Luna Llena en Géminis 2021

La próxima Luna llena tendrá lugar en un signo dinámico y comunicativo, un signo racional, que propicia el fluir de las ideas y la información, se trata del ocurrente signo de Géminis, donde la madre celeste nos alumbrará desde el grado 27.

Géminis es un signo dual, representado por los gemelos Cástor y Pólux, y como tal, puede ser ambivalente y vacilante, mostrarnos esa luz y esa sombra que se han de reconocer, reconciliar e integrar, así como también ese sentimiento de hermandad y complicidad que nos acerca a los demás.

Con la Luna llena en este signo se evidenciará esa necesidad de compartir con quienes están a nuestro alrededor, de interactuar con nuestro entorno, de salir a pasear por nuestro barrio o visitar alguna otra ciudad, de airearnos, de comunicarnos, de estar informados, de conectar con los afectos a través de esa complicidad que nos acerca y nos hace sentir que en el otro hay algo de mí mismo y viceversa, que hay una conexión especial, cosas en común que compartir, ideas, vivencias, travesuras, recuerdos, historias, etc. 

Nos sentiremos más cercanos a nuestros hermanos y primos, aflorará ese afecto especial hacia ellos, aunque también pueden salir a la luz temas pendientes con ellos, relacionados con el afecto, la madre, la familia, el hogar, la casa, la infancia, el linaje, los recuerdos, etc. 

Además, estarán influyendo más de lo habitual en nuestra experiencia emocional, instintiva y psíquica. Puede, por ejemplo, que se hagan presentes en nuestros sueños y/o que sintamos una conexión especial con ellos a través de la intuición y los presentimientos. 

Y en general, la comunicación en el hogar cobrará mayor importancia, las conversaciones con la madre o sobre ella, así como con la familia serán de especial importancia durante esta Luna llena e incluso durante el resto de este ciclo lunar. 

Las noticias acerca de familiares y afectos, de la casa y de cualquier espacio que consideremos nuestro territorio estarán a la orden del día, sobre todo aquellas relacionadas con familiares y propiedades que están en el extranjero, así como también noticias de viajes de allegados o visitas de familiares que estaban lejos (no olvidemos que el novilunio en Sagitario ha dejado su  impronta en este ciclo al darle inicio, máxime cuando en este tuvo lugar un eclipse de Sol). 

En todo caso, este plenilunio puede surgir algún viaje corto en familia y más paseos que de costumbre, o incluso un viaje al extranjero pero no de esos de descanso y desconexión sino de aquellos en los que no paramos de visitar diferentes lugares, e incluso diferentes ciudades, y que fluirá con abundante comunicación y/o movimiento, un no parar como quien dice, aunque con ciertos obstáculos y restricciones al movimiento y la, dada la presencia de Mercurio, dispositor de esta Luna, en el signo de Capricornio, que reforzará la energía restrictiva que la presencia de Saturno en Acuario ha representado sobre la población de un tiempo para acá.

A nivel emocional, estaremos vacilantes y dispersos y puede también que algo inquietos y nerviosos, y es que estaremos procesando interiormente toda la avalancha de información que percibimos del medio e intentando asimilarla, no sin antes pasarla por el filtro de la razón, como bien corresponde a la naturaleza aérea de este signo, que se mueve esencialmente a través de la mente, del intelecto, de las ideas.

Precisaremos también comunicar de alguna manera nuestras emociones, ya sea a través de conversaciones con personas de nuestro entorno más íntimo, escritos, mensajes, etc.

Sea como sea, necesitamos ponerle palabras a eso que habita en nuestro interior, narrar nuestra historia, expresar esa atmósfera interior, confesarnos con alguien íntimo para nosotros y, de esta manera, sentirnos escuchados y acogidos. 

Igualmente, puede que estemos más predispuestos a escuchar a los demás, a aconsejarlos, a mimarlos y cuidar de ellos a través de la palabra.

Es importante señalar que el eje del plenilunio, Géminis (donde estará la Luna llena) – Sagitario (donde se encontrará el Sol) nos está invitando, entre otras cosas, a prestar mayor atención a nuestro diálogo interno que será el receptáculo de todas nuestras creencias, que se verán allí reflejadas, y esto puede ser muy revelador en función de nuestro trabajo evolutivo.

Ese diálogo surgirá como respuesta a la búsqueda de sentido de nuestra existencia que propone el Sol en Sagitario, e implicará el tener que comprender racionalmente la visión abstracta de nuestra mente superior, para poder asimilar su esencia y, para ello, habrá primeramente que sentir, que experimentar lo que a nivel emocional nos genera y permitir que el lenguaje de inconsciente nos hable a través de la introspección, de la intuición, de los sueños, de los oráculos, para luego hacernos cargo de ese mensaje. Y cierto es que este lenguaje puede resultar misterioso, confuso, difuso, incluso ambiguo, todo un reto para la mente el poder interpretarlo, por ello habrá que poner orden a esa información y hallar el sentido práctico de lo que nos quiere transmitir.

Esta búsqueda de sentido que nos ocupa se ha visto además intensificada por el reseteo que representó el reciente eclipse solar en el signo de Sagitario, al comienzo de este ciclo lunar. Este punto de inflexión pudo generarnos una especie de incertidumbre existencial, como si aquello que teníamos tan claro en nuestra aventura vital ya no lo estuviera tanto y precisásemos explorar más profundo en nosotros mismos para poder encauzar la ruta.


Fue como si la luz del camino se apagase durante el viaje y, de pronto, nos sintiésemos algo perdidos, desorientados y/o desconcertados, lo cual puede haber representado el replantearnos algunas cosas, el abordar nuestra aventura vital desde una nueva perspectiva, para poder así renovar el sentido de nuestra existencia, actualizarlo, reinventarlo, recrearlo, para lo cual se nos ha pedido soltar viejas creencias, en definitiva, desaprender.

La presencia de Júpiter, dispositor del Sol por su regencia sobre el signo de Sagitario, en el creativo signo de Acuario, pondrá de manifiesto la intención reveladora, cocreadora y liberadora de esa consciencia que está buscando expandirse y que nos conmina a un cambio radical, a un despertar, a un salto cuántico. 

Para ello será preciso, como ya he mencionado, liberarse de creencias obsoletas, dar un giro repentino a la perspectiva de nuestra visión, plantearnos un cambio de paradigmas de tipo filosófico, político, religioso, cultural, educativo, puesto que los viejos ya no resultan congruentes con nuestro actual estado de consciencia, y eso, en gran medida, puede ser lo que nos hace sentir, en cierta forma, perdidos, ya sea a nivel personal o colectivo, proponiéndonos una nueva búsqueda que nos permita encontrarnos. 

Paradójicamente, puede que esa renovación pase por el retorno a los orígenes, a esa potencia creadora que nos conecta a lo natural, a la tierra, a los recursos que el universo de forma espontánea nos ofrece para que, a través de ellos, cocreemos algo nuevo.

Mercurio, dispositor de esta Luna llena por su regencia sobre el signo de Géminis, se encontrará, como he mencionado antes, en el exigente y estructurado signo de Capricornio, conduciendo nuestro diálogo interno a una concreción o cristalización, buscando, en todo caso, darle un cauce pragmático.

Sentiremos la necesidad de poner en orden nuestras ideas, que emergerán fruto de la experiencia emocional, pero también puede que lleguemos a sentirnos intelectualmente bloqueados, y ello podría ser el resultado de una errónea gestión emocional que habrá de corregirse, de una dispersión interior, de un experimentación emocional superficial, etc.

Es preciso pues, permitirnos escuchar la voz del alma, de nuestras emociones y percepciones, sentir ese susurro interior que, de alguna manera busca guiarnos en la oscuridad, en la incertidumbre; comprender el lenguaje de nuestra intuición y estar atento a las señales de nuestra atmósfera emocional y psíquica, a los mensajes simbólicos de nuestros sueños, para luego ver de qué manera se manifiesta esta información en el mundo material, qué lógica tiene en un sentido práctico aquello que parece tan inasible, acuoso, misterioso e, incluso, a priori incomprensible pero que, de alguna manera, puede resultar inspirador e iluminador, guiándonos interiormente y ofreciéndonos una interesante información que habremos de organizar en nuestra mente para que pueda servir a nuestras metas.

La rigidez mental de Mercurio en Capricornio, puede hacer que juzguemos y cuestionemos todo ese backgraund de información que ha emergido de nuestro inconsciente y de la fluctuante atmósfera del alma, que nos mostremos incrédulos o intelectualmente resistentes ante ese contenido, no obstante, es importante romper los condicionamientos de la mente y abordar esa información con el respeto que se merece, pues tiene una razón de ser y es preciso saber asimilarla con discreción y madurez.

Mercurio en este signo hace referencia a una comunicación sería, estructurada y estratégica, pero que también puede resultar pesada, exigente y crítica, por tanto, será importante gestionarla con madurez, respeto, paciencia y saber poner límites y organización cuando esta no resulta esta resulta destructiva en lugar de constructiva. 

A nivel mundano, la presencia de Mercurio en Capricornio, con su dispositor, Saturno, en el signo de Acuario, apunta a cambios radicales a nivel corporativo en el sector de las comunicaciones, los medios informativos, el transporte y el comercio, los cuales se enfrentarán el desafío de estos tiempos de restricciones y exigencias y pueden no sólo evidenciar grandes cambios sino también verse expuestos al quiere y al caos propio de un sistema en proceso de desmoronamiento o ser incluso los medios a través de los cuales ese caos se genere. Puede también que algunos de estos decidan revelarse de alguna manera ante los condicionamientos del sistema, haciendo tambalear más aún la economía en estos tiempos de inestabilidad financiera y crisis de recursos.

En cuanto al resto de la dinámica energética intrínsecamente implicada en este plenilunio, cabe destacar el trígono que la Luna en Géminis y el sextil que el Sol en Sagitario se encontrarán formando con el planeta Júpiter, lo cual facilitará enormemente los cambios de paradigma que este momento cósmico propone. Estos planetas al estar aspectados de esta manera estarán conformando una figura denominada media cometa cósmica, la cual es muy dinámica y propone el desafío de integrar la dualidad con el fin de aprovechar las oportunidades que las relaciones e interacciones sociales nos pueden brindar, en este caso en particular serán, sobre todo las relaciones de tipo familiar y con personas extranjeras las que puedan ofrecernos un avance, así como con las interacciones con personas vinculadas al ámbito político, religioso, cultural, educativo. Independientemente de ello, las asociaciones y relaciones pueden representar una oportunidad de nuevos aprendizajes y de avances obtenidos gracias a lo que estás nos puedan aportar a nivel intelectual y/o cultural. 

A nivel mundano representará un momento de cambios radicales a nivel político y religioso en el que las alianzas y la diplomacia jugarán un papel determinante.

Por otra parte, la Luna llena geminiana se encontrará formando un quinconcio con Venus y Plutón, que aún se encuentran en conjunción en Capricornio, mientras que estos estarán participando a su vez de un semisextil con el Sol en Sagitario, todo lo cual estará conformando  una figura cósmica denominada aguijón celeste, la cual implica en esencia el vernos envueltos en circunstancias vitales que se antojan contravenientes a nuestros planes, así como en situaciones, actividades, o relaciones que, aunque pueden resultar beneficiosas o necesarias en algún sentido, discurren por debajo de nuestras expectativas o preparación,  lo cual puede dejar una sensación de insatisfacción, frustración y/o desvalorización. 

En el caso particular de los planetas y signos implicados, esta experiencia puede ponerse en evidencia especialmente a través de la sociabilización y las relaciones de pareja o asociación, en las que podemos sentir, por ejemplo, que las metas no son las mismas o que, aunque lo fueran, el otro no se esfuerza lo suficiente por ellas y por lo tanto se establece un juego de poder en un intento de conseguir progresar hacia donde cada uno quiere. Para subir una montaña juntos es preciso que exista la suficiente implicación  y compromiso y tener claras cuáles son las metas en común y estar dispuestos a asumir con voluntad los desafíos con a enfrentar y a aportarse mutuamente en las buenas y en las malas.


Es posible también que sintamos que la relación nos está transformando en personas más maduras y fuertes pero que a la vez nos está obligando a endurecernos, a formar una especie de coraza para no sufrir ante las carencias afectivas y el reconocimiento dentro de la misma, lo cual se hará patente sobre todo a través de la comunicación y de asuntos relacionados con nuestros ideales y creencias, así como con la cultura y la educación.

Puede ser que estemos con alguien que no valora nuestra formación, nuestros estudios o nuestro enfoque de la vida, que nos compara de forma tácita o sutil con otros, haciéndonos sentir inadecuados o desmerecer ores de su afecto.

O puede ser también que estemos compartiendo la vida o relacionándolos con personas con una filosofía de vida y unas creencias políticas y/o religiosas muy diferentes a las nuestras y ello genere cierto rechazo de un lado o de otro, incluso mutuo, desavenencias, incomodidad e incomprensión en la comunicación, e insatisfacción por sentir falta de complicidad ante visiones de vida tan distintas.

Sea como sea, la conjunción Venus Plutón en Capricornio, nos propone un período de transformación a través de la sociabilización y las relaciones que puede resultar en una oportunidad para madurar, empoderarnos en nuestras metas y a nivel social y  profesional, morir y renacer como el ave fénix en nuestra autoestima utilizando para ello las cualidades capricornianas, templanza, esfuerzo, trabajo, disciplina, autoexigencia, ambición, merecimiento, perfeccionamiento, etc.

Es posible que el dolor, el maltrato y el sometimiento que algunas personas pueden encontrarse experimentando en sus relaciones ya sea de pareja o asociación, los lleve a tomar consciencia de que merecen algo mucho mejor y que con esfuerzo y tesón podrán empoderarse y, finalmente, liberarse. No olvidemos que Saturno, dispositor de esa conjunción por su regencia sobre el signo de Capricornio, se encuentra en el inconformista, irreverente y transgresor signo de Acuario. Así que, no hay cadena que no pueda ser rota pero habrá que poner de nuestra parte, no caerá del cielo, aunque puedan haber ayudas que faciliten el proceso, habrá que esforzarse, trazar una estrategia de transformación y labrarse a pulso el camino a esa liberación. 

Esta conjunción representará, en todo caso, una experiencia que nos fortalecerá y nos hará más sabios.

Otra forma que puede tener de manifestarse la conjunción Venus-Plutón en Capricornio es a través del empoderamiento conjunto de la pareja o la asociación, del compromiso asumido de transformarse mutuamente en mejores personas, así como de transformar la relación puliendo sus aristas con esfuerzo y dedicación, respeto mutuo y espíritu de perfeccionamiento, ganando madurez, fortalecimiento y estabilidad, y de la implicación y la lucha codo a codo por superarse juntos y labrarse una vida mejor.

También es una excelente oportunidad para el empoderamiento femenino, que puede  implicar el tener que salvar algunos escollos culturales, políticos o religiosos a los que aún tenemos que enfrentarnos dentro de marco de esta sociedad patriarcal y requerir así mismo un reajuste en la forma de comunicar nuestras necesidades, emociones y afecto. 

Hay muchas transformaciones aún que realizar en esta sociedad  y en el sistema para que se nos respete y que podamos posicionarnos de forma más prominente e influyente. Lamentablemente, los factores políticos han querido adueñarse del proceso de empoderamiento femenino, utilizándolo como estandarte y desvirtuándolo en función de sus intereses, mientras en realidad sigue existiendo un problema estructural muy arraigado que aún no ha sido superado, en el que influyen componentes de tipo político, religioso, educativo y cultural, que mantiene sumidas a muchas mujeres en el sometimiento, la dependencia y la miseria. Ante esto se requiere una toma de consciencia profunda en nuestra sociedad acerca del poder creativo y transformador de lo femenino y el miedo que este poder genera en la misma, lo cual no quiere decir, cosa que también será posible ver con esta conjunción, que hayan mujeres que abusen de su poder e influencia, que ejerzan la autoridad de forma coercitiva, manipuladora y dictatorial. Es hora pues de que las mujeres trabajemos nuestra relación con el poder y la autoridad, y nos empoderemos de forma sana, sabía y coherente.

Es un tiempo pues de aprender pero sobretodo de desaprender y de satisfacer la necesidad de diálogo, mismo que se precisa para que podamos dar curso a los cambios y transformaciones que este período demanda.

Por lo demás, disfrutemos de este plenilunio nutriendo nuestro intelecto con buenas lecturas, cultivando la escritura como forma de plasmar aquello que habita dentro de nosotros, nuestras emociones, la sabiduría legada de nuestro linaje, la sabiduría de lo femenino, nuestras percepciones e intuiciones, y la comunicación como forma de dar voz a nuestro mundo interior y de expresar el afecto.

Que disfrutéis de esta Luna llena, adiestrando y optimizando la mente, cuyo enorme potencial  aún escapa a nuestra comprensión pero que está ahí para ser utilizado, puesto en práctica. Si hacemos buen uso de ella seremos capaces de superarnos a nosotros mismos, venciendo los miedos, barreras y limitaciones que en ella se encuentran para ser capaces de manifestar progresivamente nuestras metas.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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