Luna Llena en Aries 2021

Estamos experimentando la impronta de una Luna llena revitalizante, activa, intensa, una Luna que nos invita a tomar consciencia de la urgencia interior de aventurarnos a nuevos inicios, de acometer emprendimientos, de luchar por nuestras necesidades básicas y por todo aquello que nos toca el alma. Y es que, en esta oportunidad, vemos a nuestra madre celeste plena de luz en el enérgico, entusiasta y guerrero signo de Aries, concretamente en el grado 27.

La Luna, como bien sabemos, es el astro asociado, entre otras cosas, a nuestro mundo emocional, es el que modula nuestras tendencias emocionales, nuestro psiquismo e instintos y guarda relación con nuestras motivaciones inconscientes, así como con la sabiduría ancestral.

En este sentido, con la Luna llena ariana pueden emerger emociones muy intensas, vinculadas al instinto de supervivencia. Podemos encontrarnos experimentando emociones muy básicas, como rabia, ira, pudiendo incluso llegar a responder de forma agresiva ante cualquier estímulo que sintamos como amenazante ya sea en un sentido literal o no, es decir, ante cualquier cosa que desde nuestra percepción represente un peligro para nuestra supervivencia, que amenace la satisfacción de nuestras necesidades, o bien que nos agreda en un sentido psíquico o emocional.

También estaremos a la defensiva ante cualquier cosa que pueda afectar nuestra intimidad, que pueda perjudicar a nuestro núcleo familiar o a nuestros afectos en general.

Es posible, por otra parte, que nos sintamos en un estado de conflicto interior, que experimentemos inquietud, ansiedad o desazón, e incluso algún episodio de cabreo o de rabieta.

Es importante, en este sentido, tomar consciencia de nuestra rabia, de nuestra ira y de toda la agresividad que emerge de nuestro mundo inconsciente afectando nuestro estado emocional y nuestra percepción, así como nuestra respuesta ante los estímulos del mundo que nos rodea y nuestra interacción familiar y afectiva, y tomar cartas en el asunto, hacerse cargo de esa impulsividad y tendencias iracundas, explorar de dónde proviene esa rabia, qué es lo que nos enfada tanto, qué es lo que sentimos como una amenaza, porqué, y cómo podemos canalizar esa energía tan intensa, vibrante y violenta de forma sana y creativa.

La energía ariana es muy vital y pide acción, movimiento y una actitud resolutiva, es apasionada, penetrante, rápida e inquieta, es, en sí, la energía vital en estado puro, buscando emerger, brotar, romper el cascarón, salir de la inercia y del estancamiento, activar, iniciar, poner en marcha, autopreservarse, sobrevivir, perpetuarse. 

Una de las formas de canalizarla es a través de la actividad en general, así como del ejercicio, otra forma es por medio de la sexualidad, y otra a través de los emprendimientos. 

Sea como sea, hay que buscarle cauce. Si no hacemos nada con ese impulso vital que quiere emerger, nos sentiremos inquietos, incómodos, con una especie de ansiedad y resquemor que puede llevarnos a estar irritables y predispuestos a pelear.

Otras de las necesidades  que pueden surgir cuando la Luna florece en el signo de Aries es la de liderar, la de estar a la cabeza o ser el primero o el número uno en aquel ámbito de la vida en el que la Luna deje su impronta  durante este plenilunio.

Será además un área de nuestra existencia que tendrá prioridad para nosotros por lo que estará representando a nivel emocional, o bien  por ser aquella a través de la cual estaremos buscando nutrición,  afecto o la satisfacción de otras necesidades primordiales.

Pero, a parte de estas, hay otras necesidades que se hacen patentes cuando la Luna nos brinda su nocturna luz en este signo. Una de ellas es la independencia, el ser capaces de valernos por nosotros mismos, saber maternarnos, autosatisfacernos, etc.

Otra es la de autoafirmarnos, y así mismo, la de ser originales, auténticos, ya que Aries representa el Yo, la individualidad. Su frase es Yo Soy, lo cual connota una afirmación de la propia existencia, de la vida como entidad separada (aparentemente) del resto, como energía encarnada, como chispa divina que ha venido a nacer a este mundo, a experimentar, a reconocerse y, para ello, ha tenido que asumir un personaje en este teatro de la vida, en este juego de la consciencia, una chispa que, siendo energía divina en estado puro, busca diferenciarse, adquiriendo una forma particular de manifestación, un carácter propio, una máscara con la cual transitará en este juego de ilusiones que es el Samsara, la existencia condicionada, para, de esta manera, evolucionar.

A nivel familiar y hogareño, está Luna llena puede llevarnos a situaciones que requieran de acciones rápidas, de iniciativa, liderazgo e impulso. Puede que vivamos esta esfera vital con más intensidad que de costumbre, que nos veamos llamados a luchar por defender nuestro clan, nuestro hogar o nuestro territorio. 

Es posible, así mismo, que conectemos con la rabia o la ira o que experimentemos situaciones violentas a través del ámbito familiar o de asuntos vinculados con la casa. En este sentido, es necesario aclarar que cuando hablo de violencia no necesariamente tiene porqué entenderse como violencia física, sino que también puede ser de tipo psicológico, psíquico, etc., a través de cualquier gesto, acción o incluso inacción que nos violente, agreda o atente de alguna manera a nuestra supervivencia o bien a nuestra seguridad o bien a nuestra seguridad emocional.

Es todo caso, la energía de esta Luna puede representar un llamado a nuestro guerrero interior, a ese guerrero que quizá en un tiempo más o menos remoto estuvo representado por algún ancestro, como puede ser, por ejemplo, ese abuelo y/o abuela que tuvieron que luchar por sobrevivir a la guerra y/o al hambre, a la escasez, a un entorno hostil, etc., o quizá un antepasado más lejano del que ni siquiera tuvimos conocimiento pero que sigue vivo en nuestra memoria familiar, en nuestro archivo inconsciente.

La memoria de ese guerrero ancestral pervive a través del clan y en nosotros mismos, nos enseña a sobrevivir y a ser valientes, nos da fuerzas para luchar y nos recuerda lo que es realmente primordial.

En un sentido más mundano, este es un tiempo de emprendimientos e iniciativas en lo que a los pueblos y naciones se refiere, algo nuevo ha de nacer en algún ámbito relativo a la casa donde tenga lugar el plenilunio para un lugar concreto, algo comienza allí. 

Pero este signo, inquieto, impulsivo y belicoso, también puede traer o hacer recrudecer la violencia en algunos lugares del planeta, como pueden ser aquellos en los que el plenilunio ocurra angular, es decir, con la Luna haciendo conjunción a alguno de los ángulos principales de la carta del plenilunio para ese lugar, o bien, en aquellos países, ciudades o pueblos en los  que la Luna o Marte, dispositor de la misma por su regencia sobre el signo de Aries, activa alguna configuración tensa y potencialmente violenta de su carta fundacional.

Será un período de lucha para algunos pueblos, de reafirmación de la identidad para otros y de iniciativas que afectan de alguna manera a la población y al país, ciudad o pueblo como tal.

La T cuadrada conformada por la Luna en Aries, el Sol y Marte, que se encuentran en conjunción en Libra y Plutón en Capricornio, añadirá la tensión necesaria para que puedan suscitarse hechos de naturaleza violenta en los que se buscará intervenir de forma diplomática pero con mucha resistencia por parte de las élites de poder que, como es de esperar, estarán pujando por mantener el control de la situación en función de sus propios intereses.

Marte en Libra, como he dicho en alguna ocasión, suele hacer referencia a esas guerras “en nombre de la paz” o bien, “en nombre de la justicia” , a conflictos de tipo diplomático, a pugnas legales y a iniciativas tomadas con titubeo, que parten de la indecisión, que suelen ser consultadas con otros antes de tomarse y que muchas veces requieren del consenso de dos partes, como puede ser un socio, una pareja, u otra parte involucrada. En este sentido, la mencionada T cuadrada puede hacer referencia a un conflicto de intereses, donde el juego de poder estará muy presente en tensión al afán por llegar a un acuerdo y actuar con ecuanimidad y justicia, contrapuesto a una atmósfera emocional irritable, egótica y cargada de espíritu competitivo y pendenciero. Así que no será fácil ponerse de acuerdo pues la tendencia será la de no  querer dominar la situación y no dar el brazo a torcer.

Habrá que respirar profundo y aprovechar la capacidad que nos da Mercurio en Libra para dialogar y escuchar el punto de vista del otro e intentar llegar a un acuerdo razonable para las partes interesadas.

Esperemos pues que sepamos gestionar la intensa e impulsiva energía ariana lo mejor posible, quizá nos ayude, además de hacer ejercicio y estar lo más activos posibles, el tomarnos alguna infusión relajante, hacer algo de yoga y meditación, Chi Kung, Tai Chí, o cualquier otra disciplina que nos ayuda a canalizar y armonizar nuestras energías.

El guerrero interior ha de emerger pero ha de ser justo y buscar la armonía y la paz, por encima del deseo de imponerse y dominar por la fuerza, de lo contrario el escenario puede ser muy desagradable y al final nadie saldrá ganando.

Qué esta Luna nos ayude a autoafirmarnos con armonía y gracia, no hay nada más bello que ser uno mismo, aunque para ello haya que vencer la inercia de nuestros miedos y condicionamientos y transformar ciertas resistencias que dificultan a este personaje que encarnamos el dar curso de forma más fluida a su evolución. En conclusión, aceptemos el desafío y trabajemos interiormente para ser más auténticos y fieles a nosotros mismos. Y también cuidémonos, como una madre, aprendíamos a ser autosuficientes pero también aceptemos la ayuda cuando ésta sea necesaria, pues no estamos solos, y a veces podemos conseguir más cooperando, aunque ello también requiera vencer miedos y resistencias, sí sabemos gestionarlo podremos dar curso a importantes iniciativas conjuntas que probablemente nos podrán llevar más lejos de lo que imaginamos, no olvidemos que Venus, dispositor del Sol y Marte en Libra, y además de Mercurio, también en este signo, se encuentra transitando el signo de Sagitario, así que en la unión está la expansión.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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