Luna Llena en Aries 2019



La Luna llena que está por acontecer puede hacer aflorar el guerrero que llevamos dentro, impulsándonos a luchar por aquello que sentimos familiar, ya sea que se trate de nuestra casa, hogar, territorio, familia o algún afecto en particular, así como a tomar decisiones e iniciativas que satisfagan nuestras necesidades más acuciantes.

Tal es la esencia de la impronta energética que la Luna llena en Aries propiciará para nosotros, por lo tanto, es tiempo de prepararse para este momento cósmico haciendo acopio del coraje y la voluntad que habitan en nuestro interior. 

Este fogoso signo movilizará emociones intensas, rabia, ansiedad, pasión, lo cual puede derivar en disgustos o situaciones inquietantes y, en el peor de los casos, puede incluso desembocar en actitudes agresivas y/o hechos violentos. 

No obstante, si esta energía se manifiesta en un nivel más alto de vibración o consigue ser adecuadamente canalizada puede impulsarnos a tomar iniciativas o decisiones necesarias para el curso de nuestra evolución, reafirmarnos interiormente, hacernos sentir la necesidad de autoconocernos, de preguntarnos “¿Quién soy?”.

Igualmente, puede hacernos sentir más proactivos, o bien, dar lugar a sucesos excitantes que animen nuestra energía, que hagan fluir la adrenalina o bullir nuestra pasión. 

Por esta razón, es importante saber canalizar esa intensidad energética a través del ejercicio, algún deporte, el sexo, algún emprendimiento o alguna actividad que nos permita movilizar la libido o fuerza vital y darle cauce a esa energía interior, de lo contrario, podremos llegar a sentirnos inquietos, incómodos, ansiosos o irritables. 

En todo caso, lejos de reprimir sentimientos como la rabia o el enfado, es importante sentirlos y tomar consciencia de ellos para poder canalizarlos de forma sana y productiva.


Sea como sea, necesitaremos estar lo más activos posible, sentir que actuamos, que emprendemos, que nos mantenemos en pie de lucha, esa es la actitud interna que demanda esta Luna.

Otra de las necesidades que se movilizan poderosamente con la Luna llena ariana es la de autoconocimiento y autoafirmación, así que es buen momento para hacer trabajo interno en este sentido. 

El planeta Marte, dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Aries, se encuentra actualmente en el signo de Libra, por lo tanto, son de esperarse conflictos de tipo diplomático, guerras en nombre de la paz, indecisión en los emprendimientos, necesidad de consultar a otros para tomar decisiones, etc. 

También puede propiciar el inicio de asociaciones y/o relaciones transformadoras, intensas o que, por algún motivo, se llevan en secreto, ya que Venus, dispositor del Marte librano, se encuentra en el signo de Escorpio, esto quiere decir además que ambos planetas se encuentran en recepción mutua, ya que Escorpio es, según la tradición, el domicilio nocturno de Marte, por tanto, al estar ambos planetas cada uno en el domicilio del otro, la dinámica energética propiciada por estos se reafirma y refuerza entre sí . 

La presencia de Marte en Libra puede también dar lugar a conflictos de pareja que, dada la presencia de Venus en Escorpio, lo que harán es intensificar la relación y, en algunos casos, podrían llevarla a travesar un breve periodo de crisis que invitará a una profundización y transformación de la misma, lo cual requerirá que sus miembros hagan el trabajo interno que a cada uno corresponda e, incluso, un trabajo conjunto para que la relación pueda evolucionar y trascender cualquier bloqueo o estancamiento que pueda estar experimentando. 

Si la relación resiste esta prueba podrá salir renovada y más fuerte de todo este proceso pero, indudablemente, habrán cosas que transformar a nivel estructural para facilitarlo. 

Marte en Libra y Venus en Escorpio pueden también dar como resultado un período de gran intensidad pasional, así como también de mayor involucración y compromiso en la relación, una necesidad de fusión con el otro y de disfrutar al máximo de la sexualidad, la seducción y el erotismo.


Venus en Escorpio puede propiciar además una conexión psíquica con la pareja y un sentimiento de empoderamiento a través del amor, sin embargo, también puede surgir cierto sentimiento de vulnerabilidad respecto al otro, así como los celos, el control, la manipulación, todo esto no es más que el resultado del miedo a perder nuestro propio poder y esto es porque quizá hemos cedido este poder al otro, el poder de destruirnos o hacernos renacer y es aquí donde hay que tomar consciencia de la necesidad de empoderarnos, que no quiere decir en ningún sentido dominar o someter al otro sino recuperar el poder sobre nuestros sentimientos, dejando de supeditarlos o condicionarlos al otro. 

Es momento de ir a lo más profundo de nosotros mismos para encontrar el poder renovador del amor en nuestro interior y si bajamos acompañados por el otro disfrutar de esa alquimia compartida, a través de la fusión y esa fusión requiere entrar profundo en nuestros corazones, desalojar todos los miedos y entregarse por completo para, juntos, renacer, no a través de una lucha de poderes sino, por el contrario, de aunar poderes, intenciones, intensidad, pasión y de hacer del amor esa fuerza que nos transforme profundamente y nos haga más sabios. 

Hay que añadir, además, que la oposición solilunar de este plenilunio, ubicada en el eje aries-libra (con el Sol en Libra y la Luna en Aries) estará participando de una tensa T cuadrada con los densos planetas Saturno y Plutón, que aún se encuentran en el signo de Capricornio, lo cual añadirá el desafío de transformar las resistencias y todo lo caduco, así como los miedos y condicionamientos limitantes que, de alguna manera, están retrasando ciertas decisiones e iniciativas relacionadas, en muchos casos con temas de pareja o de asociaciones, aunque también, en algunos casos, pueden estar referidas a cuestiones como la belleza, la estética, el arte, temas legales o contratos. 

A nivel colectivo, esta configuración podría hacer referencia, especialmente, a iniciativas relacionadas con asuntos diplomáticos en las que las instituciones y las élites de poder llevarán el mango por la sartén y manipulando, obstaculizando o estimulando acciones según sus intereses. 

Sea como sea, habrá resistencias que vencer, apegos que soltar, estructuras que transformar o dejar atrás. 

Es un momento de inflexión y requiere hacerse responsable de la parte que nos corresponda en el proceso, así como cerrar ciclo con algunas responsabilidades que hablamos asumido en asuntos con los que ya cumplimos nuestra parte.

Con el Nodo Sur aún en conjunción a Saturno en Capricornio hay karmas que se cierran y hay que asumirlo y colaborar sabiamente con el proceso según corresponda.


El planeta Júpiter también estará muy implicado en la dinámica energética de este plenilunio, ya que se encontrará conectado por medio de un trígono a la Luna en Aries y de un sextil al Sol en Libra, desde su domicilio en el signo de Sagitario, esto puede hacer referencia a temas relacionados con viajes y estudios, o bien, a asuntos relacionados con el extranjero que requerirán de mucho tacto pues estarán de alguna manera asociados a profundas transformaciones estructurales que buscan sentar nuevas bases en alguna cuestión de en nuestras vidas o del núcleo familiar. 

A nivel colectivo, toda esta dinámica energética se hará notar a través de conflictos diplomáticos e, incluso, conflictos bélicos, donde el juego político podrá inclinar la balanza hacia un lado u otro no sin crudas y transformadoras consecuencias para algunos según la conveniencia e intereses de las élites del poder sin importar los daños que sus directrices puedan llegar a ocasionar. 

Como veis se trata de una lunación bastante tensa pero que como todo en la vida nos dejará su aprendizaje. Hacernos cargo de gestionar sabiamente y canalizar lo más sanamente posible la agresividad que albergamos dentro es una buena manera de poner nuestro granito de arena en aras de encontrar un equilibrio y proyectar lo menos posible esa agresividad en nuestras relaciones y, más allá de ello, en el mundo. 

Recordemos que somos cocreadores de nuestra realidad, asumamos la responsabilidad que ello implica. 

Y, finalmente, meditemos en esa fuerza primordial que habita en nuestro interior y nos impulsa hacia la vida, meditemos en ese guerrero interno que, a través de sus conflictos busca la armonía, quizá porque su paz se encuentra en un nivel muy profundo que le es preciso explorar para transformarse y poder integrarla desde la raíz. Meditemos también en esa voluntad que nos sostiene en nuestras iniciativas y, si la vemos vacilar, es igualmente porque necesita ser fortalecida a través de una profunda transformación, sólo entonces nuestras iniciativas y decisiones tendrán el poder de hacernos renacer. 

Que el optimismo de Júpiter en Sagitario nos asista en estos tiempos de inflexión para que, no importa hacia donde se incline la balanza, sepamos extraer sabiduría, abundancia y expansión. 

Fuerza y fe, aunadas, nos permitirán fluir en la rueda de la existencia para seguir aprendiendo y evolucionando.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga