento actual. Este último nos invita pues a replantearnos si hay algo que modernizar o alguna tecnología que implementar en aquello en lo que estamos poniendo nuestro esfuerzo, para evitar que degenere en algo caduco, desactualizado o incluso monótono.
Así mismo, nos hace un llamado a revisar el criterio con el que estamos utilizando o gestionando nuestras interacciones, ya sea que se trate de amistades, grupos o redes sociales, buscando la practicidad y la productividad en ello y pidiéndonos una reflexión acerca de cómo invertimos nuestro tiempo en estas, si este resulta de calidad y realmente nos aporta algo a nosotros y a los demás, de no ser así, quizás haya que aprender a poner límites en este sentido, organizarnos mejor y precisar cuales son nuestras metas.
Sea como sea, este gran trígono es una excelente oportunidad, si lo sabemos aprovechar para emprender, para relacionarnos de forma más efectiva y productiva y para renovar nuestras metas y ambiciones, así como la estructura que nos sostiene y apoya.
Todo ello, aunado, puede impulsarnos al éxito en la medida en que estemos dispuestos a actuar, a tomar decisiones con criterio, a liderar o a apoyar a quien lidera, a estar abiertos a socializar y compartir, y en que seamos capaces de establecer vínculos más sólidos y fiables y de trabajar duro con creatividad y espíritu de renovación.
Eso sí, con la actual cuadratura entre Saturno retrógrado en Acuario y Urano retrógrado en Tauro, habrá que superar ciertos desafíos relacionados con la economía y los recursos necesarios para aplicar los cambios estructurales que necesitamos y hacer posible nuestro emprendimiento.
Para ello será preciso reformular nuestra estructura y/o reinventar en algún sentido nuestro negocio para hacerlo más eficaz y rentable en términos prácticos y realistas, analizando de qué manera podemos reinventar la forma en que generamos dinero y cómo podemos mantener la mayor autonomía posible ante los cambios y desafíos del sistema actual, buscando la manera de cumplir con las normas y obligaciones correspondientes a la par que producimos beneficios de la forma más libre, innovadora y original posible. Y es que con esta cuadratura descubriremos los límites, exigencias y desafíos que supone el reinventar nuestra economía o el perseguir nuestra libertad financiera, así que habrá que replantearse ciertos cambios a nivel práctico para hacer cualquiera de estas cosas posible dentro de parámetros realistas.
Así mismo, puede que también tengamos reflexionar acerca de la necesidad de hacer algunos cambios que estimulen nuestra autoestima, ya que es posible que el bloqueo que nos impide alcanzar nuevas metas y aplicar cambios a esa estructura necesaria para emprender puede estar relacionado con una baja autoestima, con cierta desvalorización o sensación de insuficiencia, así que será preciso renovar nuestra autoestima para que podamos, alcanzar nuestras metas, madurar y progresar en congruencia con nuestro actual momento evolutivo.
El ímpetu de esta Luna llena también se hará notar a nivel familiar y afectivo, ya sea por medio de un ambiente agitado o de lucha, que puede dar lugar a stress, a peleas, discusiones o competitividad, o bien, través de acciones, decisiones importantes o alguna iniciativa que requiera de la participación de la familia, que sea impulsada por esta o que le afecte de alguna manera.
Por otra parte, es un momento ideal para autoafirmarse como núcleo familiar, para reconocer la identidad del clan y para luchar juntos por aquello que sea menester.
Es tiempo, así mismo, de tomar consciencia de aquello que nos identifica con nuestra familia y nuestros ancestros, de esa marca peculiar, única, que de alguna forma nos han heredado y que nos da un sentimiento de identidad. Y, de igual manera, ser capaces de reconocernos como seres individuales dentro del mismo, de percibirnos a nosotros mismos como una expresión única y original de la impronta del clan.
Y es que, al igual que el árbol contiene la semilla y la semilla al árbol, nuestra personalidad está marcada por la impronta del clan pero, al mismo tiempo, este es impregnado de nuestra energía particular, constituyendo esta una nueva manera que esa impronta ancestral ha encontrado para expresarse.
Hay que tener en cuenta además que durante este plenilunio tendrá lugar una conjunción exacta de la Luna con Quirón, relacionado con el arquetipo del sanador herido, en el signo de Aries, así que es muy probable que sintamos la necesidad de sanar alguna herida que puede estar relacionada con nuestra identidad familiar o territorial, con el liderazgo respecto en la familia y el hogar, con la violencia emocional o doméstica, con la iniciativa y los emprendimientos, con la necesidad de expresar nuestro impulso sexual, con la urgencia en interior de sentirnos vivos, o bien, con la necesidad independencia o de autoafirmación.
De igual manera, puede aflorar alguna herida vinculada con la guerra o cualquier otra experiencia violenta que haya marcado nuestro interior, bien por haberla vivido directamente en nuestra infancia o en algún otro momento de vulnerabilidad en nuestra vida, o por haberla experimentado a través de nuestra familia o ancestros. Valga decir que aquellas personas descendientes de refugiados de guerra o de personas que la sufrieron de alguna manera pueden estar reviviendo la herida del clan a través de alguna experiencia vital que represente lucha, violencia o conflicto.
Así que es buen momento para abordar ese tema a nivel terapéutico y, en general, para trabajar cualquier herida familiar o ancestral a través de las constelaciones familiares.
Puede que nos sintamos emocionalmente vulnerables ante la ocasión de ver expuesta alguna herida con la cual de alguna manera nos hemos identificado y que ha marcado nuestra personalidad o incluso nuestra apariencia, pero también es una excelente oportunidad para, a través de esa herida, encontrarnos a nosotros mismos y descubrir nuestra pulsión de vida y nuestra capacidad de lucha, autonomía emprendimiento y liderazgo.
A menudo, la herida representada por Quirón en Aries puede estar vinculada al momento del nacimiento, marcando así una impronta traumática respecto al impulso vital y los inicios en nuestra vida que puede hacer que experimentemos los emprendimientos como algo difícil y doloroso, no obstante, en el intento de sanarla podemos aprender mucho sobre lo que representa ser un emprendedor, luchar y en, definitiva, lanzarse a la vida y, de esta manera, podamos ayudar a otros a sanar sus propias heridas respecto a ello.
Este plenilunio será, en todo caso, un tiempo favorable para el autoconocimiento y la sanación interior.
Por otra parte, en el polo opuesto, encontraremos como coprotagonista de este plenilunio, al Sol en Libra, acompañado de una artista de primer nivel, la bella y dulce Venus que, al encontrarse domiciliada en territorio librano y, por tanto, en buen estado cósmico, nos mostrará plenamente y en estado puro su naturaleza delicada, atractiva, armoniosa, amorosa, sociable, cualidades que, al estar junto al Sol se verán resaltadas, así como también el talento artístico, que puede llegar a florecer de forma destacable.
Es buen momento, entre otras cosas, para socializar y dar rienda suelta a nuestra creatividad, para arrojar algo de luz, amor y belleza a esas heridas íntimas, ya sean personales, familiares o afectivas.
Podría ser excelente, en este tiempo, aunar la creatividad artística al trabajo terapéutico, por ejemplo, a través de una fusión entre arteterapia y constelaciones familiares o terapia de biodescodificación y trasgeneracional.
Esta oposición puede dar lugar, entre otras cosas, a conflictos entre la pareja y la familia pero también puede ofrecer la posibilidad de reconciliación, amén de las heridas familiares y emocionales que pueden aflorar en el proceso.
La pareja pues puede ser la manzana de la discordia o bien la diplomática pacificadora que intente calmar el airado ambiente familiar.
También puede ocurrir los miembros de una relación de pareja tengan que experimentar y celebrar el disfrute y la armonía de su relación ante un escenario de conflicto interior o familiar que, de alguna manera, estará desentonando con su felicidad y que, incluso, puede llegar a sabotearla consciente o inconscientemente.
Así que habrá que saber gestionar con la mayor sabiduría posible ese delicado equilibrio entre la familia y la pareja, así como entre nuestras propias necesidades de independencia, autonomía y autoafirmación y el deseo de compartir y disfrutar nuestra vida con esa persona que es especial para nosotros.
Una herida que puede evidenciarse con esta dinámica energética es la de sentir que no somos capaces de autosatisfacernos, de ser independientes y de cubrir nuestras propias necesidades teniendo que depender de la amorosa generosidad de la pareja, lo cual por un lado puede hacernos sentir en ello una demostración fehaciente de su amor pero, por otro, hacernos sentir la tristeza, la impotencia, e incluso la rabia, de tener que depender de alguien más.
Una buena manera de reconciliar estas oposiciones planetarias es la de tomar consciencia de que la pareja es, en cierta forma, un espejo en el cual nos miramos para reconocer algo de nosotros que hemos reprimido o negado, contribuyendo así la relación a nuestro autoconocimiento, autoafirmación y autosanación, y que, al ser conscientes de nuestras heridas y necesidades más urgentes y procurar nuestra sanación y nuestra autosatisfacción, también estamos contribuyendo al equilibrio de la relación, a que está sea más armoniosa, amorosa, y ecuánime.
Quizá ha llegado el momento, de luchar por llenar nosotros mismos aquellas carencias que no hemos sabido o podido suplir hasta ahora e, independientemente de ello, tomar consciencia de las diferentes formas en que nosotros aportamos algo positivo a nuestra pareja, como puede ser dulzura, paz, amor, presencia, compañía, cooperación, energía, estímulo, etc., y valorarnos un poco más en este sentido.
Por si fuera poco, Lilith en Cáncer estará en el punto focal de una T cuadrada que estará formado con la Luna y Quirón en Aries y el Sol en Libra, esto puede traer ciertos conflictos emocionales, familiares, afectivos y de pareja debido a la resistencia de Lilith en Cáncer a entrar en el cañón de lo tradicional en cuanto a lo familiar y afectivo, así como a su represión emocional y su tendencia al apego evitativo, así que habrá que armarse de paciencia pues esas actitudes lilithianas pueden poner el dedo en la llaga, agudizando el dolor de nuestras heridas emocionales y generando tensión a nivel relacional. Será importante, en todo caso, saber comunicar nuestras emociones de forma asertiva y constructiva para propiciar el equilibrio y la armonía en la pareja y en nuestras relaciones en general.
A nivel mundano, esta Luna llena, en conjunto con las energías que le acompañan puede, entre otras cosas, acentuar los conflictos bélicos existentes, agudizando la herida ya abierta de la guerra.
Así mismo, tanto los conflictos como la diplomacia pueden poner en la palestra el liderazgo femenino, destacando estás bien como propiciadoras, como consejeras o como mediadoras en relación a cualquier conflictos existente o que pudiera llegar a surgir en torno a este plenilunio o a lo largo de esta lunación.
Sea como sea, las mujeres serán las protagonistas, ya sea que se trate de mandatarias, de diplomáticas, de abogadas o de artistas, lo femenino estará en general, estará experimentado un momento de brillo y liderazgo.
Entre otras cosas, es posible que se ponga mayor foco e interés en temas como la igualdad de mujer y la violencia doméstica y que se incentive una mayor participación de los hombres en el hogar y se potencie la creatividad y la autoexpresión en las mujeres en este período, a través de eventos o reconocimientos de su potencial.
A ello sumará fuerzas la cuadratura T cuadrada entre Lilith en Cáncer, la Luna en Aries y Quirón en Aries y el Sol en Libra, que representa, entre otras cosas, la rebeldía ante las tradiciones familiares y ante la visión tradicional de lo femenino, del hogar y la familia, y el espíritu de lucha por el hogar y la familia, la identificación con el clan, el principio de la energía masculina en este y la necesidad de sanación de las heridas de guerra, de identidad, de iniciativa y del impulso vital y sexual que puedan haber afectado al clan o estar relacionadas con este, así como entre todo lo anterior y el propósito de amar y relacionarse.
Así mismo, es un momento muy interesante para celebridades del mundo de la belleza o la estética, modelos, cantantes o artistas en general que pueden recibir mayor notoriedad y estar implicadas en una mayor interacción social, aunque puede que ello se les presente a la par que algún conflicto interno importante, un momento de lucha, traumas o desafíos familiares, o incluso de algún tipo de desavenencias con su público o de un momento difícil para este en el que los artistas servirán como mediadores, pacificadores o iluminadores a través de su arte y sensibilidad pero dónde también pueden ejercer de manzana de la discordia y participes de debates u otras actividades que pueden generar resquemor en la población y herir sensibilidades.
También puede que algún evento o suceso ponga en evidencia o haga más notorio el contraste entre la frivolidad del mundo del espectáculo y las luchas diarias a la que se enfrentan las personas del pueblo llano en su día a día.
Por su parte el gran trígono entre Marte en Géminis, el Sol en Libra y Saturno retrógrado en Capricornio puede facilitar el replanteamiento de renovaciones estructurales y a nivel del sistema que, a través de asociaciones estratégicas, impulsen iniciativas relacionadas con asuntos como la telefonía, los medios de comunicación, el transporte y la vialidad.
Por su parte la cuadratura entre Saturno retrógrado en Acuario y Urano retrógrado en Tauro, sigue marcando un tiempo de inestabilidad para el sistema, de profusa crisis de recursos, problemas relacionados con las monedas virtuales e instituciones bancarias, estrepitosas caídas en la bolsa, así como también decadencia o problemas estructurales en las redes sociales que, de no reajustar su estructura y algoritmos estarán destinadas al fracaso.
Como veis este plenilunio comportará ciertos desafíos tanto a nivel personal como colectivo pero también ofrecerá oportunidades de emprendimiento, crecimiento desarrollo que, con el esfuerzo correspondiente y una buena dosis de creatividad podremos aprovechar.
Nos brindará así mismo la oportunidad de reconocer la herida de nuestro guerrero interior y de aprender a disfrutar a pesar de ella del propósito vital de relacionarnos con otros y compartir de forma agradable, amorosa y armoniosa.
Quizá esa herida nos muestre el cariz de nuestro carácter y haga florecer en nuestro interior una versión de nosotros mismos más auténtica que aportar a los demás.
Aceptar y abrazar nuestras heridas y aprender que son parte de nuestro personaje vital y que entrañan una impronta ancestral de sabiduría nos acerca a los demás de forma más genuina.
Puede incluso que, al igual que Rambo, tengamos que aprender a cuidar de nuestras propias heridas, a ser una madre sanadora para nosotros mismos y, aunque ello pueda hacer que nos sintamos algo solos, la vida nos compensará con el reconocimiento y el amor de aquellos que realmente nos quieren.
Quién no sea capaz de besar nuestras heridas no nos ama realmente.
De igual manera, hemos de ser capaces de besar las heridas de aquellos a quienes amamos, ya sea que se trate de heridas emocionales, afectivas o familiares, pues ese es el bálsamo más precioso que podamos ofrendar a su dolor.
Y no se trata de convertirnos en su sanador, sino de saber acompañar con amor su propia sanación interior.
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