Luna Llena en Tauro 2019


La próxima Luna llena tendrá lugar en el fértil y pacífico signo de Tauro, representando el florecimiento de una lunación que tuvo su inicio o novilunio en el intenso y transformador signo de Escorpio.

Por lo tanto, la clave de este ciclo Lunar consiste en hacer un profundo trabajo de autoindagación, de exploración de la sombra a través de nuestras emociones y de reconocimiento, trasmutación e integración de la misma con el fin de revelar el tesoro que alberga nuestra alma, un tesoro radiante de paz y belleza que colmará nuestro interior en la medida que hayamos realizado la alquimia necesaria para ello. 

Las emociones que predominarán durante esta Luna llena serán de calma y serenidad, así como una sensación de seguridad interior. En todo caso, sea lo que sea que sintamos, nos tomaremos nuestro tiempo para digerirlo pues Tauro es un signo lento y que tiende a la acumulación. Así que, puede que parezca que nada ocurre en nuestro interior cuando en realidad estamos haciendo acopio de un montón de emociones que poco a poco iremos degustando, tomándonos nuestro tiempo para experimentarlas hasta que emerjan con toda su fuerza, impregnando cada átomo de nuestro cuerpo. 

Así mismo, dada la naturaleza sensorial de Tauro, la presencia de la Luna llena en este signo, el cual corresponde a su exaltación, hará que nuestros sentidos físicos estén más sensibles y que, por tanto, estemos más perceptivos, lo cual repercutirá en nuestro mundo interior, pues captaremos con mayor facilidad y claridad información sensorial que será susceptible de propiciar respuestas de tipo emocional a esos estímulos que recibamos. Esto hará de nuestra alma un campo fértil, donde podrán aflorar sensaciones, intuiciones y emociones por doquier.

Por ello, es muy importante cuidar de qué nutrimos nuestros sentidos, qué vemos, qué escuchamos, qué olemos, qué saboreamos, qué tocamos… y de qué manera lo hacemos, pues estaremos especialmente sensibles a todo lo que nuestro cuerpo y nuestros sentidos nos transmitan del mundo que nos rodea. 

Nutrirnos de paz, de belleza, de comidas deliciosas, de colorido, de agradables aromas, etc., es la propuesta de esta Luna llena. Degustar una cálida y aromática infusión, dejarnos envolver por el sinuoso humo y el embriagador aroma de un incienso, cuidar de nuestro jardín, visitar la naturaleza o algún parque, sentarnos en el césped al pie de un árbol, admirar la belleza de las flores, ir a algún museo o exposición y disfrutar del arte, pintar o dibujar lo que sintamos, deleitar nuestros oídos con el canto de los pájaros y/o con música de nuestro agrado, disfrutar de un buen masaje, etc. 

Este disfrute de los placeres de la vida, por pequeños o grandes que estos puedan ser, se verá potenciado por la presencia de Venus, quien es dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Tauro, en el hedonista signo de Sagitario. Quizá descubramos que eso que llamamos felicidad, al menos en un sentido mundano, no es más que el disfrute de esos pequeños grandes placeres que hacen del día a día algo agradable y satisfactorio. 

La Luna representa también nuestras necesidades por lo que, al florecer en el signo de Tauro, sentiremos la necesidad de estar en calma, de sosiego, de paz y armonía, de belleza y sensualidad, de experimentar plenamente nuestro cuerpo y reconocerlo como el templo donde mora nuestra alma, de disfrutar al máximo de los placeres sensoriales, de las comidas, de las caricias, de todo lo que pueda deleitar nuestros sentidos. Incluso puede que necesitamos descansar y dormir más, hacer una buena siesta o una buena relajación con música antiestrés. 

Un tema muy vinculado al signo Tauro, es el de los recursos, el dinero, el valor que damos a las cosas y el que nos damos a nosotros mismos, por lo que también está asociado a la autoestima, así que puede que estos temas adquieran una especial relevancia en estos días.

Es buen momento para tomar mayor consciencia acerca de nuestros valores y recursos, ver cuáles son nuestras necesidades más apremiantes en este sentido y satisfacerlas en la medida de lo posible, trabajando por ello, algo que a este signo se le da muy bien, pues trabaja con todo su esfuerzo y dedicación y tiene el don de la perseverancia que le ayuda a alcanzar aquello que se propone.

Así que nuestro ánimo por un lado estará predispuesto al disfrute de los sentidos, al descanso, la calma y la tranquilidad y, por otro, dispuesto a emplear toda la fuerza de la que dispongamos en trabajar para satisfacer nuestras necesidades. 

En el ámbito familiar, también relacionado con la Luna, velaremos por conservar la calma y disfrutar con los nuestros de los placeres de la vida, como puede ser una buena comida, un té, una tarta, un paseo por el parque o alguna excursión al bosque u otro entorno natural, donde reine el verdor y se respire paz. 


También puede que algún asunto relevante relacionado con dinero o recursos esté en el foco dentro del ámbito familiar en estos momentos. Es posible que compremos alguna cosa para casa que estábamos necesitando o que nos ocupemos de algún asunto relacionado con la decoración. 

Lo más importante, no obstante, es aprovechar esta Luna para valorar más a nuestra familia y/o afectos, para darnos cuenta del tesoro que representan y cuidarlos con todo el mimo que se merecen. 

En cuanto a los aspectos vinculados a esta Luna llena cabe mencionar una interesante figura de aspectos de la cual participa y que tiene por nombre “Cuna”.

Esta figura es de naturaleza protectora, como una zona de confort en la que nos sentimos a salvo pero que, en cierta forma, también nos separa del entorno, dificultando la expansión de nuestro campo de experiencias más allá de ese límite de seguridad que, de alguna manera, hemos establecido.

De esta configuración se encontrarán participando la oposición solilunar, ubicada, en esta oportunidad, en el eje Tauro-Escorpio, (en Tauro se encontrará la Luna en conjunción al asteroide Vesta, actualmente retrógrado, y en Escorpio se encontrará el Sol en conjunción a Mercurio retrógrado), aunando sus fuerzas a tres sextiles, uno de ellos entre el Sol y Mercurio retrógrado en Escorpio con Saturno y Plutón en Capricornio, otro entre la Luna y Vesta retrógrado en Tauro con Neptuno (también retrógrado) y Lilith en Piscis, y el último, entre Saturno y Plutón en Capricornio y Neptuno y Lilith en Piscis. Para completar la figura tendremos dos trígonos, uno formado por el Sol y Mercurio en Escorpio con Neptuno y Lilith en Piscis y, el otro, por La Luna y Vesta en Tauro con Saturno y Plutón en Capricornio.

Todas estas fuerzas se han aliado para procurarnos un espacio confortable de purificación mental y sanación de patrones obsoletos, ya que estamos en un momento en que la mente puede verse saturada y debilitada por una poderosa carga de negatividad por lo que precisará una profunda revisión o reseteo, una especie de detox para el cual es muy importante generar ese espacio íntimo tranquilo y seguro y donde podamos aislarnos de estímulos externos que sigan intensificando su densidad y convirtiéndola en una especie de basurero. 

En ese espacio seguro de calma y paz podremos reconocer los miedos y condicionamientos que será preciso transformar, a la par que trascender todas nuestras represiones para liberar contenido que, de alguna manera, nos estaba sometiendo inconscientemente, viejos contratos del ego que es preciso revisar, pues ya resultan caducos y no hacen más que estancarnos y limitarnos.

Una vez reconocido esto y hecha la debida catarsis nos sentiremos aliviados y más tranquilos a nivel emocional. Será recomendable meditar, a la par que establecer una disciplina de autoindagación para facilitar este proceso. Se trata pues de una zona de confort erigida con el propósito de realizar una intensa alquimia mental, de mudar la piel cual lo haría una serpiente en una cueva y dejar que nuestro mundo interior participe de ello lo más serenamente posible, permitiendo simplemente que el proceso suceda con total normalidad mientras, por ejemplo, observamos la naturaleza, degustamos una infusión o cantamos una canción, a la vez que nos asistimos de nuestros recursos internos, de nuestra sensibilidad, intuión y psiquismo. De esta manera, al abrazar y cuidar el proceso con serenidad, calidez, devoción y belleza, lo honramos como un momento natural de nuestra evolución. 

A nivel colectivo, es de prestar especial atención a ese Mercurio retrógrado combusto, es decir, en conjunción cerrada al Sol, en el signo de Escorpio, que puede representar, entre otras cosas, algún suceso o persona relevante y/o poderoso que velará una información que se quería sacar a la luz, opacándola. Esto puede manifestarse, por ejemplo, a manera de algún escándalo que realmente oculta algo peor. 

También pueden haber problemas con la telefonía o medios de transporte, ya sea a nivel personal o colectivo, pérdidas de información importante, problemas con hermanos o asuntos que resolver en conjunto que pueden estar relacionados, por ejemplo, con temas de dinero o herencias, escritos o comunicaciones desagradables, desplazamientos con retrasos e inconvenientes, etc. 

Como siempre que Mercurio está retrógrado se recomienda especialmente no firmar documentos importantes y, si no queda otro remedio, poner mucha atención a la letra pequeña. Es importante también revisar los vehículos, lo cual puede evitarnos algún disgusto. 

Por lo demás, qué esta Luna nos acerque a un experimentación interior que resulte placentera, qué sepamos cuidarnos y mimarnos, liberarnos de culpas, reconocer aquellos viejos patrones que nos estancan y es preciso transformar, y depurar la mente para renovarla y permitirle recuperarse de tanta toxicidad que, a través de los medios de comunicación y/o de nuestros propios procesos mentales, ha acumulado, así como de integrar poco a poco los tesoros escondidos en su sombra. 

Permitámonos participar de forma consciente y reflexiva de nuestra evolución y abrazarnos con calidez y ternura procurándonos un espacio de paz, belleza, placer y sosiego que nos reconforte de los avatares de la vida. El camino puede ser duro y oscuro a veces, pero uno puede iluminarlo y hacérselo más agradable.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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