La rosa como símbolo de Venus


Entre los mitos existentes acerca de Afrodita (Venus), diosa del amor y la belleza, encontrarnos algunos que la asocian con esta hermosa flor.

Uno de ellos nos habla de la trágica muerte de Adonis, de quién la Diosa estaba prendada, a causa del ataque de un jabalí, que no era otro que Ares (Marte), celoso del amor que esta sentía por aquel. 

Al correr desesperada hacia el cuerpo de su amante, según una de las versiones, la grácil Diosa se pinchó con un rosal y su sangre acabó tiñendo de rojo una rosa blanca que allí florecía.

Otra mito nos cuenta cómo Afrodita, luego de su nacimiento de la blanca espuma del mar, que no era otra cosa que el esperma derramado por Urano tras ser cercenado su miembro por su hijo Cronos, quiso probar su poder creando una preciosa rosa blanca que utilizaría de adorno en su terso y delicado pecho. 

En un encuentro con Dionisio, dios del vino, la vendimia, el éxtasis, la locura ritual, la fiesta, los excesos, el teatro y la fertilidad este derramó algo de vino sobre la pálida rosa blanca tornándola de un intenso color rojo.

Podríamos entender esto como una metáfora de la pérdida de la inocencia a la que podía conducir el amor (simbolizado por Venus) o bien como una símbolo de la iniciación en los misterios dionisíacos, caracterizados por la intensidad, la pasión y el desenfreno de su éxtasis ritual.

En otro, se nos narra acerca de los celos que sentía la Diosa Cibeles, Magna Mater, diosa de la tierra y señora de los animales, que la llevaron a crear la rosa para competir con la belleza de Afrodita.

Más allá de todos estos mitos, es muy posible que la asociación mitológica de Venus/Afrodita con la rosa tenga su origen en un hecho astronómico, la flor que Venus describe en su ciclo sinódico. 

Este, es el ciclo entre dos elongaciones máximas de su órbita y dura aproximadamente 584 días. Después de ese tiempo, Venus aparece en una posición a 72° de la elongación anterior. Dado que hay 5 períodos de 72° en una circunferencia, traza cinco bucles, regresando al mismo punto del cielo en un período de 8 años casi exactos.

Es así que realiza tan magnífico trazo, en su danza de sagrada geometría, describiendo con estos movimientos, además de la mágica estrella de 5 puntas o pentagrama (uno delos símbolos de la diosa) la perfecta forma de una rosa.

Una vez más, como es arriba es abajo y la diosa manifiesta su belleza así en los cielos como en la tierra y, para recordarnos esto, obsequia y deleita nuestros sentidos con su hermosa flor, símbolo de su amor, pasión, sensualidad y belleza.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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