Luna llena en Tauro 2020 (Luna azul)


Estamos a punto de asistir a una Luna llena más pero no será una Luna cualquiera, ya que, además de ser una Luna azul (cosa que no tiene nada que ver con su color sino con el hecho de ser la segunda Luna llena en acontecer en un mismo mes), se encontrará en conjunción con el original y errático planeta Urano (aún retrógrado), en el grado 8 del signo de Tauro, un signo donde la Luna se encuentra exaltada, muy a gusto, donde sus cualidades se ven potenciadas, sobre todo su fertilidad. 


Urano, por su parte, se encuentra caído en este signo; un planeta revoltoso, asociado a lo inesperado, a las revoluciones y los cambios radicales, en un signo lento, apacible, seguro y estable como lo es Tauro, no puede sentirse a gusto.  Entre otras cosas, puede darnos la sensación de que los cambios que precisamos en nuestras vidas, no se dan tan rápido como quisiéramos y, sin embargo, algunas cosas están cambiando mucho, nuestra seguridad está siendo socavada y nuestra libertad entorpecida, ante esta crisis de escala global que estamos experimentando. 


Sea como sea, la mesa estará servida para que sucedan acontecimientos inesperados en torno a temas relacionados con la energía de Tauro, tales como el dinero y las posesiones. 


Urano, planeta vinculado a las redes, al mundo virtual y a las nuevas tecnologías, está planteando una nueva forma, cada vez más virtual, de relacionarnos con el dinero; está generando cambios radicales en la banca y en las finanzas en general, invitándonos a ser más creativos en cuanto a cómo ganamos y gestionamos nuestro dinero, lo que para algunos representará reinventar sus negocios, introducirse cada vez más en el mundo virtual, digitalizar sus servicios lo máximo posible, etc. La originalidad y creatividad estarán a flor de piel durante esta lunación y serán la clave para gestionar de forma más efectiva nuestros recursos y así fomentar nuestras ganancias. 


A nivel emocional, puede que nuestra seguridad y tranquilidad se vean tambaleadas debido a la agitación que suscitará la mencionada conjunción que, por si fuera poco, será partil (exacta), entre la Luna y Urano en el signo de Tauro. No seràn de extrañar entonces los cambios repentinos en el estado de ánimo, así como tambié,n, cierta actitud de rebeldía interior. 


Por contraparte, esta combinación de energías planetarias nos estará invitando a practicar el desapego emocional, a aprender a experimentar nuestras emociones en el aquí y ahora para luego soltarlas, liberarlas y, de esta manera, liberarnos interiormente. 


Tendremos pues que dar un giro de perspectiva a la forma en que gestionamos nuestro mundo emocional, si queremos experimentar la paz que el signo de Tauro normalmente promete.


Nuestros sentidos, por su parte, pueden estar sobreexcitados y/o más  perceptivos de lo habitual. Es buen momento para experimentar nuevas sensaciones, una infusión, un aroma, fuera de lo común, un paisaje nuevo, algún plato que nunca hayamos probado, un masaje, música diferente a la que acostumbramos a escuchar, etc. 


Nuestra intuición y psiquismo en general también estarán más activados de lo habitual, pudiendo llegar a sorprendernos con destellos o revelaciones que será importante tener en cuenta si queremos materializar nuestros deseos, que con el Sol en Escorpio serán los que nos lleven a actuar y a crear.  


Por otra parte, la vida familiar y los afectos se verán afectados por cambios y situaciones inesperadas. 


Asuntos relacionados con mudanzas, ventas y compras de casa o locales pueden reactivarse. 

Mucha gente se estará planteando irse a vivir cerca de la naturaleza, ante la crisis y los cambios que el mundo experimenta actualmente, será como una especie de llamado interior a retomar esa conexión original que los humanos hemos perdido con la madre natura, a experimentar esa paz, esa sensación de libertad y ese estado de presencia, de aquí y ahora, que ella nos proporciona. 


Otros simplemente querrán echarse una escapada al bosque o a algún otro espacio natural que los renueve y les permita ver las cosas desde una perspectiva diferente.


En todo caso, nos sentiremos llamados a salir de la zona de confort, a cambiar de ambiente. 


En otro orden de ideas, es muy probable que experimentemos entradas o salidas repentinas de dinero en el ámbito familiar, por lo que es importante, en lo posible, estar precavidos ante cualquier contingencia. 


Es posible que estemos de reformas, que se nos antoje redecorar o pintar la casa, que tengamos que reparar alguna avería en ella, hacer algún gasto en electrodomésticos u ordenadores, o que se rompa alguna cosa de valor para nosotros. 


En cuanto a la alimentación, puede que sintamos la necesidad de hacer cambios orientados hacia una nutrición más consciente y natural, no obstante, también es posible que nos veamos asaltados por antojos repentinos, sobre todo de dulces, o que queramos darnos un atracón de comida chatarra. En este sentido, será nuestra vibración la que nos incline hacia una cosa u otra, aunque también podría ser el resultado de circunstancias inesperadas. como puede ser, por ejemplo, una visita sorpresa. 


La libertad, la fraternidad y la amistad también serán temas relevantes debido a la energía uraniana activada por esta Luna llena. 


Respecto al amor, algún suceso inesperado, y quizá hasta accidentoso,  puede llevar a unir más a la pareja, ya que Venus, dispositor de esta Luna llena, por su regencia sobre el signo de Tauro, se encuentra transitando el armonioso y sociable signo de Libra, también regido por este planeta, por lo tanto se encontrará domiciliado y en oposición a Quirón en Aries, así que será igualmente un momento ideal para trabajar alguna herida a través de las relaciones y de la sociabilización. 


Mercurio retrógrado, también en el signo de Libra, puede llevarnos a retomar conversaciones con la pareja sobre temas que habían quedado aparcados, y a volver a hacer uso de ese lenguaje más amoroso que la relación experimentó en otros tiempos. Así mismo, brindará la oportunidad de recuperar la complicidad perdida en aquellas relaciones que estaban un poco apagadas. 

No sería raro, por otra parte, que vuelva a rondarnos, escribirnos o hablarnos algún amor del pasado, probablemente buscando una reconciliación. Será importante, de ser así, valorarlo con cautela para cerciorarnos de la veracidad y firmeza de sus intenciones, ya que Mercurio retrógrado puede ser algo antojadizo y veleta y la Luna llena en conjunción a Urano está marcando el florecimiento de un ciclo lunar de emociones cambiantes. Cuando Mercurio se ponga directo de nuevo es que podremos ver con mayor claridad si esas palabras de amor eran ciertas o puro bla bla bla mercurial. 


Otra cosa que suele ocurrir cuando Mercurio está retrógrado en Libra es que salen a la luz, para bien o para mal, informaciones acerca de la pareja, asociados o de aquella persona que nos atrae, que quizá desconocíamos, así como también sobre mujeres de nuestro entorno, ya que Venus representa, entre otras cosas, la energía femenina.


A escala mundana, esta conjunción puede traer, entre otras cosas, subidas y/o bajadas inesperadas y estrepitosas en la bolsa, disturbios sociales y alteraciones en la naturaleza y en el clima, tales como fuertes vientos, e incluso, desastres naturales, en especial huracanes y terremotos, aunque, como siempre, espero que esto no ocurra, al menos no de forma demasiado violenta y destructiva. En este sentido, se nos estará llamando, como humanidad, a tomar mayor consciencia sobre la ecología y el cambio climático. 


Sea como sea, Urano nos remecerá y traerá cambios de alguna manera, y ello puede afectarnos a nivel emocional y también alterar nuestra economía, ya sea en sentido positivo o negativo, así que es mejor estar prevenidos ante las sacudidas que la energía disruptiva de este planeta puede ocasionar. 


Otra cosa de esperar en torno a esta Luna llena marcada por la energía uraniana, es que acontezcan y/o se anuncien sorprendentes descubrimientos, así como algún adelanto de tipo tecnológico. 


Como aspectos colaterales cabe destacar la cuadratura entre Marte retrógrado en Aries y Júpiter en Capricornio, que está dejando una estela de conflicto en el ámbito religioso, iglesias quemadas, actos violentos en nombre de la fe, una violencia que igualmente puede hacerse notar en la esfera política y en el mundo estudiantil. 


Por su parte, la triple conjunción Júpiter/Saturno/Plutón en Capricornio nos sigue hablando del virus que anda campando a sus anchas por ahí y de las restricciones y control a la que se nos está sometiendo a la población en mayor o menor medida a nivel mundial, así como de la lenta agonía de un sistema caduco que intentará resurgir a través de un nuevo orden mundial con la ya no tan lejana conjunción de Júpiter y Saturno en Acuario a finales de este año pero que está destinado al fracaso, ante la inminente toma de consciencia a la que está llamada a experimentar la humanidad.


A nivel espiritual, se nos ofrece, a través de la conjunción Luna/ Urano en Tauro, una hermosa oportunidad de salto cuántico, en el que nuestra alma, así como también nuestros sentidos serán llamados a despertar.  


Tomaremos mayor consciencia emocional y corporal, así como también de nuestra sensorialidad y del mundo físico en general, recordando que este cuerpo que habitamos es un templo vinculado a otras dimensiones y que, en la medida en que lo cuidemos, podremos hacerlo vibrar más alto y prepararlo para ser un vehículo apto para un mayor nivel de consciencia, y viceversa, en la medida en que nuestra alma resuene en una vibración más elevada, nuestro cuerpo y nuestros sentidos también elevaran su vibración y nos haremos más sensibles y perceptivos. 


Seremos además más conscientes de la fractalidad de la existencia, de las resonancias energéticas entre los diferentes planos, de las sincronicidades y de cómo todo está interconectado en nuestro interior y en la naturaleza, de la cual formamos parte.


Es importante aumentar, en lo posible, el contacto y la conexión con la naturaleza, ya que será ella, en gran medida, la que nos despierte. 


Meditemos en ella, no sólo con los ojos cerrados sino también abiertos, para que al contemplar su belleza y su paz, podamos experimentar la grandiosidad de la existencia, de la manifestación del Ser, que está jugando a reconocerse a través de su propia creación. 


En este sentido, es importante que conectemos también en meditación con nuestro cuerpo, con ese templo que nos acoge en esta experiencia humana que, como consciencia, nos aventuramos a experimentar, y por supuesto, con esa alma que, como un templo más sutil, nos ha albergado vida tras vida, como un útero donde el Ser ha ido gestando su propio despertar.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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