Luna Llena en Libra 2021

Se presenta de nuevo para nosotros el hermoso espectáculo celeste del plenilunio, ese que siempre nos atrae y nos embelesa con su encanto nocturno, con esa luminosidad reflejada que nos ofrece su intuitiva guía y nos revela los sagrados misterios de lo femenino, y que en esta oportunidad tiene lugar en grado 8 del diplomático y armonioso signo de Libra.

Una Luna que propone sopesar el contenido emocional que albergamos en ese espacio íntimo que es el alma para determinar aquello que nos falta y aquello que nos sobra con el fin de propiciar nuestra armonía interior.

Y es que la necesidad fundamental de esta Luna es encontrar el equilibrio y experimentar el amor, la paz, la armonía y la belleza.

No obstante, Libra, a pesar de ser un signo diplomático, pacificador y conciliador, en muchas ocasiones es también un confrontador, alguien que busca la armonía a través del conflicto, en un intento de nivelar los pares de opuestos en pos de la equidad y la igualdad.

Su afán de justicia y también cierto empeño en tener siempre la razón le harán enganchar fácilmente en el debate.

Si a esto añadimos que Venus, dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Libra, se encuentra exiliado en el intenso, apasionado y pendenciero signo de Aries, en conjunción al Sol y oponiendo junto a este a la Luna, y que Marte, dispositor de ambos por su regencia sobre el signo de Aries, se encuentra en Géminis, el signo del intelecto y la comunicación, está claro que el ambiente energético vinculado a esta Luna llena puede propiciar acaloradas discusiones, en especial con la pareja y/o familiares, así como también posibles confrontaciones con la familia de nuestra pareja, o bien de esta con la nuestra. Los conflictos con la suegra, por ejemplo, pueden estar a la orden del día.

Así que será importante respirar profundo, tomarnos el tiempo para relativizar las cosas y elevar nuestra frecuencia con todas las técnicas y herramientas de que dispongamos, si no queremos vernos envueltos en polémicas y confrontaciones.

En todo caso, esta Luna llena nos invita a socializar, a relacionarnos, a compartir y a amar con intensidad, así como también a apreciar apasionadamente las cosas bellas de la vida, a tener mayor iniciativa en relación al ornato del hogar y al cuidado de nuestra estética, a asistir a alguna muestra de arte que destaque por su carácter y originalidad, o incluso a dejar fluir nuestra creatividad de manera auténtica y audaz, como forma de autoafirmarnos.

Quirón y Ceres también estarán muy implicados en la dinámica energética de esta Luna llena al encontrarse en conjunción al Sol y a Venus en el signo de Aries y oponiendo a la Luna librana.

El primero nos ofrecerá una oportunidad de sanación a través del reconocimiento de una herida vinculada bien sea a nuestra identidad, a nuestro impulso sexual, a nuestra iniciativa, valentía y/o voluntad, a experiencias de guerra o cualquier otro tipo de vivencia violenta y, en general, a la energía masculina, aunque también por su cercanía a Venus, al Sol, y a Ceres, nos sugiere la exploración de heridas relacionadas con lo femenino, con nuestra autoestima, con las relaciones, con nuestros talentos y creatividad, con nuestra vitalidad y entusiasmo por la vida, con el cuidado y la nutrición, con nuestra relación con la naturaleza, con los animales, así como con nuestra prosperidad y abastecimiento.

Por su parte, Ceres, planeta representado por el arquetipo de la Magna Mater, la gran madre terrena, vinculado, entre otras cosas, a la nutrición y a la ecología, nos está llamando a tomar mayor consciencia de la prioridad que estos temas han de tener en nuestras vidas, tanto a nivel personal como colectivo, si queremos vivir de forma sana y equilibrada, y a asumir una actitud más activa en ello.

De igual manera, nos estará invitando a cuidar de nosotros mismos, así como también de nuestra pareja y, en general, de aquellas personas con las que nos relacionamos y con las que, por algún motivo, nos sentimos identificados.

Sea como sea, esta conjunción nos llevará a demostrar el amor a través del cuidado, pudiendo incluso llegar a mostrarnos impetuosamente sobreprotectores con nuestra pareja, nuestras relaciones. Sentiremos también un impuso de protección muy marcado hacia lo femenino, así como hacia aquello que percibamos como hermoso o delicado.

Dicho sea de paso, que Venus se encuentra combusta (quemada por los rayos del Sol) pero recién salida de la conjunción exacta con este, por lo tanto, renovada, renacida, reforzada y empoderada por el brillo y la fuerza del astro rey, para emerger como Venus Urania, la celestial, la Venus nocturna, la Diosa rodeada del cielo estrellado, la misma que vemos representada en el Arcano XVII del Tarot, La Estrella, un arquetipo femenino que nos habla, entre otras cosas, de la belleza en su estado puro, de sencillez, autenticidad, autoaceptación, ingenuidad y esperanza.

Esto, aunado a su presencia en el signo de Aries, nos invita a estar dispuestos a amarnos y mostrarnos tal cual somos, aceptándonos y estando abiertos a dejarnos flechar a primera vista por la energía arrolladora del amor y la belleza y a amar apasionadamente, independientemente de si somos o no correspondidos (he ahí el exilio de Venus en Aries), recordando que el amor es de valientes.

Pero sobre todo representa un llamado a amarnos a nosotros mismos, a apreciar nuestra propia belleza y encanto personal, a ser el primer y más importante amor de nuestra vida, a sonreírnos y dedicarnos algo de dulzura, autoafirmándonos en el amor, la belleza, el disfrute y el placer.

Ha llegado pues el momento de conquistarnos a nosotros mismos y complacernos, en lugar de sentarnos a esperar a que otros lo hagan, sin dejar por ello de estar abiertos a toda genuina demostración afectiva, disfrutarla y celebrarla.

Por otra parte , Venus en Aries también podría traer situaciones de competitividad en el amor, rivales que hacen su aparición quizá para poner a prueba la fuerza y autenticidad de nuestra relación, así como también nuestra paciencia.

El reto aquí es mantenernos firmes, seguros de nosotros mismos, luchando inteligentemente, como bien propone Marte en Géminis, por lo aquello que queremos, pues la indecisa Luna en Libra, protagonista de este plenilunio, puede generarnos cierta inseguridad y llevarnos a nosotros o a los otros a vacilar, pero Venus en conjunción al Sol en Aries demandará decisión y claridad, así que es un excelente momento para tomar consciencia de lo que realmente queremos, de lo que quiere nuestra pareja y de lo que precisa nuestra relación y actuar en consecuencia. Así mismo, con la Luna llena en Libra, será la intuición la que nos revele muchas cosas acerca de nuestras relaciones.

Es un buen momento, en todo caso, para reavivar la llama y para disfrutar ardientemente de la sexualidad, comunicando aquello que deseamos y aprendiendo a escuchar las necesidades de nuestra pareja.

Contaremos también, como parte de la dinámica energética de este plenilunio, con un gran trígono entre la Luna llena en Libra, Marte en Géminis y Saturno en Acuario, que nos pedirá, entre otras cosas, resolver nuestros conflictos internos, armonizarnos y superar la indecisión para poder ser capaces de concretar de forma innovadora esas iniciativas que rondan nuestra mente y que el Nodo Norte en conjunción a Marte nos estará brindando la oportunidad de poner en acción.

Esta Luna llena librana también puede movilizar y dar un poderoso impulso a asuntos legales, de asociaciones, colaboraciones y/o contratos, por lo que probablemente tendremos que tomar decisiones importantes al respecto.

A nivel mundano puede hacer referencia, entre otras cosas, a asuntos diplomáticos, cooperación entre países, confrontaciones, a hechos resaltantes en el mundo del arte y a sucesos relacionados con lo femenino, como por ejemplo, mujeres que saltan a la palestra por su liderazgo e iniciativa pero también pueden llegar a recrudecer hechos relacionados con la violencia de género.

Físicamente será preciso prestar mayor atención al sistema urinario y al aparato reproductor femenino y cuidar de llevar una alimentación balanceada, así como también hidratarnos bien y buscar el equilibrio en general, por ejemplo, entre actividad y descanso, trabajo y entretenimiento, etc. Es además un momento ideal para solicitar hacerse unas analíticas y confirmar que todos nuestros valores estén en equilibrio.

En conclusión, este plenilunio será un tiempo para compartir y relacionarnos, abrazar y abrazarnos, para celebrar la autenticidad de cada una de las personas con las que nos relacionamos y recordar que los otros son nuestros espejos a través de los cuales nos reconocemos y tomamos consciencia de nosotros mismos.

Será, así mismo, una oportunidad para encontrar nuestro equilibrio y paz interior y disfrutar intensamente de los placeres de la vida e igualmente para explorar nuestros talentos, esa vena artística o creativa que pide a gritos ser expresada, y disfrutar de lo bello, lo amoroso, lo dulce, lo gracioso y lo delicado en nuestras vidas.

Permitámonos sentir y amar de la forma más genuina posible, es parte de la belleza de estar vivos.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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