Luna Llena en Acuario 2021

Ha llegado el momento de asomarnos a la ventana y observar ese espejo gigante que es el macrocosmos, ese espejo donde vemos reflejado el microcosmos, nuestro universo interno, acogido por este cuerpo humano que es su manifestación física.

Todo en este planeta conforma un microcosmos que es un fractal de ese macrocosmos que percibimos cuando miramos al cielo. Somos microcosmos andantes que interactúan unos con otros, fractales dinámicos en evolución.

Cuando comprendes esto, entiendes el principio de la energía acuariana, la multiplicidad de formas en que la unidad se manifiesta y el orden que existe en el caos, ese caos creativo que precisa de un punto crítico de ruptura, de inflexión, para que algo nuevo pueda manifestarse.

En el origen del universo, la unidad, Dios, la inteligencia divina, la fuente, la energía primigenia o como quieras llamarle, encontró la manera de manifestarse de forma múltiple y diversa, ya sea que lo hiciese a través de una gran explosión o de una fluctuación cuántica, fue capaz de adquirir muchas formas y, a través de ellas, conocerse a sí misma. Y es que sin caos no hay creación.

La energía de Acuario es impredecible, creativa, eléctrica, explosiva, disruptiva, promueve el cambio, la ruptura, la innovación, los saltos cuánticos, el despertar a nuevas formas de percibir la realidad, de ser y de hacer.

Y ahora toca, al asomarnos a esa ventana cósmica, esa ventana que mira tanto hacia afuera como hacia adentro, ver a la Luna brillar plenamente en el cielo, como protagonista femenina de la saga que es esta experiencia evolutiva, de este juego energético a través del cual la consciencia evoluciona, teniendo como escenario el innovador, cambiante, sorpresivo, errático y revolucionario signo de Acuario, concretamente en el grado 1 del signo.

A nivel interno esta Luna promete altibajos emocionales que pueden darnos la sensación de estar en una montaña rusa, pasando repentinamente de un estado emocional a otro, lo cual puede resultar vertiginoso. Esto es, en cierta medida, porque la energía del cambio estará flotando en el ambiente y nos impactará, de una forma u otra, de manera inesperada, alterando nuestro estado anímico, y, por otra parte, porque nuestro mundo interior puede encontrarse agitado, inquieto, experimentando su propia pulsión de cambio. Ciertamente, como es adentro es afuera y como es afuera es adentro.

Es posible también encontrarse algo estresado, nervioso o ansioso, incluso algunos pueden llegar a experimentar una extraña sensación de que algo impactante está por ocurrir, esa especie de intuición o corazonada que nos advierte de que el día se girará bruscamente o que nuestra vida cambiará en algún aspecto. Es un momento cósmico donde estamos más expuestos a sobresaltos, tiempo de adrenalina, de vértigo, que será más fácil de sobrellevar si aprendemos a vivir en el aquí y el ahora, así que es una excelente oportunidad para poner en práctica el mindfulness. 

Otra característica de la Luna en este signo es el desapego emocional, que puede conducir al pasotismo y a una expresión afectiva más bien desenfadada, amistosa sí, pero muchas veces fría, distante o despreocupada. Y es que Acuario, aunque gregario y humanitario, es también muy individualista e independiente, la libertad es su premisa y no entiende de ataduras, de convencionalismos, ni de condicionamientos.

Por si fuera poco, la Luna se encontrará haciendo conjunción a Plutón, que aún se encuentra retrógrado transitando los últimos grados del signo de Capricornio, lo cual añade mayor intensidad a este plenilunio, proponiéndonos una profunda transformación estructural, la cual puede ser vivida como una crisis interna, como una especie de terremoto que nos remece los cimientos del alma, o bien, como una liberación de estructuras, patrones y condicionamientos caducos, como una oportunidad para reinventarnos desde lo más profundo del alma y salir de esa zona de confort en la que, por algún motivo, nos habíamos apalancado, estancando así nuestra evolución.

Sea como sea, la mejor manera en que podemos transitar esta experiencia es viviéndola con el mayor desapego posible, esto no quiere decir que reprimamos el dolor que el cambio puede llegar a generarnos, sino que lo afrontemos con resiliencia, responsabilidad y madurez, enfocándolo como una experiencia que nos hará más fuertes y sabios, y que no nos aferremos a él, que podamos soltarlo y así facilitar el cambio al derribar esas resistencias que no hacen más que retrasar el proceso.

Tales resistencias son, en gran parte, fruto del miedo, que es normal que emerja cuando el cambio se cierne sobre nosotros, sobre todo porque en la mayoría de los casos supone, en mayor o menor medida, una perdida de control, una entrega a la incertidumbre de lo nuevo, a la vorágine de lo desconocido, no obstante, no se trata de hacernos los valientes, negando nuestros temores, sino de ser conscientes de ese miedo que está allí, reconocerlo, sentirlo, aceptarlo y, en lugar de permitir que nos domine y acorrale, elegir empoderarnos y transmutarlo en esa fuerza de voluntad que nos ayudará a salir airosos de esa experiencia.

El hecho de que esta conjunción sea separativa facilitará el proceso de liberarnos y dejar atrás esas cadenas, condicionamientos y sufrimientos que nos atenazan. Nos está indicando además que estos cambios no han salido de la nada, por decirlo de alguna manera, sino que se han venido forjando a lo largo del tiempo, y ahora simplemente se están desencadenando, buscando una resolución a través de un momento crítico que ya no admite más retrasos.

Además de nuestro mundo interior, de nuestra dimensión emocional, la Luna, arquetipo por excelencia de lo femenino, está vinculada a la madre, a la familia o clan, a la casa, al hogar, al territorio. En este sentido, es de esperar que durante este ciclo lunar y, en especial, durante esta Luna llena, estos factores puedan verse afectados por la impronta del cambio, que surjan sorpresas, imprevistos, crisis, rupturas, que afecten nuestro ámbito familiar o afectivo.

Esta Luna tiende a propiciar mudanzas, remodelaciones o algún otro tipo de cambio relacionado con nuestra casa y nuestra atmósfera hogareña.

La nutrición, también asociada al arquetipo lunar, puede verse igualmente afectada, puede que algunos consuman más comida chatarra que de costumbre mientras que otros tomarán consciencia acerca de la necesidad de hacer cambios en su alimentación, ya sea por razones de salud o por cualquier otro motivo.

Es posible, así mismo, que el stress se refleje en nuestro cuerpo a través de molestias estomacales así que será mejor encontrar una forma de relajarnos y canalizarlo de alguna manera.

La Luna en Acuario hace también referencia a ese sentimiento de ser uno entre la multitud, de reconocernos como individualidad dentro de la multiplicidad, ese sentimiento de humanidad, de que todos somos uno, que formamos parte de la gran familia humana.

La fraternidad y la igualdad son, junto a la libertad, los principios acuarianos por excelencia. Este es el signo de la amistad, de la interconexión, de las redes sociales, por tanto, esta energía amistosa, fraternal y gregaria estará muy enfatizada también durante este plenilunio.

En este sentido, la conjunción de la Luna llena en Acuario a Plutón retrógrado en Capricornio nos recordará la capacidad que tiene la colectividad de trasformar las estructuras de poder que se resisten al cambio, de reforzarlas o derribarlas, según sea el caso, de remover y resquebrajar aquello que está caduco y se niega a morir dentro del sistema, máxime cuando Saturno, dispositor de esta Luna llena por su regencia tradicional sobre el signo de Acuario, se encuentra también en este signo, conjunto a la Luna y en movimiento retrógrado, ofreciendo una oportunidad de revisión de esas estructuras caducas que, de no reinventarse, acabarán siendo derribadas.

Por su parte, la oposición del Sol en Leo a Plutón y la Luna, pondrá el foco de luz sobre este proceso, visibilizando el estancamiento recalcitrante que ha venido ralentizando nuestra evolución tanto a nivel personal como colectivo, así como la pulsión de cambio, rebeldía y liberación que está remeciendo nuestro interior y que forma parte de ese proceso de despertar que estamos experimentando.

Con el eje energético Leo – Acuario activado por la oposición solilunar en estos signos, la consciencia brilla en su máximo esplendor, con el Sol dignificado, en su propio domicilio, iluminando a la gran familia humana, haciendo sacudir nuestras almas con la potencia de sus fotones, que las hacen vibrar con mayor intensidad, revelando en nuestro interior aquello que estaba velado y que puede ser determinante para nuestra evolución.

En definitiva, este plenilunio anuncia una toma de consciencia que nos remecerá, agitará y renovará interiormente, lo cual se escenificará externamente de muchas maneras, no sólo a escala personal, sino también social.

Asistiremos, entre otras cosas, a cambios radicales en la sociedad, revoluciones, manifestaciones, revueltas, en medio de luchas de poder, choques de egos, liderazgos carismáticos y de personalidades brillantes, luminosas, resaltantes, talentosas y creativas que harán notar su influencia ante la colectividad.

Urano, también dispositor de esta Luna por su regencia moderna sobre el signo de Acuario, sigue su periplo por territorio taurino, propiciando el cambio en todo lo referente al dinero, los recursos, la autoestima y la naturaleza.

Esta última se hará sentir a través del cambio climático que ya hace un tiempo padecemos y de desastres naturales, como pueden ser terremotos, huracanes, fuertes tormentas eléctricas y lluvias torrenciales.

La madre Tierra será la que en gran medida nos despierte del letargo y nos haga tomar consciencia de la necesidad de renovar o derribar ciertas estructuras que no le hacen ningún bien tal como están planteadas.

Esta es, en parte, la propuesta de la cuadratura que Urano en Tauro está formando con Saturno, ahora retrógrado, en Acuario, que implica, entre otras cosas, el derrumbe económico que está contribuyendo resquebrajar y reformar el sistema.

Mercurio, que se encuentra ya en el último tramo del signo de Cáncer se encontrará en conjunción al Sol en Leo y en oposición a Plutón en Capricornio, aportando sensibilidad y receptividad a la comunicación y un intelecto capaz de dejarse guiar por la intuición y empaparse del contenido emocional, lo cual sumará a la expresividad del Sol en Leo que, por su parte, ayudará a ese Mercurio a vencer la timidez a la hora de transmitir sus ideas, logrando entre ambos un gran impacto e influencia, más aún si consiguen integrar el poderío, la profundidad, sabiduría y naturaleza transmutadora de Plutón, reconciliando así esa intensa oposición. Lo que se exprese puede ser entonces tan subjetivo y brillante como demoledor.

Así mismo, esta Luna llena traerá consigo hallazgos e inventos, así como también adelantos en ciencia y tecnología, la revelación de secretos de estado y la ocurrencia de diversos sucesos de impacto.

Queda pues de nosotros estar atentos a estos tiempos de cambio radical, que demandarán de nuestra parte vivir esos principios acuarianos de libertad, igualdad y fraternidad, ser capaces de observar la realidad desde una nueva perspectiva, más coherente y humana, practicar el desapego emocional y la libertad interior, derribar nuestros propios muros internos y liberar de esa torre que construimos en el alma toda la potencialidad reprimida que nos permitirá empoderarnos y ser más creativos para fluir con la vida a nuestra manera, siendo nosotros mismos pero estando a la vez perfectamente integrados en nuestro entorno, lo que en Tarot equivaldría al arcano XVI, La Torre, liberándonos de las cadenas del arcano XV, El Diablo, invitándonos a integrar su poder transformador así como la riqueza que entraña su enorme potencial creativo para que el arcano XVII, la Estrella, pueda fluir libremente y brillar entre todas las estrellas del firmamento. Tal es la naturaleza de este proceso.

Es un excelente momento para hacer terapia e integrar procesos, cerrar ciclos con el debido duelo y dar ese salto cuántico al que la vida nos está llamando, siendo conscientes de que estamos cocreando nuestra propia realidad.

Por último, es importante recordar que esta Luna viene a enseñarnos a soltar la pesada carga que representa el pasado, a fluir en el presente y a proyectar, con el poder creador de nuestra imaginación, el futuro que deseamos.

Con Saturno retrógrado en Acuario será posible intuir la diversidad de líneas de tiempo factibles de desarrollarse, cuál acabemos experimentando dependerá de nuestra vibración, de nuestro estado de consciencia, de nuestras elecciones, de nuestros actos y de la manera en que estos están buscando dar curso nuestro proceso evolutivo.

Estemos pues receptivos al cambio y seamos resilientes ante el huracán que puede llegar a representar este momento cósmico, luego podremos reconstruirlo todo desde un enfoque más coherente con nuestro actual estado de consciencia, un enfoque más humano, más libre, innovador y creativo.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga



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