Luna Llena en Capricornio 2022



La Luna Llena es siempre un momento de clímax, de culminación o máximo desarrollo del potencial energético del novilunio de cada ciclo.

En esta oportunidad, nos encontramos transitando un ciclo lunar marcado por la impronta inicial del encuentro que la Luna y el Sol tuvieron, hace un par de semanas, en el sensible, intuitivo, emotivo, afectuoso, familiar y maternal signo de Cáncer, al que también asistió Lilith, un punto matemático que corresponde al lugar más alejado de la órbita lunar, es decir, el apogeo lunar.

Este punto está vinculado simbólicamente a un arquetipo definido por el alejamiento, el exilio, la represión y la urgencia de liberación, así como por la irreverencia y la disrupción.

Y es que Lilith, arquetipo de la bruja interior, representa todo lo reprimido y negado de la naturaleza femenina, su impulso sexual, su naturaleza seductora, su potente psiquismo, su poder transformador, su magia, misterio, encanto, curiosidad y capacidad de lucha, así como su inteligencia emocional y su sabiduría profunda.

Lilith es un arquetipo transgresor y profundamente liberador que nos conecta con nuestros deseos e instintos y que busca satisfacerlos, muchas veces, a toda costa.

Así que hay que estar preparados para aceptar las emociones reprimidas que habrán comenzado a mostrarse y liberarse durante el novilunio, que continuarán haciéndolo a lo largo del ciclo y que, a la luz del próximo plenilunio, que tendrá lugar en el signo de Capricornio, nos demandarán una actitud práctica y una toma de responsabilidad respecto a nuestro mundo emocional.

Será una oportunidad de maduración interior, de hacernos cargo de nuestras emociones e instintos y gestionarlos de forma práctica y objetiva.

En ese momento y a lo largo del ciclo se impondrá la necesidad de disciplina, de trabajo, de esfuerzo, de organización y perfeccionamiento, en aquellos temas relacionados con la casa de nuestra carta natal en la que tenga lugar el plenilunio.

Así mismo, invertiremos tiempo y esfuerzo en planificar, organizar y perfeccionar lo relativo al ámbito del hogar y la familia y asumiremos mayor responsabilidad acerca de nuestra dimensión emocional y afectiva.

De igual manera, prestaremos especial atención a nuestras necesidades materiales y precisaremos un plan o estrategia para afrontar la vida de forma más óptima, cubrir nuestras necesidades y satisfacer esos deseos que Lilith nos mostró en el novilunio.

Pero también puede que la Luna llena capricorniana nos lleve a ponerle coto a la energía lilithiana y nos encontraremos juzgando y reprimiendo esas pulsiones internas con las que dimos inicio al ciclo lunar.

Sea como sea, la Luna llena en Capricornio, en función de la impronta lilithiana del novilunio, nos recordará que no puede haber libertad sin responsabilidad y nos instará a dejar de lado las rabietas infantiles como medio de reclamo de nuestros deseos, libertades y derechos para asumir la responsabilidad de hacernos cargo de ellos de forma madura y de satisfacerlos por medio de nuestro esfuerzo, disciplina y dedicación.

Puede ser, sin embargo, que algunos desarrollen esa impronta de cara al plenilunio capricorniano dando rienda suelta a la rebeldía y la actitud contestataria de Lilith, rebelándose ante la autoridad, liberándose de represiones emocionales, de responsabilidades hogareñas, de las normas o de las restricciones que, por algún motivo, puedan haber en su país o territorio, etc.



Es posible también que en torno al plenilunio o a lo largo del ciclo nos rebelemos ante la autoridad de la madre o de cualquier otra figura femenina resaltante en nuestra vida.

Por otro lado, es probable que sintamos el impulso de liberarnos de la rutina o, por el contrario, que nos refugiemos en ella como forma de encontrar nuestro propio espacio íntimo y sagrado.

Es posible, incluso, que nos enfoquemos de forma obsesiva en alguna rutina, en nuestras metas o en nuestra carrera profesional, al punto de que nos aislemos de los demás o que dejemos de lado a nuestra familia y afectos.

Sea como sea, concederemos al tiempo una especial importancia y querremos decidir libremente cómo gestionarlo más allá de condicionamientos; querremos ser nosotros mismos quienes diseñemos nuestra rutina y no que otros nos la impongan, de lo contrario, puede que nos sintamos frustrados y con la sensación de no ser dueños de nuestro tiempo, de que otros nos organizan el día.

También puede pasar que sintamos que otros nos vampirizan de alguna manera, robándonos nuestro tiempo e interfiriendo en nuestra rutina de forma agobiante o quizá seamos nosotros los que estemos haciendo esto con alguien y debamos tomar consciencia para no absorber tanto tiempo a esa persona y aprender a llenar nuestros propios vacíos energéticos y emocionales sin depender de forma compulsiva de otros.

En otro orden de ideas, este plenilunio puede ser un buen momento para hacer algún ritual mágico enfocado en la consecución de nuestras metas y objetivos, en nuestro éxito social y en nuestra realización personal y profesional.

Finalmente, es importante señalar que la impronta de este ciclo lunar tiene una marcada tendencia al ostracismo, al exilio ya sea impuesto o voluntario, que puede estar motivado por sentimientos de rechazo, por rebeldía ante la autoridad, por el incumplimiento de las normas establecidas, por autoevasión de las propias responsabilidades, por carencias materiales que precisamos atender y que nos distancian de otros, por falta de tiempo o por mala gestión del mismo, o simplemente porque deseamos estar solos en nuestra intimidad absortos en nuestra rutina, metas y ambiciones.

La amargura, la frustración, la apatía, pueden haber marcado la tendencia emocional del plenilunio y del ciclo en general, sobre todo si no hemos sido capaces de tomar consciencia de nuestros deseos y vacíos más urgentes y de asumir la responsabilidad de gestionarlos y satisfacerlos de forma práctica y madura, pero también puede que encontremos en nuestro interior esa paciencia, perseverancia y resiliencia que precisamos para mantenernos firmes ante los avatares de la vida y ser capaces de persistir en la consecución de nuestras metas. 

La Luna llena tendrá lugar el próximo 13 de julio de 2022 a las 18:37 UT y estará en conjunción al planeta Plutón que aún se encuentra retrógrado en los últimos grados del signo de Capricornio, demandando una profunda transformación de nuestra estructura interna y un empoderamiento respecto a nuestras metas que también pueden verse transformadas.

Es momento de experimentar un profundo proceso de maduración interior, de hacer acopio de voluntad para renacer como el ave fénix ante todo lo que se derrumba dentro de nosotros para dar paso a algo más firme y sólido, a un alma más sabia, madura y evolucionada.

Aunque aún no sean visibles, estas transformaciones se estarán fraguando en torno al ámbito familiar, hogareño y afectivo y se manifestarán a través de la casa astrológica por la que la Luna y Plutón estén transitando, prometiendo remecer nuestros cimientos a mediano y largo plazo, pero también nos harán madurar y nos instarán a perfeccionarnos, organizarnos y trazar metas y estrategias que nos permitan gestionar nuestra vida íntima de forma más sabia y empoderada.

No obstante, Saturno, que aún se encuentra retrógrado y que, al ser regente de Capricornio, estará dispositando la energía de la próxima Luna llena, así como también de Plutón, se encontrará en el innovador, cambiante y revolucionario signo de Acuario, lo que puede llevarnos a planificar algunas reestructuraciones o remodelaciones motivadas por las profundas transformaciones estructurales que nuestro mundo emocional y/o nuestro núcleo familiar, casa o afectos, se encontrarán experimentando.

Y es que al estarse fraguando una transformación en los cimientos, la estructura completa deberá también experimentar oportunamente ciertos cambios que permitan que se sostenga adecuadamente.

Todo lo caduco precisa ser, de alguna manera, derribado y reformulado para poder evolucionar, esto quiere decir que las viejas estructuras, modelos o patrones han de experimentar cambios radicales que les permitan adaptarse al momento actual y seguir desarrollándose de la manera más óptima posible.


Al estar retrógrados, tanto Saturno como Plutón, es sobre todo tiempo de preparar el terreno para que estos cambios de modo que, cuando se ejecuten, puedan ser efectivos, o bien para revisar y reajustar transformaciones y cambios que ya habían tenido lugar con anterioridad o que estaban en curso y precisan un momento de análisis para corregir posibles errores y conseguir un resultado más óptimo.

Entre otras cosas, en este periodo, pueden estarse gestando cambios radicales en las normas, tanto a nivel personal, como familiar y colectivo.

Las élites de poder están en un periodo de reflexión, maquinando y preparando cambios radicales en el sistema que veremos reflejados más adelante cuando Saturno esté de nuevo directo, así como también reajustando los cambios que han venido teniendo lugar hasta ahora.

Así que, mientras ellos preparan su jugada, a nosotros nos corresponde preparamos también para los cambios que vienen, hacer una profunda introspección y autoindagación que nos permita recobrar el poder sobre nuestras propias estructuras vitales, reformular el orden de nuestras vidas, nuestra rutina, nuestros hábitos y aquello que nos sostiene y nos da forma, estudiando los cambios que será necesario aplicar para ello en un futuro próximo. Es dentro de nosotros que encontraremos la voluntad, la fortaleza y la sabiduría para ello.

La conjunción Luna – Plutón en Capricornio podría llegar a desatar movimientos sísmicos y erupciones volcánicas, más aún estando su dispositor, Saturno, en el disruptivo signo de Acuario.

Ello, dado el sextil que estará formado Plutón, en compañía de la Luna, en Capricornio, con Neptuno en Piscis, y el semisextil entre Saturno en Acuario y Neptuno en Piscis, puede propiciar también fenómenos naturales en el mar como consecuencia de las alteraciones en la corteza terrestre.

A nivel personal, no sólo pueden verse transformados nuestro mundo emocional y nuestra vida íntima sino que también podemos llegar a sufrir trastornos gastrointestinales ya sea por el stress que conllevan tales transformaciones, o bien, a causa de alimentos o nutrientes que nuestro cuerpo no digiera bien. Igualmente, hemos de prestar especial atención a la piel, los huesos, dientes y articulaciones que pueden verse afectadas por el agotamiento, por carencias nutricionales o por algún tipo de alergia o infección por lo cual es posible que se requiera asistencia médica y que asumamos la responsabilidad de hacernos cargo de nuestra recuperación.

En otro orden de ideas, contaremos con un trígono entre Saturno retrógrado en Acuario y Venus en Géminis que puede ser muy positivo para nuestras relaciones de pareja y de asociación.

Entre otras cosas, nos aportará el apoyo de la pareja o del socio a través de la comunicación y de una actitud de complicidad ante los cambios que puedan estarse gestando en nuestras metas y obligaciones, así como en las estructuras que nos sustentan.

De la misma manera, nos invitará a apoyar a nuestra pareja o socio en los cambios que se proponga o le corresponda realizar en cuanto a sus metas, ambiciones y deberes, y facilitará el que podamos prepararnos para renovar las metas y responsabilidades en común y replantearnos ciertos cambios en estas.

Este trígono también favorecerá una sociabilización versátil, dinámica y constructiva, orientada a la maduración de futuros cambios en rutinas, normas, estructuras o instituciones, o bien, a llegar a un consenso que permita revisar cambios recientes realizados en estas y hacer los ajustes pertinentes para poder optimizarlas.

Hay que mencionar también que, para el momento del plenilunio, se encontrará Mercurio en conjunción al Sol en el sensible signo de Cáncer, llevándonos a pensar, comunicarnos, accionar y crear desde nuestra dimensión emocional, visibilizando nuestro lado sensible.

Puede ocurrir que nuestras acciones, al estar impulsadas por nuestro mundo inconsciente, por instintos, necesidades y emociones, lleguen a dificultarnos el pensar y reflexionar antes de actuar, haciéndolo de forma irracional, aupados por una mente que está a merced de las emociones y de pulsiones inconscientes que el Sol estará sacando a la luz de la consciencia para que puedan ser reconocidas.

Una mente comandada y, en cierta forma, cegada por un ego emocional, la cual tenderá a fluctuar de acuerdo a nuestras emociones e instintos, conduciéndonos a actuar de forma arbitraria, dejando de lado la objetividad, siendo que la única lógica será la que nuestras emociones dicten.

En definitiva, nuestros pensamientos, ideas y palabras tenderán a ser muy subjetivas, y esto puede ser muy enriquecedor en cuanto a que seremos más expresivos respecto a nuestras emociones y actuaremos con el apoyo de una mente que estará siguiendo los dictados del alma, una mente sensible que es capaz de imaginar, de intuir, de recordar con mayor facilidad y de conectarnos con nuestras emociones, así como también, de ponerse al servicio del cuidado y la nutrición, una mente receptiva, comprensiva y preocupada que propiciará una comunicación atenta y afectiva, que estimulará la escucha de las necesidades del otro, así como la comunicación de nuestras propias necesidades, y que será prolija en muestras de cariño y consejos.

Pero, por otro lado, esta conjunción Sol - Mercurio en Cáncer también puede conducir a una mentalidad sensiblera, infantil y caprichosa.

En todo caso, esta energía puede favorecer la escritura, especialmente la narrativa o cualquier tipo de escritura creativa, así como también, el arte culinario, la escritura culinaria y la comunicación con los niños o con personas que necesitan afecto, nutrición, escucha y cuidados, por lo cual puede ser especialmente beneficioso para el trabajo de maestros, psicólogos y cuidadores.

Por otra parte, la Luna en conjunción con Plutón retrógrado en Capricornio puede reaccionar de forma fría y cruel ante esa efusividad emotiva de la conjunción Sol – Mercurio en Cáncer, y esto es porque hay ciertos bloqueos o resistencias que es preciso trabajar y transformar.

A veces, el dolor y el instinto de supervivencia nos hacen erigir murallas en un intento de autoprotección que, a la larga, no hacen más que encerrarnos en nuestra propia cárcel emocional y ponernos a la defensiva, reaccionando de forma pasivo agresiva ante cualquier estímulo emocional y rechazando cualquier muestra de emotividad o afecto de manera indiscriminada.

En el mejor de los casos, la conjunción Luna – Plutón en Capricornio, que ha tenido lugar durante este plenilunio, puede adoptar un cariz terapéutico, permitiéndonos observar esas emociones que emergen a la consciencia de forma objetiva, austera, práctica y racional, proponiéndonos una profunda transformación interior que nos demandará esfuerzo, disciplina y responsabilidad y nos conducirá a ser más maduros y resilientes, permitiéndonos transformar esa fría fortaleza que habíamos creado en un castillo donde nos sintamos a salvo y empoderados y podamos recibir a los otros con respeto.

Por contraparte, para algunos será preciso aprender a poner límites sanos y generar un espacio seguro ante aquello que se antoja denso, destructivo u hostil.

Sea como sea, es necesario tomar consciencia acerca de nuestros límites, resistencias, miedos y condicionamientos para poder transformarlos en oportunidades de crecimiento y desarrollo, aprendiendo a diferenciar entre  límites y estructuras sanas y funcionales que nos hacen sentir apoyados y seguros y aquello que nos castra y estanca, sometiéndonos a su tiranía, anulando nuestro potencial creativo.

Así que, aprovechemos la impronta que nos ha dejado esta Luna Llena de la mejor manera posible en función del trabajo evolutivo que estamos realizando.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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