Luna Llena en Acuario 2022



Cada Luna llena nos brinda la oportunidad de tomar mayor consciencia acerca de nuestro mundo interior. Nuestras emociones e instintos son más visibles, más palpables, y nuestra sensibilidad y nuestro psiquismo se ven potenciados.

Y es que, durante el plenilunio, sucede como cuando dirigimos un gran foco de luz hacia un lugar oscuro, desvelando lo que este albergaba y que, hasta ahora, era un misterio. Así pues, cuando ese enorme foco de luz que es el Sol ilumina plenamente la Luna, nuestro mundo inconsciente se hace consciente, revelando su contenido, su poder y sus misterios ante nosotros de forma clara y evidente.

Claro que esto no sucede de golpe, sino que es el resultado de un proceso gradual que se va suscitando a medida que la Luna, luego de acontecer el novilunio, va creciendo en luz hasta alcanzar su momento cúlmine de luminosidad, que es lo que conocemos como plenilunio. 

En esta ocasión, veremos brillar la Luna custodiada por presencia de Saturno retrógrado, con el que estará en conjunción en  el cambiante, original e irreverente signo de Acuario.

Esta combinación energética puede resultar en una prueba para nuestro mundo interno, así como para nuestro ámbito familiar y afectivo que se verá manifestada a través de experiencias relacionadas con la casa de nuestra carta natal en la que tenga lugar el plenilunio y, así mismo, expresará de alguna manera la impronta que la energía del novilunio en el signo de Leo ha ido imprimiendo a lo largo del ciclo, en función de la casa de nuestra carta natal en donde tuvo lugar. 

De esta manera veremos cómo se desarrollarán una serie de acontecimientos que verán su clímax en el plenilunio cuando la Luna dejará sentir su influjo aliñado por la energía de Saturno retrógrado.

Este, siendo el planeta de los límites y los condicionamientos, que representa la autoridad, las exigencias y las responsabilidades, nos va a demandar hacernos cargo de nuestro contenido emocional, psíquico e instintivo, así como de nuestra vida íntima, aplicando nuestro esfuerzo en desarticular, desestructurar y reestructurar todo aquello que está caduco, generando así una nueva estructura que nos sostenga de forma renovada y coherente.

Es momento de hacer examen interno y darnos cuenta de esas vigas que ya están algo desgastadas y de esas paredes que necesitan cambiar de color. Y es que solemos estar habituados a cierta inercia emocional que, a la postre, nos ha ido desgastando y que ha generado una atmósfera interior que ya no es congruente con nuestro actual estado de consciencia. 

Así que ha llegado el momento de reflexionar sobre esas viejas resistencias, miedos bloqueos y condicionamientos internos, así como también, familiares y afectivos que, cual pesada losa, nos han sumido en una especie de estancamiento que nos ha mantenido rezagados. 

Es tiempo de tomar consciencia acerca de esas emociones de baja vibración que nos paralizan y de desarticular ciertos miedos que, más que resguardar nuestra seguridad, nos han bloqueado y castrado, y que pueden estar muy arraigados en lo más profundo de nosotros, de tal manera que podamos  propiciar un salto cuántico interior que refleje una maduración y nos catapulte a la realización de nuevas posibilidades.

No se trata, en ningún caso, de reprimir esos miedos o emociones sino de tomar consciencia de ellos, permitiéndonos sentirlos y aceptarlos para luego soltarlos y, de esta manera, liberarnos.

El gran reto es ser capaces de vencer el aferramiento a aquellos patrones emocionales, instintivos o familiares, forjados desde la infancia o heredados de la impronta de nuestros ancestros, que nos han atenazado por tanto tiempo, limitando nuestra evolución.

Con Saturno en Acuario, estar abiertos al cambio es estar predispuestos a madurar y a asumir la responsabilidad que implica liberarnos de lo caduco, de los miedos y condicionamientos que nos oprimen, y hacernos cargo de nuestra libertad.



Y es que, a mayor libertad, mayor responsabilidad, esta es una de las lecciones que viene a enseñarnos Saturno en este signo.

La atmósfera emocional que estará impregnando este plenilunio puede ser, por un lado, fría, reservada y reprimida y, por otro, irreverente y liberadora.

En todo caso, habrá una cierta tendencia al ostracismo y al desapego.

Puede que experimentemos  la necesidad de poner límites a todo aquello que sintamos que puede amenazar nuestra seguridad, ser un factor de disrupción y caos en nuestra vida, sabotear nuestro statu quo o alterar nuestra rutina.

O bien, que sintamos la urgencia de romper con los límites y condicionamientos que han venido castrando nuestra libertad de forma reiterada, así como de revisar nuestra rutina y nuestros planes con vistas a aplicar ciertos cambios que respondan a nuestras necesidades actuales y a aquello que esperamos  obtener a futuro. Sea como sea, pueden suceder acontecimientos que nos inviten o incluso nos fuercen a salir de la zona de confort.

Tanto a nivel emocional, como familiar y afectivo, nos debatiremos entre la resistencia al cambio y el deseo de que algo cambie en un sentido estructural.

Puede ser, por ejemplo, que nos veamos planificando una mudanza o, por el contrario, postergando alguna por no estar dadas todas las condiciones para que el cambio sea efectivo en este momento.

Y si se da, puede que esta acontezca con retrasos o imprevistos de tipo práctico que la hagan especialmente pesada o difícil.

Lo aconsejable, en este caso, es tener todo lo más organizado y planificado posible, al tiempo que estar abiertos al cambio y precavidos ante cualquier imprevisto que pudiera surgir para ser capaces de fluir con las circunstancias.

También es posible que hagamos alguna reorganización o reforma estructural en casa que le dé un aire diferente o que debamos revisar algún cambio efectuado con anterioridad.

La rutina familiar puede verse alterada por situaciones nuevas o inesperadas que pueden llegar incluso a plantear alguna reestructuración dentro núcleo familiar. En todo caso, la familia se verá resolviendo asuntos de tipo práctico que le permitan encajar estos cambios.

Por si fuera poco, la Luna y Saturno en Acuario estarán participando con el  Sol en Leo, Urano y el Nodo Norte en Tauro y el Nodo Sur en Escorpio, de un Gran Cuadratura o Cruz Cósmica que infundirá en este plenilunio toda su tensión y dinamismo, presentándonos ciertos desafíos que pueden generarnos un alto nivel de presión y stress pero que también pueden resultar estimulantes y representar un punto de inflexión en nuestras vidas.

A esto se suma la energía de lucha, decisión, iniciativa, liderazgo y competitividad del planeta Marte, que estará haciendo conjunción a Urano en el signo de Tauro y participando de una T cuadrada con el Sol, la Luna y Saturno.

En definitiva, con estas configuraciones, la lucha, el conflicto, la tensión, las resistencias y los cambios violentos y forzados o difíciles estarán servidos en el ámbito familiar, o bien, en el profesional (recordemos que Saturno está vinculado, entre otras cosas, a la profesión)

Con Marte y Urano en Tauro el factor económico puede ser el detonador de los conflictos y los cambios, o bien estar estos últimos promovidos por una urgencia de renovación de nuestra personalidad o nuestra apariencia,  como forma de autoafirmación de nuestra autoestima y/o valores.



Sea como sea, esta configuración puede traer consigo importantes sacudones o quiebres emocionales, replanteamientos de la estructura, las normas, la organización  o la rutina a nivel  familiar o afectivo, rupturas, mudanzas, reformas, cambios de look, conflictos con la autoridad, pérdidas de puestos de autoridad o, por el contrario, responsabilidades o ascensos que se suscitan de forma inesperada, forzosa o en medio de un ambiente de luchas y tensión.

El Sol en Leo estará aportando su  creatividad, carisma, valentía y generosidad en medio de tales circunstancias o, por el contrario, propiciando una actitud egocéntrica, egoísta y arrogante, todo dependerá de las motivaciones y el grado de consciencia de las personas involucradas.

En todo caso, puede representar, ante la dinámica energética de la cual participa, un gran aporte de vitalidad que nos ayudará a afrontar los cambios, el stress, los desafíos y el cansancio, sobre todo emocional, que podemos estar sintiendo de cara al plenilunio, así como también propiciar el aprovechamiento de nuestros talentos con esfuerzo, disciplina, iniciativa y originalidad, consiguiendo romper cualquier bloqueo creativo que podamos estar sintiendo y, de esta manera, vencer  el estancamiento que hemos venido experimentando de hace un tiempo para acá.

Eso sí, es posible que hayamos de hacer un esfuerzo especial si deseamos ser reconocidos y que algunos no sepan apreciar nuestras potencialidades o creaciones, o incluso se muestren críticos si aquello que hacemos no está consonancia con los parámetros actuales que están influenciados por las tendencias colectivas avaladas por el sistema.

Y es que Saturno en Acuario puede tender a rechazar lo diferente a menos que lo diferente sea la norma, es decir, que sólo la diversidad que promueve y valida el sistema o la autoridad tiene cabida.

Aquello que está normalizado a nivel colectivo es aprobado mientras que aquello que se sale de esa norma convenida socialmente tenderá a ser desaprobado. No cabe duda que Saturno está a gusto en Acuario (uno de sus domicilios), dictando las normas sociales, los paradigmas colectivos, el nuevo orden y los condicionamientos de la moda.

Quizá toque pues renovarse un poco sin perder nuestro propósito, nuestra dignidad, ni (tal y como lo demanda la conjunción Marte – Urano) nuestra autenticidad.  Ser, en cierta forma, un renegado, sin por ello rezagarse, ya que siempre podemos renovarnos y reinventarnos a nuestra manera, renovar nuestro propio paradigma, en congruencia con nuestro actual estado de consciencia, y cocrear desde ahí. 

Puede que lo que hagamos desde esa perspectiva particular no sea del gusto o del interés de muchos, sino sólo de aquellos que, en mayor o menor medida, vibren en nuestra misma frecuencia. 

En estos tiempos de división social y borreguismo hay que aceptar que ser un outsider tiene su precio pero también comporta la enorme satisfacción de poder aportar y cocrear nuestra realidad con aquellos que resuenan con nosotros. 

Por su parte, el Nodo Sur en Escorpio nos estará pidiendo desprendernos de aquello que ya ha cumplido su función, dejar ir lo que ha muerto en nuestras vidas, aceptar la transformación y ser capaces de soltar para poder impulsarnos al cambio que se abre ante nosotros, en un sentido material o pragmático, con el Nodo Norte en conjunción a Urano en el signo de Tauro, como puede ser también a un cambio de valores, a una renovación de la autoestima, a una nueva forma de vida más conectada a la naturaleza, o a grupos o amistades que nos aporten y estén dispuestos a cocrear paz, seguridad, estabilidad y una vida más placentera.

A nivel colectivo, la conjunción Luna - Saturno retrógrado en Acuario puede dar lugar a una revisión de las normas y restricciones a las que se ha venido sometiendo a la población en los últimos tiempos. 

En este sentido, puede que en algunos lugares se plantee volver a aplicarlas de nuevo, lo cual podría llegar a liberar la rabia y el espíritu de rebeldía contenidos, así como también inspirar a algunas personas a dejar la ciudad y comenzar una nueva vida más cercana a la naturaleza (recordemos que Urano, quién es uno de los dispositores de las energías de esta Luna llena, por su regencia moderna sobre el signo de Acuario, sigue su periplo por Tauro, signo que representa, entre otras cosas, la vida tranquila, el verdor de la naturaleza y los frutos de la madre tierra).



Además, la crisis económica, de recursos  e institucional que estamos padeciendo a nivel mundial puede verse agudizada generando un clima de desconfianza y descontento en la población.

Podría además llegar a desatarse algún conflicto fronterizo o agudizarse conflictos ya existentes. 

En otro orden de ideas, es una configuración muy estimulante para las ciencias, la tecnología, la arquitectura, la ingeniería y el diseño en general, ya que puede plantear nuevos retos que estimulen  la reflexión, el ingenio, la creatividad en estos campos. De igual manera, puede favorecer a la investigación histórica, ya que puede propiciar nuevos descubrimientos en esta materia.

Por otra parte, este plenilunio y todo este ciclo lunar o lunación, que tuvo su inicio en el novilunio leonino, puede representar un tiempo de tensión y grandes desafíos para personajes famosos o importantes en la esfera mundial que se verán confrontados al propio sistema.

El clima estará muy convulsionado como ha venido siendo costumbre últimamente, con incendios, calor o frío extremos, fuertes vientos y tempestades, terremotos y erupciones volcánicas. Y sí, estos fenómenos siempre han existido pero no cabe duda que de unos años para acá ha habido un recrudecimiento y cambios notables en este sentido. 

Es un momento de reflexión acerca de cómo el sistema ha sobresaturado el planeta y de aplicar ciertos cambios en este, así como también de madurar como humanidad respecto a la manera en que nos relacionamos con nuestra madre Tierra. 

No obstante, está claro que estos cambios que el mismo sistema depredador ha, por una parte, provocado, y, por otra, precipitado (recordemos que la Tierra de forma natural tiene sus períodos de cambio y transformación) ahora serán utilizados por este como excusa para reprimirnos, limitarnos y manipularnos. 

Saturno (el sistema, la autoridad) en conjunción con la Luna (la población, los hogares) impondrá austeridad energética a las familias y negocios desde la comodidad que le ofrece el contar con el respaldo del poder al cual responde (no olvidemos que Saturno es el dispositor de Plutón, que aún se encuentra transitando los últimos grados del signo de Capricornio).

Como siempre, el pueblo es el que tiene que apechugar ante el caos que ellos mismos han generado a lo largo del tiempo.

En un sentido más positivo, contaremos con un trígono entre Mercurio, que ahora se encuentra en uno de sus domicilios, en el signo de Virgo, y por tanto se haya en buen estado cósmico, y Urano en Tauro, facilitando una comunicación detallada, sintética y eficiente que será de utilidad para conectar con otros, ya sea que se trate de grupos p amistades o de las redes sociales, de forma productiva. 

Es un aspecto que favorecerá una comunicación eficaz y creativa y el surgimiento de ideas resolutivas que pueden favorecer la inventiva de forma práctica y rentable. Es un excelente aspecto para inventores, diseñadores, ingenieros, informáticos, astrólogos, escritores, periodistas, investigadores y comerciantes. Igualmente, es un buen aspecto para el transporte y los medios de comunicación en general.

Por otra parte, tendremos una configuración muy positiva denominada Gran Sextil o Gran Trígono Menor, conformada por dos sextiles y un trígono, la cual es sumamente dinámica y facilita el surgimiento de ideas, la comunicación, las conexiones y los desplazamientos, así como también las sincronicidades y el sentido de la oportunidad, ya que tiende a conectarnos con personas o situaciones que facilitan la manifestación de nuestros deseos.

En este caso tendrá lugar entre Marte en Tauro, Plutón en Capricornio (ambos en trígono), y Neptuno en Piscis (en sextil con los anteriores), lo cual puede favorecer, no obstante el mal estado cósmico de Marte, hacer acopio de una disciplinada fuerza de voluntad, de una profunda fe y una tenaz y sostenida iniciativa, que nos impulsará a luchar y mantenernos resilientes ante los desafíos actuales. 

Es además un aspecto que resulta favorable para el tantra, el trabajo terapéutico y la práctica espiritual y nos invitará a estar empoderados e ilusionados con la vida y a usar esa fe, esa voluntad e iniciativa, imaginación, intención y psiquismo, en la concreción de nuestros sueños, toda vez que es probable que algo o alguien nos ayude a allanar el camino para ello.

Así mismo, tendremos un trígono entre en Sol en Leo y Quirón en Aries, que puede llegar a ser muy sanador en cuanto a nuestra identidad, autoafirmación, autenticidad, iniciativa, impulso sexual, creatividad, propósito y vitalidad y nos estará invitando a conectar de forma activa y entusiasta con nuestro niño interior, a jugar, autoexpresarnos y divertirnos para ayudarnos a aliviar esa herida del yo, que está deseoso de sentirse vivo y de ser reconocido.

Como veis, tanto a nivel personal como colectivo, se trata de una Luna llena de restricción y agite, de grandes desafíos, de tensión y caos, mismo que es importante saber manejar a nivel emocional y práctico, con madurez, originalidad y creatividad.  Pero también de trabajo interno, sanación y prosperidad, en el sentido más amplio de la palabra.

Las crisis son oportunidades, así que ojalá sepamos aprovecharlas para medrar, para romper con la inercia que nos estanca, retrasa o que nos mantiene en un rumbo gris y poco coherente respecto a nuestras necesidades y nuestra naturaleza individual y humana, y para dar curso a ese despertar que marcará un punto de inflexión en nuestro proceso evolutivo.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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