Luna Llena en Sagitario 2021 y Eclipse Lunar

Cuando la Luna brilla en el signo de Sagitario sentimos la necesidad de expandirnos, de ir más allá de lo conocido, de explorar nuevos horizontes. Este signo, de naturaleza dual, mitad animal, mitad humano, con su flecha apuntando hacia lo alto, a ese cosmos infinito preñado de estrellas, se solaza tanto en los placeres mundanos como en las más elevadas aspiraciones, le resulta tan importante disfrutar del viaje como aprender de la experiencia con el fin de expandir su consciencia.


Es normal entonces que, durante el plenilunio sagitariano, queramos divertirnos, disfrutar de los placeres de la vida, de la buena mesa, del sexo, de la risa y el jolgorio y que, por otra parte, nos encontremos sintiendo un mayor interés por la filosofía, la política y/o la religión, los estudios, la cultura, todo  aquello que nos permita canalizar esa búsqueda de sentido tan importante para este signo.


Nuestra alma clamará por ir más allá, por nutrir nuestro mundo interior con el néctar de nuevos aprendizajes y experiencias; sentiremos la necesidad de viajar, de conectar con otras culturas, de aprender algún idioma, de estudiar algo que realmente nos llene y estimule nuestra mente superior, esa que es  capaz de elaborar abstracciones que expliquen todo aquello que deseamos comprender. Podemos también sentir la urgencia sumergirnos en una apasionante lectura que nos permita viajar con la imaginación, o bien, de seguir alguna ideología o camino filosófico que interiormente nos resuene.


A nivel emocional, la tendencia será vibrar en el optimismo y la alegría, la fe, la libertad y el espíritu aventurero, que estará a flor de piel.


No obstante, hay que tener en cuenta que este será un plenilunio peculiar ya que la Luna llena sagitariana, que tendrá lugar en el grado 5 del signo, será eclipsada por la sombra de la tierra y esto pondrá el acento en el lado más oscuro de este signo, en sus defectos, así como también en todo aquello de su naturaleza que, por cualquier motivo, hayamos podido estar reprimiendo en nosotros. Pueden entonces aflorar los vicios, los excesos, el optimismo ciego, la ingenuidad, que puede hacernos presa fácil de timadores u oportunistas, la arrogancia y la fanfarronería, la falta de tacto, las meteduras de pata, la actitud desbocada, etc.


Pero también es posible que sintamos emerger la alegría, la fe, el optimismo, el buen humor, la espontaneidad, la extroversión, el espíritu aventurero, la sabiduría, la libertad y la abundancia que habíamos desterrado a algún olvidado rincón de nuestra alma, quizá por querer encajar en determinados entornos sociales, laborales o de cualquier otro tipo, donde el patrón de comportamiento dominante estaba marcado por un talante más bien rígido, serio, comedido y circunspecto, o bien, a causa de sucesos traumáticos o experiencias de desaprobación o desvalorización que hayamos podido atravesar en algún momento de nuestras vidas.


El nodo Sur de la Luna, que  será el portal asociado a este eclipse, nos conectará con esas cualidades propias del carácter sagitariano, arraigadas y posiblemente olvidadas en el pasado, brindándonos la oportunidad de reconocerlas en nuestro presente y rescatarlas, recuperarlas o reafirmarlas, integrándolas de nuevo a la consciencia y aprovechándolas para avanzar en nuestro proceso evolutivo hacia esa misión que nos está señalando el Nodo Norte en Géminis que estará conjunto al Sol, imprimiendo así a esa misión un propósito que ha de ser pensar, idear, comunicar, informar/se, moverse, haciéndolo además con todo el brillo, el talento y el poderío propio del astro rey. 


Sin embargo, hay que tener en cuenta que  el mismo se encontrará en conjunción a Prima Hyadum, una estrella fija de la naturaleza de Saturno y Mercurio, que forma parte de las Híades, en la constelación de Tauro, y que actualmente coincide con el grado 6 del signo de Géminis. 


Aunque en general es una estrella que suele favorecer el intelecto y la oratoria, también puede dar lugar a situaciones tristes, violentas, contradictorias y desafortunadas, concretamente, el  encuentro del Sol con la energía de la misma puede inclinar  hacia la confusión o el desequilibrio mental, sucesos violentos, desgracias y naufragios. Y al ser una estrella del grupo de las Híades también es posible que traiga lluvias, tormentas y/o tempestades.


Otra de las tareas que nos propondrá el Nodo Sur de la Luna será desaprender, en este caso, aquellos rasgos menos favorables del carácter sagitariano que he mencionado más arriba, así como aquellas falsas creencias arraigadas en nosotros que pueden estar entorpeciendo nuestro proceso evolutivo. Estas son como lastres que es preciso soltar si queremos seguir adelante más livianos y fluidos. 


Es buen momento también para quitarse las vendas ideológicas, esas que pueden hacernos justificar lo injustificable, que tergiversan el ideal de justicia sagitariano pues nos hacen perder la imparcialidad y la objetividad, sumergiéndonos en puntos de vista condicionados, actitudes fanáticas, borreguismos, etc. Son estas las que llevan a algunos a apoyar dictaduras, guerras y toda clase de injusticias o atropellos de aquella tendencia política o gobierno con el que se sienten identificados o de aquella religión que esgrimen como fe.

Es tiempo de reconocer el lado oscuro de las ideologías políticas y sus partidos, de las religiones, las culturas, idiosincrasias, filosofías y de cualquier tipo de creencia o ideal, para depurar nuestro interior de esa energía negativa que en nada ayuda y mucho perjudica a la humanidad como conjunto y a nosotros mismos como personas.


Por mucho que el arquero desee apuntar su flecha a lo más alto, si está vendado, es más que probable que esta acabe desviándose del objetivo e incluso hiriendo a inocentes por el camino.


Así que quitémonos las vendas, lavemos nuestros ojos en las aguas de la sabiduría, la compasión y el amor incondicional, como bien propone Júpiter, regente de esta Luna sagitariana, en el místico signo de Piscis y dispongámonos a facilitar el proceso de despertar planetario que Urano en Tauro está propiciando. 


Cumplamos a cabalidad con la misión que nos indica el Nodo Norte geminiano de comunicar esa visión más espiritual, compasiva y trascendentemente justa que hemos de alcanzar con el trabajo que el eclipse lunar sagitariano, en torno al Nodo Sur, y Júpiter en Piscis, como su dispositor, nos están invitando a realizar. El gigante del sistema solar nos aportará, entre otras cosas, inspiración, sensibilidad y empatía como medios de expansión, proponiéndonos disolver el ego ideológico para darnos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias políticas, filosóficas, religiosas o culturales, todos somos uno con la fuente.


Tengamos cuidado, no obstante, con los fanatismos y confusiones ideológicas que el mismo Júpiter en Piscis puede exacerbar en aquellos que no se han dado a la tarea de reconocer la sombra de aquellas creencias profundamente arraigadas en su inconsciente, muchas veces condicionadas por la impronta ideológica del clan, por experiencias de la infancia o la juventud, así como por experiencias prenatales o de otras vidas. Entiéndase pues que, como ocurre con cualquier tránsito planetario, la energía de Júpiter en Piscis puede ser vivida desde diferentes niveles de vibración, más densos o más sutiles, según nuestro estado de consciencia.


Por si fuera poco, este planeta se encontrará formando parte de una T cuadrada con la Luna eclipsada en Sagitario y el Sol en Géminis, generando así tensión en el ámbito ideológico, político, cultural y académico, así como conflictos diplomáticos, fricciones relacionadas con asuntos migratorios, aduanas, marítimos y otro tipo de problemáticas de alcance internacional. 


Algunas figuras femeninas del mundo político, religioso, cultural o académico podrían sufrir un revés en su carrera, dimitir o mostrar su peor cara.


En otro orden de ideas, los viajes realizados en este periodo pueden también evidenciar cierta tensión, dificultades u obstáculos, por lo que más vale, si es imprescindible viajar, hacerlo tomando las precauciones pertinentes y teniendo todo lo más organizado posible para evitar o al menos paliar el posible caos o problemas que pudieran presentarse. Ni que decir que parte de estas dificultades estarán asociadas al tema pandémico actual, al ser los viajes una vía importante de expansión, y la presencia de Júpiter en Piscis estará acentuando ese proceso.


Recordemos, en todo caso, que la duración del efecto de un eclipse se extiende más allá del ciclo lunar en el que acontece. En este sentido, se cree que su influencia se hace sentir durante los próximos seis meses a partir del momento en que acontece, hasta que su energía se ve disipada o difuminada por la impronta de un nuevo eclipse de igual naturaleza (según sea un eclipse solar o lunar). Por su parte, algunos astrólogos señalan que su energía se hace sentir durante todo un año, y otra teoría propone que  su efecto se extiende tantos años como horas haya durado el mismo. 


Otro de los aspectos que formarán parte de la dinámica energética intrínseca este eclipse lunar será el trígono de la Luna en Sagitario a Quirón en Aries, que posiblemente pondrá en evidencia toda la oscuridad subyacente a nivel ideológico, político, cultural y religioso, en función del reconocimiento de heridas, tanto personales como colectivas, vinculadas a temas como la violencia, la guerra, la sexualidad, la identidad, la iniciativa, entre otros.


Será pues una Luna llena eclipsada, que el cosmos nos obsequia para comprender, desaprender, reaprender, reconocer falsas creencias y trascenderlas,  reconectar con la alegría, el optimismo, los sueños, la visión, la fe, el espíritu aventurero y para expandir nuestra alma en busca de las raíces de un pasado que algún aprendizaje tiene que aportar a nuestro presente y que, si somos capaces de integrar en nuestras vidas, puede conducirnos a un futuro inteligentemente creativo, donde nuestra curiosidad y nuestras ideas puedan iluminar el camino.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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