Luna Llena en Virgo 2022

Ha llegado el tiempo de analizar la impronta energética que nos aportará el florecimiento de este ciclo lunar, que en esta oportunidad tendrá lugar en el grado 27 del Virgo, en conjunción a tres estrellas fijas, que aportarán su toque particular a este plenilunio.


Por un lado tenemos a Labrum en la constelación Crater, La Copa, una estrella afortunada, que en conjunción con la Luna puede aportar riqueza, honores, popularidad, vida social, suerte y buena salud. 


Otra de ellas es Zavijava, una estrella perteneciente a la constelación de Virgo,  y de la naturaleza de Marte y Mercurio, que concede fuerza, entereza, beneficencia, aunque también propicia movimientos combativos y destructividad.


Y por último, tenemos a Markeb, de la naturaleza de Saturno y Júpiter, situada en la constelación de la Vela, dicha estrella que procura, entre otras cosas, una amplia cultura, educación, viajes y religiosidad, adquiere una connotación más bien nefasta con la Luna, pues su conjunción da tendencia a larga enfermedad e incluso a muerte violenta, pero no nos asustemos, para que esto se manifieste así tienen que haber ciertas predisposiciones astrológicas en la carta natal, así como direcciones y tránsitos que activen esa tendencia y una revolución solar que sea propicia para que tales eventos se desarrollen.


Dicho esto, toca adentrarnos en la descripción del signo en el que acontece el actual plenilunio para poder comprender la energía que este Luna Llena estará dispensando.


Representado por la virgen Astrea y regido tradicionalmente por el planeta Mercurio y modernamente por el planeta Ceres y los asteroides Palas, Vesta e Higia, Virgo, signo mutable y de tierra, es íntegro, virtuoso, perfeccionista, meticuloso, detallista,  organizado, trabajador, habilidoso, pulcro, pudoroso, precavido,  sobreprotector, servicial, ritualista, obsesivo, neurótico, exigente, racional, incrédulo, crítico, analítico, sistemático, estratégico, práctico, próspero, y tiende a percibir la realidad de forma fragmentada.


Asociado en general al servicio y al trabajo, la higiene, la nutrición y protección, así como a la sabiduría práctica, suele estar vinculado al campo, las cosechas, la dieta, el ejercicio, las hierbas medicinales, la curación, la medicina, la enfermería, la artesanía y el diseño, la administración, la organización y la logística, así como al salvamento, la seguridad y la defensa, lo cual lo relaciona con los grupos de búsqueda y salvamento, los cuerpos de seguridad y, en cierta forma, con el ámbito militar. 


Riguroso, ingenioso y eterno buscador de la verdad, inclina a la ciencia, la investigación y el periodismo.


Así mismo, tiene que ver con todo lo que conlleve ritual, servicio y virtud.


Cuando la Luna Llena nos arropa con su luz desde este signo, veremos expresada en nuestro fuero interno su principal necesidad que es servir y proteger, así como también la de sentirse seguro.


Precisaremos mantenernos activos, trabajando, aportando, resolviendo, organizando, al tiempo que nos preocuparemos más de lo habitual por cuidarnos, prestando especial atención a la salud, la dieta, la nutrición y el ejercicio. 


La Luna virguiana tenderá a sumergirnos en hábitos rutinarios pero también nos dispondrá a resolver cualquier imprevisto que pueda surgir en el día a día. Ello, aunado su necesidad de organización, hará preciso el tener que llevar una agenda que nos permita programar nuestras actividades, sobre todo porque el trabajo y los quehaceres podrían verse incrementados durante este ciclo lunar.


En cuanto a la dimensión emocional, la Luna en Virgo la experimenta de forma pragmática y racional. Y es que la energía de este signo nos conduce a cuestionar y analizar las emociones haciéndolas pasar por el filtro de la razón. Sin embargo, puede llevarnos a conectar con cierto sentimiento de inseguridad e insuficiencia, así como con el desasosiego vinculado pérdida y a separaciones de familiares o seres queridos y con la consecuente añoranza del reencuentro.

Aunque pueda parecer algo fría a nivel emocional y se muestre más preocupada en resolver temas prácticos que en atender al mundo de lo sensible, en el fondo la Luna en este signo puede estar embarcada en la búsqueda de su verdad interior y del perfeccionamiento del alma, que persigue a  través de cuestionamientos internos, de actos de servicio, de purificación de sus defectos en virtudes, e incluso, en algunos casos, de abstinencias; es así que en torno a esta Luna llena podemos encontrarnos a nosotros mismos haciendo una minuciosa introspección y una especie de Feng shui emocional que puede resultar muy positivo, siempre que no nos obsesionemos con controlar de forma compulsiva nuestra experiencia emocional.


En lo que respecta a la vida íntima que, como bien sabemos, también está representada por la energía lunar, nos encontramos ante una Luna sumamente protectora, especialmente con la familia y afectos, exhibiendo una marcada tendencia a la sobreprotección, llevándonos a preocuparnos más de lo habitual por su salud, seguridad y por que cuenten con todo lo que, a nivel práctico, es necesario. Así mismo, nos conducirá a ser detallistas con ellos y a estar más dispuestos  a ayudarlos y a resolver las cuestiones del hogar.


Esta Luna nos invita a gestionar nuestra casa con pulcritud, rigurosidad, practicidad y funcionalidad y, en general, a prestar mayor atención al cuidado de ese espacio sagrado y de nuestro núcleo familiar, facilitando la buena administración del hogar y potenciando nuestro instinto protector, lo cual nos llevará a mostrarnos más celosos de nuestra intimidad y a procurar un ambiente seguro.


No será de extrañar que nos toque hacer alguna reparación en casa, en cual caso es mejor buscar a un experto pues al encontrarse Mercurio en Piscis, puede que acabemos empeorando el problema en lugar de resolverlo.


Por su parte, El Sol en Piscis, que impregna esta Luna llena con su luz mágica y misteriosa, propone una forma de autoexpresión profundamente emotiva, sensible e inspirada, una acción que comporte un sentido trascendente, donde la espiritualidad, la inspiración artística, la alta sensibilidad, el amor incondicional y la sanación sean los protagonistas.


No obstante, la acción pisciana también puede emerger en forma de caos, dramatismo, confusión, engaño, fantasía, victimismo, fanatismo, etc. 


Ante cualquiera de estas expresiones, la Luna en Virgo reaccionará de forma racional, a través de una emocionalidad analítica, de una receptividad organizativa, poniendo orden al caos, aplicando el discernimiento interior, dando a la expresión espiritual un sentido práctico, servicial y ritualista que permita canalizarla y aterrizarla y acogiendo la sensibilidad y la inspiración con una actitud pragmática, crítica y perfeccionista, buscando refinarla y darle una funcionalidad.


Por ello, es un  momento excelente para integrar esta polaridad a través del trabajo altruista, de la práctica espiritual a través de la sadhana, los rituales, el servicio desinteresado, así como también a través del perfeccionamiento de las artes inspiradas, siendo propicio para corregir la técnica, hacer ensayos, pulir coreografías, poemas y composiciones musicales, editar trabajos audiovisuales, etc.


De igual manera, es idóneo para perfeccionar los dones psíquicos o espirituales, así como para resolver misterios y desvelar verdades.


También es una excelente oportunidad para reconciliar la medicina alopática con la medicina holística, a través de la medicina integrativa.


Así mismo, es un llamado a perfeccionar nuestra nutrición, desarrollar una rutina de ejercicios y aprovechar las propiedades de las hierbas medicinales, al mismo tiempo que a propiciar nuestra sanación espiritual, ya sea a través de la oración, de los mantras, la meditación, el Reiki, la musicoterapia, el aquahara, o algún otro tipo de terapia holística.

En otro orden de ideas, el Sol en Piscis nos conducirá a responder con empatía y entrega ante las necesidades prácticas del otro, intentando satisfacerlas de forma abnegada, quizá sin saber muy bien cómo pero con las mejores intenciones, lo cual a veces se puede traducir en caos añadido, pero también puede ofrecerle el consuelo de saber que estamos ahí incondicionalmente, pase lo que pase.


Además, la inspiración y la imaginación pisciana puede aportar con su creatividad algo que, junto a la actitud resolutiva y práctica de la Luna virguiana finalmente contribuya de alguna manera a solucionar los problemas.


Por su parte, la Luna llena en Virgo, acogerá el drama pisciano con una actitud racional y lógica a la vez que protectora, buscando desdramatizar pero al mismo tiempo ofreciendo seguridad e intentando reconfortar al otro con cuidados de tipo práctico.


Como siempre, es importante tener en cuenta el dispositor de la Luna llena que en este caso es Mercurio, regente del signo de Virgo, que actualmente se encuentra transitando el signo de Piscis, lo cual lo sitúa en mal estado cósmico, concretamente en exilio o destierro, por encontrarse en un signo opuesto al de regencia.


Piscis, un signo tan espiritual, emotivo, sensible e intuitivo no es el mejor signo para que Mercurio, planeta de naturaleza más bien racional exprese su influencia de forma natural. 


En este signo, puede inclinar al caos mental, al despiste, a la imprecisión al hablar o al escribir, a las confusiones y a los malos entendidos en la comunicación, al secretismo, las mentiras, a los movimientos desordenados o caóticos, los extravíos en la vía pública o por cualquier camino, a problemas con los vehículos, pérdida de mensajes, correos, etc.


Sin embargo, este tránsito aporta una mente sensible, inspirada, fantasiosa e imaginativa que puede ser empleada en el arte o en cualquier otra actividad creativa, favoreciendo la escritura inspirada, tal como la poesía y las canalizaciones, así como la de aquellos géneros literarios donde la imaginación es el factor predominante, tales como la fantasía y la ciencia ficción, y predisponiéndonos a este tipo de lecturas. 


Es además propicio para la magia, la oración y la meditación, la recitación de mantras, así como para la lectura, la escritura y los diálogos sobre espiritualidad, las caminatas por sitios místicos, las procesiones, los peregrinajes y, en general, para las visitas a lugares espirituales, misteriosos o inspiradores.


Así mismo, puede ser de utilidad para investigar misterios y reflexionar sobre enigmas o situaciones confusas.


Por otra parte, estimula el deseo de escuchar música y de comunicar a través de esta, así como de danzar, de salir a fotografiar, es decir, de usar el lenguaje artístico y el movimiento inspirado, poético, que nos permita transmitir de forma de bella y sublime aquello que sentimos y percibimos. Es, por tanto, un tránsito favorable para los artistas, así como para las personas espirituales, los yoguis, los meditadores, pues facilita la trascendencia de la mente y  el discernimiento acerca de la ilusión de sus manifestaciones.


Como dispositor de esta Luna llena podría decirse que reorientará la energía de la Luna virguiana hacia Pisicis, signo desde el cual el Sol ilumina a esta Luna llena, por tanto su polaridad contraria, por lo que podremos encontrarnos experimentando una contradicción entre la forma en que experimentamos nuestro mundo emocional y nuestro plano mental, que tenderemos que reconciliar. 


Entonces, esa emocionalidad racional, analítica y práctica de la Luna virguiana, finalmente sucumbirá ante una mente espiritualizada, sensible y empática, así que por más que seamos capaces de afrontar interiormente los acontecimientos del día a día desde la lógica y estoicismo, al final nuestra cabecita nos puede conducir a la preocupación, la confusión, la divagación, el drama, la tristeza y, en el mejor de los casos, a un análisis de los acontecimientos y de nuestras emociones desde un enfoque más sutil y espiritual, esto último sería lo ideal. 


Nos puede llevar, por ejemplo, a comprender a los demás de forma muy concreta y esquemática y transmitirles seguridad y protección a través de una escucha y comunicación empática, compasiva y espiritual, o bien, a dar una forma poética a nuestras propias emociones, toda vez que las hemos analizado concienzudamente, pero también puede llevarnos a hacernos un lío en nuestra cabeza al comenzar a cuestionarlas, convirtiendo en un caos aquello que parecía haber conseguido un orden dentro de nosotros, haciéndonos dudar de ello y dificultando una comunicación clara y objetiva de aquello que sentimos, resultando confuso e incluso abrumador para nuestro interlocutor, por lo que si este no resulta ser una persona empática podríamos sentirnos bastante incomprendidos e incluso vernos expuestos a la crítica que puede llegar a resultarnos bastante incómoda pues estaremos especialmente vulnerables ante esta.


Quizá si damos forma en el papel a esas emociones que queremos expresar dejándonos llevar por nuestra inspiración, sea más fácil transmitirlas, pero primero será preciso encontrar ese orden interno y hacer los cuestionamientos de rigor, aplicando el discernimiento que la Luna llena en Virgo propone, entonces podremos ser capaces de elaborar una síntesis interna que luego habremos de comunicar en un lenguaje sensible, inspirado, poético y espiritual intentando sublimar el drama y trascender la mente, dejando que sea nuestra esencia la que exprese aquello que ocurre en nuestro interior. 

Puede también que desvelemos algunas verdades interiores que prefiramos callar y camuflar en un halo de misterio asumiendo las consecuencias que ello pudiera llegar a implicar. Y es que hay ciertas emociones que a la mente pueden resultarle complejas de entender y que no siempre son fáciles de asimilar si las comunicamos, y son aquellas que preferimos reservarnos y, en todo caso, compartir sólo con algún hermano, confidente, mentor espiritual o con el psicólogo.


Sea como sea, es recomendable ser capaces de aceptar en nuestra mente la complejidad de nuestro mundo emocional y abordarlo desde una actitud de rendición, donde el amor incondicional y la sabiduría infinita de la fuente puedan obrar el milagro de la sanación y disolver todo drama y confusión, al trascender los velos de la ilusión.


En todo caso, Mercurio no estará sólo sino que se encontrará íntimamente ligado a la dinámica de aspectos de este plenilunio al encontrarse formando parte de una conjunción con Júpiter, Neptuno y el Sol en Piscis. Este combo planetario o stellium en el signo de Piscis potenciará esta energía de alta sensibilidad, de inspiración y espiritualidad, de fe, de sacrificio y entrega, de autotrascendencia, de amor incondicional, de perdón, de sutil belleza, de imaginación, fantasía, magia, encanto, sueños, ilusiones, pero también de caos, confusión, engaño, desilusión, fanatismo, despiste, desvarío, drama, sufrimiento, victimismo, autoevasión, etc., todo dependerá de nuestro estado de consciencia, de lo trabajada que tengamos la energía de esos planetas y del signo de Piscis, así como de los aprendizajes que nos toque experimentar para evolucionar.


Júpiter, como parte de este stellium y domiciliado en el signo de Piscis, potenciará la naturaleza espiritual e idealista de este, canalizándola a través de la religión, de la alta filosofía, o bien de ideales políticos enfocados en el bien común, pudiendo inclinar, no obstante, al populismo, con sus falsas promesas y su manipulación. 


Este stellium pisciano hace aún más profuso este tiempo de gran engaño,  donde la demagogia está cada vez más en auge y aturde las mentes de las masas, alienadas por el exceso de información, por la desinformación y las distorsiones ideológicas, comportando con ello un borreguismo que está conduciendo a la humanidad a la debacle,  así que hay que estar muy alertas, muy despiertos, ante tanto caos, engaño y despropósito. 


En este período no faltarán los falsos maestros y las figuras mesiánicas, las sectas y las estafas.


Abundarán más que nunca, los médiums, canalizadores y videntes que tratarán de advertirnos de los tiempos por venir, habrá que saber cribar entre ellos a aquellos que realmente tienen el don y la pericia en estos quehaceres y una motivación altruista de los que sólo buscan fama, dinero fácil y adeptos con cualquier cuento chino.


También pueden florecer verdaderos gurús, mentores y guías, pero hay que tener criterio y discernimiento para saber distinguirlos de entre los demás, la Luna llena en Virgo puede ayudarnos, aunque con su dispositor, Mercurio, en el signo de Piscis vinculado además a ese stellium la cosa puede tornarse un tanto confusa si no tenemos la suficiente experiencia en el ámbito espiritual como para saber distinguir el trigo de la paja.


Sea como sea, Mercurio y Júpiter se encontrarán en conjunción a la estrella fija Achernar, en la constelación de Piscis, la cual, según refiere la tradición, otorga el éxito en cargos públicos, en la beneficencia y la religión, así que no será de extrañar que en torno a este plenilunio veamos emerger o ser reconocidas por su trayectoria a figuras sobresalientes en estos ámbitos.


Por su parte, tendremos a Plutón en Capricornio en trígono a la Luna llena virguiana y en Sextil al Sol en Piscis, moviendo los hilos en las altas esferas del poder, controlando las masas con sus estrategias asistidas por figuras influyentes y respaldadas por la demagogia política y mediática, así como también transformando  estructuras para bien o para mal, dando curso a procesos de transformación necesarios para nuestra evolución.


Así mismo, Lilith en Géminis se encontrará cuadrando a los luminares que nos ofrecen este plenilunio en el eje Virgo-Piscis, haciendo proliferar chismes, habladurías y fake news que pueden generar tensión y confusión respecto a figuras poderosas o relevantes, produciendo en la población cierta sensación de inseguridad, pero también pueden acontecer discursos revolucionarios y ser reveladas  informaciones ocultas que dejen al descubierto la mentira y la falsedad, especialmente la proveniente de aquellos que tienen influencia en la sociedad, generando caos y desasosiego, y es que no es fácil quitarse la venda de los ojos y descubrir que las cosas no son del todo como parecían. 


Esto también puede ocurrir a nivel personal respecto a aquellos que tengan un alto grado de influencia en nuestra vida, así como con figuras masculinas que de alguna forma pueden llegar a decepcionarnos cuando alguna información comprometedora quede al descubierto o su propia indiscreción los deje en evidencia. Sea como sea, palabras reveladoras, inoportunas o desatinadas  pueden llegar a causarnos cierto desasosiego, incertidumbre, tristeza o malestar.


En otro orden de ideas, tendremos la conjunción Marte-Venus en Acuario tensando la cuerda energética con el planeta Urano, que aún se encuentra transitando el signo de Tauro, lo que puede representar, entre otras cosas, un tiempo de inestabilidad para las relaciones de pareja, propiciado sobre todo por temas de dinero, recursos, y autoestima, así como también por asuntos relacionados con grupos o amistades.


Pueden surgir, por otra parte, nuevos e inesperados romances o alianzas, así como iniciativas creativas e innovadoras realizadas con la pareja o el socio que, no obstante, emergen en un tiempo de inestabilidad económica que puede resultar bastante arriesgado para el futuro de las mismas y dificultar su seguridad y florecimiento.


Así que si se está dispuestos a asumir el riesgo habrá que tener en cuenta que este representará un gran desafío, que además de originalidad e inventiva, exigirá dosis extras de trabajo, esfuerzo y dedicación, así como de paciencia, disciplina y responsabilidad, entonces puede que incluso alguna ganancia inesperada nos dé el empujón necesario pero habrá que poner de nuestra parte y dinamizar las energías para ello. A Dios rogando y con el mazo dando. De igual manera, será preciso ahorrar para poder sortear los posibles imprevistos que, con este aspecto, puedan llegar a surgir. 


En todo caso, puede ser un tiempo de reinvención y renovación para cualquier tipo de alianza o relación de pareja. Un tiempo para estar abiertos al cambio y para practicar el desapego, la amistad y una actitud frugal que relativice las cosas si no queremos que todo salte por los aires. 

La amistad, la igualdad, la libertad y la fraternidad son los valores más preciados en estos momentos. Saber que estamos luchando juntos ante la tempestad puede darnos un sentido unificador que nos ayude a transitar estos tiempos de cambio y destrucción donde muchas cosas pueden estarse desmoronando y en los que podemos sentir que el terreno es inestable, que estamos sobre arenas movedizas. 


Ente instante cósmico puede hacernos sentir que la vida nos ha reunido, de alguna manera, para luchar y renacer juntos, para recrearnos y brindarnos una nueva oportunidad, siempre que el amor esté allí para conectarnos, de no ser así, el conflicto podría llegar a socavar las uniones y llevar a rupturas que pueden resultar algo caras, tanto en un sentido material como humano, destruyendo nuestra economía y/o nuestra autoestima, pero que pueden ser igualmente liberadoras en caso de que la situación fuese ya insostenible. 


Por otra parte, este aspecto será estimulante para la sexualidad, arrebatos de pasión y de amor irán de la mano y pueden  sorprendernos cuando menos lo esperemos.


En otro orden de ideas, la agitación social y la desestabilización económica, así como también los conflictos bélicos, seguirán a la orden del día, con un coste humano que es irremplazable pues las economías se recuperan tarde o temprano pero las vidas que se pierden restan su particular y único valor a este mundo.


Quirón en Aries sigue mostrándonos la herida del horror de la guerra y la violencia, y en conjunción a Palas, Diosa protectora de los pueblos, nos enseñará la valentía de quienes tienen que hacer uso de la autodefensa ante las agresiones, y la herida que esto también supone, al arriesgar la vida para proteger a los suyos, dejando de lado familia y planes de vida, viéndose separados de sus parejas o amores e impedidos de vivir en equilibrio, paz y armonía, etc. 


Recordemos, en este sentido, que el signo de Aries (que hace referencia, entre otras cosas, a la guerra, la agresión, la violencia, la lucha, la independencia, la valentía) se encuentra en el zodiaco en una relación de cuadratura con el signo de Cáncer (vinculado a las emociones, la madre, la familia, los afectos, la casa, el territorio) y con el signo de Capricornio, relacionado, entre otras cosas, con el sistema, las estructuras, edificios, normas, los límites y fronteras, lo paternal, los planes, metas y ambiciones, los miedos racionales) y en oposición a Libra (paz, armonía, equilibrio, sociabilización, relaciones, pareja, y también el conflicto, la diplomacia y los acuerdos). Y es que en medio de este caos hay un orden cósmico que se manifiesta y que, lamentablemente, debido a la inconsciencia de factores humanos de baja vibración que son juicio general, es decir, que por su grado de influencia a nivel social ejercen un impacto colectivo, aunado a la expresión de los karmas personales y colectivos que arrastramos, nos muestra sus instancias más densas. 


Esto no quiere decir que el cielo nos esté castigando, sino que esto es lo que hemos cocreado consciente o inconscientemente, sólo resta aprender de estas experiencias y poner cada uno nuestra parte en cocrear un mundo más sano, pacífico y armonioso. Claro que la responsabilidad no es sólo nuestra sino, en gran medida, de quienes detentan el poder, esperemos, por ingenuo que pueda sonar, que algún día despierten y también se apliquen a ello.


Por su parte, el cambio climático también se agudizará, por un lado con la cuadratura de Marte y Venus en Acuario con Urano en Tauro, que puede traer vientos fuertes, de esos que son capaces de arrasar árboles y cuanta cosa se encuentren por delante, así como fuertes precipitaciones y tormentas eléctricas. La cuadratura Urano-Marte en estos signos también puede  propiciar violentos movimientos telúricos, lo cual se ve incentivado por el hecho de que Plutón en Capricornio, dispositado por Saturno en Acuario, se encuentre aspectando a los luminares facilitando los movimientos profundos de las placas tectónicas y la ruptura de fallas, así como las erupciones volcánicas, y teniendo en cuenta el potente stellium en Piscis no sería raro que alguno de esos eventos acabara por desatar un tsunami.


Dicho stellium, también puede propiciar cualquier otro tipo de eventos relacionados con el mar como  trombas o tempestades, e igualmente la ocurrencia de fuertes inundaciones y conducir a pérdida de embarcaciones o naufragios.


Tanto énfasis energético en el signo de Piscis, también puede sugerir un mayor índice de neblinas y/o polución, como lo hemos estado viendo en España con la calima que ha llegado desde el Sáhara. Toca decir que precisamente la arena, con sus diminutos granos o partículas, está regida por el signo de Virgo, así que uno de los dispositores de esta Luna llena, Mercurio, Dios tradicionalmente asociado a los vientos, nos la ha traído, con su tránsito en Piscis, en forma de calima.


Ceres, uno de los dispositores modernos de esta Luna por su regencia sobre el signo de Virgo, se encuentra actualmente en Géminis, siendo dispositado a su vez por Mercurio en Piscis que, como hemos dicho antes es también dispositor de esta Luna Llena por su regencia tradicional sobre el signo de Virgo, lo cual está haciendo notar su influencia a través del desabastecimiento por la huelga de transporte que actualmente afecta a todo el territorio español y de las compras nerviosas a causa de la guerra (Ceres se encuentra además haciendo trígono a la conjunción Marte-Venus en Acuario).

 

Sea como sea, la Luna llena en Virgo nos llevará a estar más precavidos que de costumbre, en este caso, de forma desproporcionada, ante cualquier eventualidad bélica, climática o del día a día en general, y el stellium pisciano nos inclinará a la fe, la meditación y la plegaria, en un intento de comunión con nuestra divinidad y de elevación energética que esperemos pueda servir para aminorar, o incluso neutralizar, cualquier suceso trágico, en medio de este caos en el que actualmente discurrimos, ojalá cada vez con mayor consciencia y criterio, cada vez menos borregos y más despiertos. Tengamos la certeza de que detrás de las nubes un sol se oculta.


Más allá de ello, lo que tenga ser será… Maktub (estaba escrito).




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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