La Luna llena que se aproxima viene a recordarnos la necesidad del optimismo y la fe, así como el poder que tiene esa fe para transformarnos y sostenernos ante las dificultades.
Y es que, en esta oportunidad, su luz nos estará guiando desde el espontáneo, alegre y filosófico signo de Sagitario.
Esta lunación, no obstante, puede estar resultando algo dura, pues el novilunio que marcó su punto de partida tuvo lugar en conjunción a Algol, una estrella aciaga o nefasta, ubicada en el grado 26 del signo de Tauro. Ella representa la cabeza de la Medusa y, tal como nos narra el mito, aquello que mira la Medusa es resulta perjudicado por su visión petrificante.
Así que, es muy probable que notemos algún tipo de complicación relacionada con alguna/s de las cuestiones asociadas a la casa astrológica donde aconteció el novilunio en nuestra carta.
En todo caso, quienes podrán experimentarlo con mayor intensidad serán aquellas personas que tengan algún planeta natal o la cúspide de alguna de las casas astrológicas de su mapa natal en conjunción a dicha estrella, siendo posible que vivencien algún tipo de dificultad, situación desafortunada o prueba, asociada con el simbolismo de dicho planeta o casa, durante el transcurso de esta lunación.
Sin embargo, como esta Luna nos mostrará su máximo brillo en el signo de Sagitario, nos veremos llamados a trabajar interiormente la fe, el optimismo y la alegría, a nutrirnos de esas cualidades, sin las cuales, este océano de la existencia o Samsara sería muy difícil de atravesar.
Sagitario, con su espíritu de aventura nos invita a seguirlo explorando, a pesar de que la presencia de su regente, Júpiter, aún retrógrado, en el signo de Escorpio, ponga a prueba esa fe, al conducirnos a explorar la sombra, todo aquello que, de alguna manera hemos negado y reprimido y que puede resultar doloroso pero también muy enriquecedor y sanador reconocer.
Así que, como dispositor de esta Luna, por su regencia sobre el signo de Sagitario, Júpiter nos tendrá reservadas profundas aventuras de las cuales saldremos transformados, renovados y fortalecidos a pesar del dolor y/o las complicaciones que puedan conllevar algunas de ellas.
Si no tocamos las raíces del alma no daremos con los nutrientes que impulsarán nuestra evolución más alto.
Júpiter nos hundirá en las oscuras cuevas para que luego, al salir de ellas, apreciemos el intenso brillo de las estrellas, invitándonos a explorar nuevos horizontes más elevados y esperanzadores cuando entre en Sagitario, al finalizar su iniciático viaje escorpiano, para lo cual quedan todavía algunos meses.
De momento, aprendamos a sonreír en medio de las dificultades; a atesorar las enseñanzas ocultas que se irán revelando a nuestro paso; a descubrir la profunda sabiduría que habita en la sombra; a confiar en nuestro propio poder; a amplificar nuestra voluntad; a transformar aquellos ideales o creencias caducas para que nuestra filosofía de vida emerja renovada y nuestra fe sea fortalecida; a empoderarnos a través de la educación, la cultura, la política, la fe y/o la filosofía y aprender a elegir mejor a quienes empoderamos en estos ámbitos; a viajar por lugares misteriosos que despierten nuestro interés; a invertir en nuestro aprendizaje y en la enseñanza, en viajes y cultura; a llevar fe y alegría donde hay problemas y dolor; a disfrutar de la intensidad de la vida, de nuestra parte instintiva, de nuestro psiquismo y nuestras pasiones, aprendiendo a canalizarlos creativamente; a indagar más sobre temas tabú, como el sexo y la muerte, para transformar las creencias caducas que tenemos acerca de estos y enfocarlos desde una visión más elevada y consciente.
Es importante destacar que esta Luna llena, que acontecerá en el signo de Sagitario, y el Sol, que le infunde su brillo desde el opuesto signo de Géminis, se encontrarán formando parte, junto al Nodo Norte en Leo y el Nodo Sur y Marte en el signo de Acuario, de una figura cósmica conocida como rectángulo místico.
Esta configuración es bastante dinámica y, si la sabemos aprovechar, podría abrirnos la puerta al desarrollo de nuestra creatividad, talentos e, incluso, al reconocimiento.
Para ello, los amigos y grupos a los que estemos vinculados, o bien, las redes sociales, pueden servir de punto de partida generando experiencias o interacciones desde las cuales impulsarnos hacia la expresión de nuestro propósito.
La comunicación y los temas relacionados con la filosofía, política, cultura o religión que interiormente nos resuenen, así como la necesidad de enseñar o aprender más, o bien, de explorar algún misterioso o complejo territorio, ya sea este nuestra propia alma o algún lugar lejano, e incluso, transformarlo, podrían jugar un papel importante en ello.
Entre los aspectos colaterales que acontecerán durante este plenilunio vale la pena destacar el Gran Trígono de agua formado por Venus en Cáncer, Júpiter retrógrado en Escorpio y Neptuno en Piscis, que nos ayudará, entre otras cosas, a fluir en nuestras relaciones con afecto, con un toque de magia e inspiración y con el ánimo de explorar más profunda e intensamente nuestro interior, reviviendo la aventura de fusionarnos y revisando con honestidad los deseos y pasiones que experimentamos, en función de la intimidad y el feedback afectivo que establecemos con el otro, con el fin de vivirlos más conscientemente.
La intimidad en el amor y la nutrición y cuidado de nuestras relaciones nos conducirán a niveles más profundos de autoconocimiento.
Una forma bonita de expresar esta configuración celeste puede ser, por ejemplo, una cena romántica con música de vuestro agrado en un restaurante o lugar exótico. O una salida al cine o a alguna galería de arte a ver algo que os toque la fibra, o quizá un recorrido por esos lugares misteriosos y esotéricos de la ciudad, participar de alguna experiencia terapéutica o espiritual que os permita abrir vuestro corazón y fundiros en un largo, profundo y tántrico abrazo o simplemente compartir una cena en casa y ver juntos alguna película de humor negro que os haga reír a más no poder.
No obstante, si esa necesidad de intimidad, amor cariñoso, cuidados, conexión emocional y territorio compartido, que propone Venus en Cáncer no se ve satisfecha, la integración con el otro puede resultar mediocre y hasta amarga, pudiendo entonces llegar a caer fácilmente en un hondo abismo de resentimiento, tristeza y desilusión en el que las esperanzas defraudadas podrían abrir paso al sarcasmo y la ironía y, por último, a la frialdad y al rechazo, tras los cuales se estaría escondiendo una profunda frustración por no sentir por parte del otro afecto, la magia del su amor incondicional y su deseo de propiciarse mutuamente una aventura interior que los integre y fusione a un nivel más profundo.
Si es así como nos sentimos, puede ser porque la comunicación no este siendo lo suficientemente efectiva, o quizá por algún tipo de bloqueo afectivo de alguna de las partes, no olvidemos que, además, Venus en Cáncer se encuentra en oposición con Saturno en Capricornio, que estará exigiendo más, una especie de prueba o compromiso mayor, pero que también puede estar rechazando el amor o sintiéndose rechazado ante una falta de amor o nutrición.
Así que será importante tomar consciencia de todas esas emociones que nos llevan tan profundo, reconocer las heridas que están resonando con las actuales experiencias y hacer un trabajo de desprogramación de las falsas creencias asociadas a ellas que anidan en lo más profundo de nosotros mismos y que son las que nos hacen padecer al proyectar situaciones de rechazo, desamor e incomprensión.
Es hora de desaprender para poder transmutar todo ese dolor en fortaleza, sabiduría y empoderamiento.
Espero que esta Luna nos permita a todos sobreponernos ante cualquier dificultad o prueba desde el espíritu de esa fe y esa esperanza que, enraizadas en la voluntad que emana de nuestro interior, son capaces de trasformar la oscuridad en luz.
Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga
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