Luna Llena en Leo 2019 , Eclipse Lunar y Superluna de Sangre


La Luna llena que nos disponemos a experimentar será especialmente intensa y poderosa, no solamente por tener lugar en el fogoso signo de Leo sino también porque será protagonista de un eclipse lunar total y, de paso, acontecerá cercana a Príapo o punto de Perigeo Lunar, así que evidenciará, como cada vez que tiene lugar cerca de este punto, un mayor tamaño, especialmente durante su orto o salida y ocaso. 

Esta Superluna, aunada al fenómeno del eclipse que la teñirá de color rojizo, dará lugar a lo que conocemos como Luna de Sangre, que además tiene la particularidad, en este caso, de tener lugar durante la llamada Luna llena del Lobo, como es conocida tradicionalmente la Luna llena de enero, en la que estos animales, inquietos por el hambre ante la escasez propia del invierno, salían en manada a aullar desesperadamente a la Luna.

Así que será una Luna llena especialmente digna de admirar, como lo es el digno signo de Leo, donde tiene lugar.

Este signo, creativo, talentoso, brillante, osado y gallardo es el signo representativo del ego y del niño interior que busca, de alguna manera, ser reconocido, así como del héroe, admirado por todos, que actúa con valentía, del famoso que brilla por sus talentos, dramatismo y/o carisma. Un signo simbólicamente relacionado también con reyes, actores, mandatarios y figuras políticas de primer orden.

Sea como sea, Leo es un signo que destaca entre la multitud y es muy difícil por no decir imposible que pase desapercibido.

Pero Leo, como todo signo, tiene también su sombra, y esta es la que puede salir especialmente a relucir cuando, como es el caso, tiene lugar un eclipse en este signo. 

Al tratarse de un eclipse lunar, será a través de nuestra instancia emocional que esta sombra leonina podrá verse evidenciada, así que será una preciosa oportunidad para reconocer a través de nuestras emociones y las emociones de quienes nos rodean a ese ego que intenta imponerse, a ese niño interior que busca ser reconocido, atendido, a ese héroe que levanta la admiración de todos por sus valerosos actos pero que a veces puede llegar a envanecerse, o bien, ofenderse o sentirse apocado si sus méritos no le son reconocidos, a ese famoso que necesita desesperadamente llamar la atención para sentirse importante, llegando a depender emocionalmente de su éxito para sentirse vivo. 

Puede representar también a ese político que hará lo que sea para mantener el poder dejando salir al pequeño dictador que lleva dentro, imponiendo y decretando su voluntad por encima del bienestar y las necesidades más apremiantes del pueblo, mermando la dignidad y el poder popular. 

No obstante, el eclipse Luna en Leo es un buen momento para que los pueblos oprimidos del mundo tomen mayor consciencia de su propio poder e integren la sombra de este, recuperen su orgullo patrio, se den cuenta hasta que punto su dignidad como pueblo ha sido aplastada y se liberen de una vez por todas de esos liderazgos oscuros y arrogantes. Así bien lo sugiere el Sol en Acuario, como dispositor de esta eclipsada Luna leonina. 

Pueden emerger nuevas figuras de poder desde esa sombra para reclamar el liderazgo popular, erigiéndose en catalizadoras de un momento histórico de empoderamiento que busca una salida liberadora que rompa los esquemas del pasado ante un tiempo de oscuridad y debacle. 

No olvidemos, por otra parte, que Urano, regente moderno del signo de Acuario y, por tanto, uno de los dispositores del Sol, aún se encuentra transitando los últimos grados del signo de Aries, sugiriendo pues que estos nuevos liderazgos podrán llegar a actuar de forma sorpresivamente decidida, sacudiendo el suelo allí donde estén, activando a la colectividad y unificando la lucha por la libertad y/o por nuevos paradigmas.


Por su parte, Saturno, regente antiguo o tradicional del signo de Acuario y, por tanto, también dispositor del Sol acuariano, nos muestra varias cosas con su actual conjunción a Plutón en Capricornio, por un lado, la resistencia del poder establecido y, en general, de las viejas estructuras, a morir, buscando preservar el poder por cualquier medio en su retorcida ambición. Y, por otro, el establecimiento de estructuras que tienen como objetivo transmutar los modelos caducos, transformar el sistema desde adentro, diciendo basta a esas élites de poder que se empeñan en oprimir y hacer fortuna a base de corrupción y de esas mafias que se encuentran enquistadas en los más altos niveles, a costa del empobrecimiento y la miseria de los pueblos. 

Y es que esas estructuras perniciosas, oscuras y obsoletas tienen que entender que su tiempo acabó hace mucho. Plutón en conjunción también a Mercurio, al Nodo Sur en Capricornio y al Sol en Acuario, todos en oposición a esta Luna eclipsada en Leo junto al Nodo Norte en Cáncer marca el claro momento de una transición, que puede ser difícil debido precisamente a esa resistencia de las antiguas estructuras a soltar el poder, ocasionando, como bien nos señala el eclipse Lunar en Leo, un período de oscuridad para ese pueblo que busca empoderarse, será importante entonces rescatar de la sombra todos los talentos y cualidades leoninas que los pueblos han visto mermados en su opresión, la dignidad, el valor, el orgullo, el coraje, la creatividad, el liderazgo, el heroísmo, el espíritu victorioso.

Es importante reconocer que todas estas cualidades habitan en nuestro interior pues son ellas las que sostendrán el triunfo ante esas formas de poder que persisten en seguir subyugando y manipulando pero que empiezan a verse frustradas y debilitadas porque han caído por su propio peso y porque cuando los pueblos encuentran la dignidad y el coraje que estuvieron reprimidos durante tanto tiempo ya nada puede detener su liberación.

La participación de la energía plutoniana en el eje de la Lunación, máxime al tratarse de un eclipse, en este caso lunar, y en el fogoso signo de Leo, puede traer consigo la activación de poderosas fuerzas telúricas, por lo que no será raro que se vean incrementados los movimientos sísmicos, derrumbes y erupciones volcánicas, especialmente en aquellas zonas donde el cono del eclipse dejará su impronta energética.  Al acontecer el eclipse en este signo, en el que el elemento fuego expresa su máximo potencial, los incendios también podrían estar a la orden del día.

A nivel más personal, es un momento ideal para tomar consciencia de las necesidades de ese niño interior que puede estar mostrando su reclamo de ser atendido a través de algún berrinche o actitud orgullosa y/o egocéntrica. Es entonces pertinente, si bien no ceder ante estos recursos egóicos, sí intentar canalizar de forma creativa esas demandas de atención. 

Todo niño tiene derecho a expresarse y mostrar su brillo, sus talentos y capacidades, a ofrendar su luz al mundo y que, de alguna manera, se le reconozca. Y nuestro niño interior no va a ser menos en este sentido, también tiene ese derecho a que se le reconozca y dignifique, por ello, hacernos cargo de nuestro niño interior y atender a ese reclamo de forma creativa puede liberarnos de una pesada carga de frustración interior acumulada quizá desde hace mucho tiempo y conducir al adulto que somos a su empoderamiento.

Es buen momento para preguntarte: ¿Qué talentos he reprimido en mí? ¿Me estoy permitiendo ser creativo, jugar,incluso vivir, disfrutar de la existencia?. Tu niño interior seguramente sabrá responderte, escúchalo, escúchate, y busca una forma sana y creativa de canalizar esa urgencia que tiene de expresarse, esa será la mejor forma de cuidarlo, arrullarlo, nutrirlo y, sobre todo, liberarlo y sanarlo, permitiéndole ser, permitiéndote ser y, para ello, como bien nos marca el Sol en Acuario, es preciso a veces, reinventarse, crear, incluso, cocrear, recordando que es la unión de muchas estrellas la que hace posible el firmamento.

A nivel familiar, el ambiente puede estar teñido de cierto orgullo, arrogancia lucha de poderes, que será preciso reconocer para poder establecer un diálogo maduro y transformador que sea constructivo. Cuidado con la crítica cruel y las actitudes desagradables, porque puede llegar a ofender y hacer mucho daño a nuestros seres queridos, es mejor pensar bien antes de hablar, para ello Mercurio en conjunción a Plutón en Capricornio nos marcará la pausa de la sabia prudencia y nos recordará que a veces es mejor callar si aquello que pensamos puede dañar o herir a otros. 

También nos invita a soltar las ideas y pensamientos negativos, así como también la frustración acumulada en nuestra mente que ha ido parasitándola, manifestando realidades poco deseables y más bien desafortunadas.

Así mismo, es un momento propicio para dejar atrás esas formas de comunicación basadas en el control y la manipulación y todas esas resistencias de nuestra mente a ser transformada y renunciar a patrones obsoletos de pensamiento que nos mantienen estancados en el pasado.

Es tiempo también de ser lo suficientemente maduros como para admitir que tenemos un lado sensible que precisa ser desarrollado y eso requiere de valentía, la valentía de mirar en nuestro interior y descubrir no sólo la luz sino también la sombra que allí habita y que aúlla, como un lobo a la Luna en el frío invierno, pidiendo ser integrada.

Escuchemos pues ese llamado de nuestro niño salvaje y recordemos, como dice la canción, que es inocente, libre y silvestre, para así reconocer y celebrar íntegramente su dignidad.

Un cálido abrazo de mi niña interior empoderada a tu niñ@ interior empoderad@ y gracias por estar ahí por tantas Lunas, meditando juntos en cada lunación.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Escorpio 2016


Esta Luna llena es una de las más intensas del año, pues tiene lugar en el enigmático, profundo y transformador signo de Escorpio, en el grado 2 del mismo, recibiendo y reflejando la Luz que irradia el Sol desde el grado opuesto en el signo de Tauro, para activar este eje, el eje de la fortaleza exterior (Tauro) e interior (Escorpio).

El primero representa la solidez de las formas, que tienden a consolidarse y perdurar en el tiempo, la conservación o preservación de la vida, el segundo, la transformación de las mismas, la destrucción, la putrefacción, la muerte que hace posible la evolución a otros estadios del Ser. Es la Luna llena del Wesak, celebración que conmemora la iluminación de Buda.

Escorpio es, además, el signo representativo de la sombra, donde se aloja todo lo temido y rechazado, de aquello que se encuentra relegado a las profundidades del inconsciente, al desván donde se almacenan nuestros traumas, miedos, inseguridades y deseos más viscerales, pero también nuestros talentos y capacidades olvidados y/o reprimidos. La sombra representa la materia prima para la transmutación interior, ella contiene nuestro potencial para la iluminación.

Es como una cueva llena de serpientes que resguardan valiosos tesoros y en la que es preciso adentrarse si queremos rescatar esas partes nuestras que han de ser reveladas a la luz de la consciencia para ser reconocidas, aceptadas e integradas sanamente, impulsando de esta manera nuestro proceso de transformación y, con ello, nuestra evolución.

Está claro que no es fácil aceptar la sombra, sobre todo aquello que consideramos negativo en ella, obsesiones, miedos, pulsiones, emociones dolorosas y oscuras, no obstante, hacerlo, es la única manera de darles cabida de forma positiva, de canalizarlas de forma creativa, ya sea a través del arte, el deporte y/o el trabajo interior y permitirnos descubrir la profunda sabiduría que entrañan, al enseñarnos la naturaleza de nuestro dolor y el elixir alquímico que nos permitirá sanarlo, toda vez que aceptemos transformarnos, morir simbólicamente y renacer, como lo haría un ave fénix.

Buda tuvo que hacer conciencia de sus demonios o Maras, los engaños de la mente condicionada, para poder iluminarse. Sin sombra no hay luz, así que lejos de rechazarla hemos de ser capaces de abrazarla y aprovechar su poder transformador para poder revelar la luz que en ella reside.

La Luna en este signo nos mostrará precisamente esa zona oscura y poco o nada reconocida del alma, las emociones intensas que allí habitan, planteándonos la necesidad de transmutar toda la densa y tóxica carga emocional que se encuentra allí acumulada y de la que es importante hacerse cargo para ser más íntegros y poder encontrar una verdadera armonía, de lo contrario, la sombra seguirá saboteándonos y proyectándose afuera hasta que le prestemos atención, al fin y al cabo, es una parte de nosotros mismos que busca ser reconocida y sin la cual no estaríamos completos. 

Es una luna para vivir las emociones con profundidad e intensidad y, así mismo, aprender el autocontrol emocional, es decir, ser capaces de hacernos cargo del contenido que emerge y canalizarlo lo más sanamente posible a través de la introspección, el yoga o alguna forma de terapia o catarsis. También es propicia para disfrutar el silencio del alma, que es capaz de transmutar sus emociones convulsas y elevarse a través de la meditación.

Es necesario, sobre todo, desapegarnos de los condicionamientos que hemos formulado en nuestra dimensión emocional que conducen al sufrimiento y a emociones densas, tales como los celos, el odio, el rencor, la envidia, etc. 

Es fundamental, en este sentido, poder soltarse, relajarse y permitirse experimentar las emociones tal como aparecen, dejándolas ir, sin resistencia, sólo así el alma puede ser transformada y puede experimentarse la alquimia interior que le permitirá seguir evolucionando. 

Mientras más resistencia opongamos a dejar que las emociones densas fluyan y nos estanquemos de forma obsesiva en esa densidad, mayor será el dolor, pudiendo llegar a convertirse en un verdadero tormento. 

Tal como reza el dicho: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Y lo que hace la diferencia es la forma en que gestionamos nuestras emociones, pensamientos, sensaciones y todo ello estará determinado en alto grado por nuestra percepción.

Así que es momento de trabajar con mayor ahínco en nuestra percepción y darnos la oportunidad de transformar esos paradigmas internos que ya están caducos y que no hacen mas que estancarnos en nuestro pozo emocional y demorarnos en tensiones innecesarias. Todo podría ser más simple, pero en nuestra forma errónea de percibir la realidad lo complicamos.

Nos dejamos envolver en la ilusión de la dualidad, creemos que las cosas son blancas o negras, nos polarizamos y nos olvidamos, en ese trance de que, en realidad, todo cuanto existe es una misma cosa, inseparable, indivisible.


Sin embargo, percibimos nuestro entorno como algo separado, la matriz misma que nos contuvo antes de nacer y que nos nutrió y acunó de forma cálida y amorosa, en el momento del parto es percibida como algo que se pierde, a lo que se muere, para poder nacer y es como si perdiéramos una parte de nosotros mismos.

Y cada vez que perdemos algo a lo que estamos aferrados, arraigados o con lo que nos sentimos profundamente compenetrados, ya sea una relación afectiva, un ser querido, un hogar, etc., revivimos ese mismo sufrimiento, pero es gracias a esas muertes reales o simbólicas que es posible nacer a otros estadios del alma.

Lo que no nos mata nos fortalece y, además, nos enseña a sobrevivir. Esta es la Luna pues de la muerte y la resurrección, por tanto, del renacer.

Es momento de observar atentamente que está muriendo dentro de nosotros y que sobrevive a ello, pues eso que perdura y sale ileso al proceso de transformación interior está impregnado de la esencia activa o elixir vital que es capaz de revivirnos, sanarnos, elevarnos desde lo más profundo y hacernos más fuertes, y es lo que impulsa nuestra voluntad.

Esa quintaesencia divina que está presente en todo más allá de la vida o de la muerte es lo que permanece cuando el ego ha sido destruido y tiene un enorme e incalculable poder. Esta Luna nos brinda la oportunidad de reconocerlo y abrazarlo, empoderándonos así en nuestra dimensión emocional. Muriendo a nuestras obsesiones, miedos viscerales, inseguridades, bajas pasiones, para resurgir de las cenizas más íntegros y purificados. 

Escorpio es, también, el signo relacionado con lo oculto, lo misterioso, lo esotérico, así que esta Luna es un llamado a profundizar en los misterios del alma y del sagrado femenino, sobre todo de la faceta maternal que es la que corresponde a la Luna llena, conectar con la Sabiduría profunda de la Madre Celeste, con su poderoso psiquismo que engendra fuerzas sobrenaturales, con su poder procreador y a la vez destructor y renovador, pues esta es la faceta que nos muestra en el signo de Escorpio, la Madre Bruja y transmutadora, la Maga. 

Es un buen momento, por ejemplo, para conectar con la energía de Kali Ma y solicitar su protección ante enemigos internos y externos, que no son más que una proyección de los primeros.

Además la Luna se encontrará en conjunción a Lilith que aún se encuentra en los últimos grados de Libra. Tal vez encuentres algún/a otro/a Mag@ y sabi@ compañer@ con quien compartir tu ritual o meditación de Luna llena o puede que expreses esa energía en una profunda e intensa escapada con tu pareja donde podáis compartir vuestra intimidad de forma apasionada y transformadora.

También es posible que se concreten alianzas y reuniones de forma clandestina para actividades de tipo revolucionario.

Otro de los temas a considerar con la Luna llena en Escorpio es el sexo, más aún en esta lunación que tuvo comienzo en el signo de Aries, relacionado, entre otras cosas con el impulso sexual. Escorpio, por su parte, puede hacer florecer ese impulso inicial ariano en una profunda compenetración, a través de la conexión que expresa y canaliza el deseo y la pasión de estos dos signos, el uno desde la chispa inicial que enciende esa pasión y el otro desde la intensidad volcánica y acuosa de esas pulsiones experimentadas a un nivel más visceral, de mayor profundidad a nivel energético y de intensa interconexión, no sólo física, sino psíquica y energética. 

En otro orden de ideas, el propósito de esta lunación, al tener comienzo en el signo de Aries, es el de emprender, autoafirmar, luchar, impulsar, comenzar, nacer, ser y por haberse puesto retrógrado Marte, regente de este signo, durante el transcurso de la lunación, este propósito se interioriza, la voluntad se redirecciona hacia adentro, lo cual es muy propicio al clímax de la lunación, pues será materia prima que la Luna llena en Escorpio habrá de digerir y transmutar desde esa profundidad e intensidad interior que le caracteriza. 

Entonces, es muy probable que nos encontremos, de alguna manera, reiniciando, renaciendo, reactivando luchas, reafirmando y reconociéndonos en función de nuestro proceso evolutivo.

Si hay alguna guerra que librar lo haremos en nuestro interior y si hay algo que ha de morir será allí, justo en ese campo de batalla, donde nuestras emociones encontradas generan algún tipo de conflicto que puede llegar a ser agotador, desgastándonos. 

Es entonces cuando resuena un profundo llamado interior, una invitación a procesar esa energía ariana de tal manera que sea capaz de morir y renacer en las aguas transformadoras de Escorpio y hacer de ese impulso interior combativo y violento una semilla de re-evolución interior. 

No en vano, Plutón, regente de Escorpio, también se encuentra retrógrado y en el signo de Capricornio, que hace referencia, entre otras cosas, al sistema, a las estructuras, condicionamientos y limitaciones, conduciéndonos a transformar el mundo y sus estructuras dentro de nosotros mismos, pues somos cada vez más conscientes de la responsabilidad que a cada uno comporta como co-creadores de nuestra realidad.

La Tierra nos recordará cuán importante es tomar la responsabilidad que nos toca al respecto, a nivel individual y colectivo, en cuanto al proceso evolutivo del que estamos participando en este planeta, pues esta lunación iniciada en Aries y revelada plenamente en Escorpio representará el despertar y la reactivación de la fuerza telúrica y ello se ve expresado en violentos movimientos energéticos internos, desencadenando terremotos y erupciones volcánicas, máxime cuando sigue vigente la cuadratura entre Plutón retrógrado en Capricornio y Urano en Aries. 


Es importante señalar, al respecto, que Marte retrógrado, como dispositor de Urano, por su regencia sobre Aries, el signo donde actualmente se encuentra el planeta del despertar, de la humanidad, las sacudidas y los cambios bruscos, inesperados y radicales, puede intensificar y funcionar como un detonante en esta reactivación del despertar de la Tierra y también de los seres que en ella habitamos, con su impulso energético que, al retrogradar, está enfocado hacia adentro, hacia el interior, en el signo de Sagitario, que expande esa energía, la amplifica. Sea como sea, la Kundalini de la Tierra está reactivándose de forma violenta y poderosa y recordándonos cuan viva está nuestra madre.

Saturno, dispositor de Plutón, por su regencia sobre el signo de Capricornio, también se encuentra retrógrado, en conjunción ya separativa con Marte retrógrado, en el signo de Sagitario y ambos en cuadratura a Neptuno, aspectos que reafirman conflictos y tensiones de tipo político, religioso e internacionales a través de políticas retrógradas de segregación, que acentúan el caos, la pobreza y la marginación de los más desfavorecidos, es justo lo que estamos viendo en el caso de los refugiados Sirios.

En un ámbito más personal, la retrogradación de Marte en Sagitario puede indicar el reinicio o reactivación de estudios, actividades políticas o religiosas, viajes, exploraciones.

No obstante, no es el mejor momento para emprender actividades nuevas en estos ámbitos, ni proyectos importantes, sino más bien para reafirmar y reimpulsar los ya existentes.

Saturno retrógrado en Sagitario aunado a Júpiter retrógrado en Virgo, con su actual cuadratura y la T cuadrada que completan con Neptuno, nos están invitando más bien a trabajar en la reestructuración y reorganización de nuestros proyectos, es importante revisarlos para perfeccionarlos y hacerlos más sostenibles, prácticos, prósperos y perdurables en el tiempo. Es importante soñar pero con los pies bien puestos sobre la tierra. 

Quien bien quiere cosechar ha de removerla primero y preparar el terreno. Ceres, uno de los dispositores de Júpiter, por su regencia sobre el signo de Virgo, se encuentra actualmente en Aries impulsándonos a iniciar un nuevo ciclo de cosecha en aquellos ámbitos de nuestra vida relacionados con la casa por donde esté transitando o con los planetas con los que interactúe a su paso pero hay que preparar ese proceso debidamente.

Otro de los regentes de Virgo, Mercurio, quien es su regente tradicional, se encuentra actualmente en el signo de Tauro, formando un gran trígono con Júpiter y Plutón confirmándonos lo anterior, es tiempo de trabajar en el arado del terreno y lo haremos tanto a nivel intelectual como a través de la comunicación y la interacción con el entorno, hay que comunicarse y moverse con firmeza, de forma lenta pero segura, si se quiere que esos proyectos que estamos reorganizando generen prosperidad, invertir en publicidad y generar contactos estables y fiables. 

Los intercambios comerciales y ventas con este tránsito pueden llegar a ser muy productivos e impulsar esos proyectos que estamos reevaluando, contribuyendo así a transformar ese estancamiento que sentíamos en algún área de nuestra vida.

Por otra parte, tenemos al planeta Venus aún en el signo de Aries y en conjunción a Urano, ambos opuestos a Lilith en Libra y cuadrando a Plutón, formando entre todos una T cuadrada, figura tensa pero con gran potencial energético. Esto, a nivel social, puede representar la unión de personas con espíritu de lucha y rebeldía que buscan un cambio radical ante este sistema caduco y opresor que se resiste a morir. 

En la unión está la fuerza y, mientras más apriete el sistema, mayor será la unión y la acción colectiva, pero eso sí, sólo si cada uno es capaz de despertar y activar su propio proceso de cambio este será realmente contundente a nivel colectivo, cada vez se hace más claro y patente que sin re-evolución interior no hay revolución que pueda ser efectiva, cada vez es mayor el número de seres despiertos y sólo la unión de muchas luces puede iluminar el mundo y socavar la oscuridad, la interior y exterior.


A escala personal este aspecto puede generar una alta tensión en las relaciones, es muy probable que la pareja nos reclame más espacio personal, sobre todo si, de alguna manera, se ha sentido oprimido o limitado, por lo cual es preciso relajarnos y trabajar los celos, miedos e inseguridades que puedan estar generando el conflicto, reformular nuestros votos de confianza y permitirnos también a nosotros mismos disfrutar de nuestro propio espacio y libertad, de compartir con nuestros amigos, incluso iniciar nuevas amistades.

Puede que seamos nosotros los que reclamamos ese espacio y que sea el otro quien deba ceder, en fin, son temas que lejos de separarnos, si se trabajan con madurez, pueden fortalecer la pareja, todo dependerá de que tan viva esté la llama del amor y este es, precisamente, un buen momento para reactivarla. 

Mantengamos la calma, comprendamos el proceso del otro, sepamos ser, ante todo, amigos y respetar y valorar la autenticidad y libertad del otro y, sobre todo, no tiremos por la borda en un arrebato lo que hemos construido con el tiempo, el amor y el apoyo mutuo. 

Es importante profundizar en la paciencia y el respeto, así como responsabilizarnos de nuestra alquimia interior, transformando nuestros miedos y bloqueos en seguridad y estabilidad interior, para que el la compenetración sea más sólida y perdure en el tiempo.

También puede que nos encontremos compartiendo con la pareja entre amigos o grandes aglomeraciones; en Catalunya, por ejemplo, pronto viene Sant Jordi, así que es buen momento para ello y, si no tienes pareja, quién sabe, tal vez la halles entre la multitud o, al menos, experimentes ese típico flechazo de Aries, alguna mirada salvaje que despierte tus deseos y te enamore a primera vista, esto puede ser algo muy fugaz, pero no deja de ser apasionante, aunque dure poco, nos recuerda que tenemos sangre en las venas, que la llama del amor está viva en nuestro corazón y que somos capaces de sentir y de vibrar. 

Si ya tenéis pareja, es buen momento para reafirmar el amor y entregaros a la intensidad de un beso entre la multitud; Venus en Aries se deja llevar por el impulso apasionado y, con Urano, puede sorprendernos con su intensidad cuando menos nos lo esperamos, degustando el instante presente y haciéndonos sentir que aún movemos el piso a esa persona a la que amamos, que la pasión, que parecía enfriarse, aún está viva, destruyendo así cualquier temor y derribando esas barreras interiores que nos impiden profundizar más.

Sea como sea, esta Luna promete intensidad, así que hay que estar preparados para experimentarla como le gusta a Escorpio, con toda la pasión y la fuerza, sintiendo las emociones hasta la médula, sentir la fragilidad y la fortaleza que estas nos evocan, si podemos morir y renacer en ellas comprobaremos cuan vivos estamos y nuestra capacidad de transformarnos y evolucionar a través de su intensidad, para ello, la sabiduría interior es fundamental, así como el saber soltar y entregarse al proceso. Seamos capaces de resurgir de las cenizas como el ave Fénix y volar muy alto, nuestra alma despierta está ansiosa de ello. 

Estamos evolucionando de forma lenta pero segura, transformando estructuras internas y externas; al menos una parte de la humanidad, por pequeña que pueda parecernos ahora, ya ha despertado, y eso es un fundamental para el salto cuántico que como especie estamos dando. Cada vez menos reptiles, cada vez más alados, reconectando con nuestra divinidad, recordando cuan sagrados somos. Y atentos, que vienen más saltos cuánticos, la Tierra nos está llamando a ello.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Libra 2016, los dos Eclipses y el Equinoccio


A sólo tres días de la entrada del Equinoccio de Primavera, tenemos una Luna llena que nos invita a compartir, a socializar y a prestar atención a las cosas bellas de la vida, es la Luna llena en Libra, que además vendrá a protagonizar un eclipse parcial de Luna, coronando así una lunación llena de sucesos cósmicos de primer orden que mantendrán nuestra atención en los cielos y nos removerán interiormente, planteándonos el desafío de encajar con la mayor sabiduría posible las experiencias vitales que se despliegan para nosotros, a razón de nuestro proceso evolutivo.

Esta lunación, efectivamente, comenzó de forma contundente con un eclipse total de Sol en el signo de Piscis que, por un lado, nos brindó la oportunidad de prestar atención a la faceta más oscura del sagrado femenino, el profundo y misterioso poder que alberga nuestra alma y al que no es tan fácil acceder para aquellos que rigen su vida estrictamente por la razón. 


Para experimentar la fuerza sagrada de lo femenino en su estado puro hay que entregarse plenamente al mundo inconsciente, al océano de la intuición, a la profundidad de lo poderosamente instintivo y, para ello, el mundo objetivo, consciente, ha de ser, de alguna manera, suprimido, eclipsado.

La luz del Dios solar hubo, entonces, de dejar paso a la obscura fuerza de la Diosa lunar, a su faz de ébano que resguarda los sagrados misterios, la sabiduría profunda, la magia, la fuerza tántrica de la Shakti que deseaba danzar al son de la música sagrada de Piscis y rendirse majestuosa a su místico silencio.

De esta manera, nuestro lado más objetivo ha sido puesto a prueba. Como aquel Dios que es sacrificado, nuestro lado consciente y racional ha tenido que ser eclipsado y diluido en las informes aguas piscianas, lo cual ha representado un reseteo total, un antes y un después que quizá pase desapercibido para muchos, pero que plantea el cierre de un ciclo para nuestra estructura egóica y el comienzo de uno nuevo en un nivel más elevado de la espiral. 

Es como si hubiésemos llegado a un punto de no retorno y, a su vez nos encontrásemos de vuelta con la misma interrogante de siempre: ¿Qué somos ante tanta inmensidad?... Como si todo lo andado y lo aprendido nos condujese hacia el mismo lugar del que salimos y nos encontrásemos de nuevo, desnudos y vacíos ante lo incomprensible.


Y es entonces cuando descubrimos la ilusión del viaje… Creemos que vamos hacia a algún lugar cuando, en realidad, estamos dando vueltas en espiral, repitiendo ciclos incesantes de experiencias en un horizonte de sucesos tan limitado como lo es nuestra propia percepción de la realidad. 

Entonces cerramos un ciclo y comenzamos otro y así cada vez y, hasta que no hacemos consciencia de que estamos como el perro loco, persiguiendo nuestra propia cola, no somos capaces de experimentar la esencia de la vida, pura, sin condicionamientos, sin referencias de tiempo ni de espacio. 

Ya estamos en aquel lugar al que aspiramos llegar, ya somos aquello que somos, es sólo que en nuestra ignorancia de nosotros mismos hemos creído que era preciso encontrarnos en algún lugar y comenzamos a perseguirnos la cola y nunca, nunca, la alcanzamos. 

Y no es fácil para el ego aceptar esto, es como si lo sumergieran en un líquido que borra toda memoria de sí, que le transmite un claro mensaje: Nada de lo que crees ser o haber sido puede definirte realmente, es transitorio y, por lo tanto, irreal, una ilusión.

Es allí, cuando el ego se rinde, cuando se entrega al vacío, que resplandece la Luz de la consciencia, y surge poderosa la fuerza de la Shakti a llenarlo todo y a revestirse de ese resplandor. Entonces ya no hay preguntas, ni dudas, ni inquietud.



¿Somos capaces de comprender lo que se ha movido en esta lunación?, ¿Somos capaces si quiera de intuir que representa un antes y un después en nuestro proceso evolutivo? ¿…Que se ha abierto un portal de reconexión con lo infinito? ¿O estamos aún tan adormecidos que está pasando desapercibido ante nuestros ojos? 

¿No siente acaso tu alma que algo ha cambiado?… Y en realidad lo único que ha cambiado es nuestra percepción, hemos trascendido capas de falsas creencias y condicionamientos y eso puede hacernos sentir vulnerables, frágiles, desnudos, en la medida en que nos aferramos a nuestra antigua idea se nosotros mismos. 

Ahora es cuando queda por desaprender, lo demás es entregarse al proceso de experimentar nuestra naturaleza trascendente. Meditar y/o fundirse en la experiencia creativa del arte inspirado y disfrutar de la belleza sutil e invisible que sustenta lo visible es la mejor forma de integrar lo que el eclipse solar en Piscis ha suscitado al inicio de esta lunación.

A ello se une la reciente entrada del Equinoccio de Primavera, como una inyección de energía ariana que la entrada del Sol en este signo nos regala, con su espíritu aguerrido y emprendedor. Es momento de recomenzar a crear, de hacer brotar, como lo hace la naturaleza, toda la fuerza vital, creativa, que ha estado latente en nuestro interior esperando el momento ideal para emerger.  Ese momento ha llegado.

La vida nos brinda una nueva oportunidad de participar del juego de la existencia de forma consciente, y lo maravilloso es que no hay nada que brote de nosotros que no exprese nuestra identidad, nuestra propia y única manera de manifestar el principio vital y, después del reseteo del eclipse de Sol en Piscis, será como ver un campo reverdecer después de un diluvio. 

El vacío está siendo llenado de la esencia de la vida que lo conforma, y esa vida o consciencia que pulsaba invisible en un estado latente, de pronto, está tomando una propia y única forma de ser y mostrarse a través de la acción de la chispa creativa. 


¿Qué está emergiendo en nosotros? ¿Qué busca renacer y ser cultivado en nuestras vidas?

Este es un momento del año potencialmente creativo que nos impulsa a brillar de la forma más hermosa y auténtica que puede hacerse, siendo nosotros mismos.

Y en ese ímpetu de brillar e irradiar al mundo nuestra propia luz sentiremos la necesidad de compartir aquello hay en nuestro interior. 

Es precisamente a ello que nos invita la Luna llena en Libra que tendrá lugar en el grado 3 del signo y que, al ser eclipsada, nos pedirá también hacer una introspección más profunda sobre aquellos aspectos olvidados en nuestra psique, esas necesidades no reconocidas, relativas, como corresponde al signo de Libra, al tema de las relaciones de pareja y/o de asociación en general, la socialización, los asuntos legales, estéticos o artísticos, la armonía emocional, el amor y la paz.

Nuestras cualidades diplomáticas serán puestas especialmente a prueba, sobre todo porque junto al Sol en Aries se encontrará Mercurio oponiendo a la Luna llena en Libra, pudiendo suscitar alguna que otra discusión y/o desacuerdo. 


Hemos por ello de guardar especial cuidado de ser prudentes al expresar nuestras ideas y de controlar el impulso de decir lo primero que nos pasa por la cabeza, pues podemos incluso llegar a herir sin querer a quien queremos o hacer sentir mal a alguien cuestionándole de forma injustificada.


Esto puede afectar especialmente a las relaciones de pareja, más cuando el eclipse lunar puede mostrarnos ciertas facetas negadas o reprimidas a nivel emocional respecto a la relación, y el ánimo pendenciero de la conjunción Sol/Mercurio en Aries puede impactar negativamente haciendo sacar a relucir los trapitos sucios o cosas que nos teníamos guardadas por no haberles dado la suficiente importancia en su momento.

El amor y el ánimo de concordia de esta Luna serán los que puedan hacernos salir airosos como pareja. 

Será importante, sobre todo, apelar al sentimiento de amor incondicional que Venus, dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Libra, irradia desde Piscis en compañía de Neptuno. 

No obstante, esta conjunción también puede prestarse a generar cierto halo de confusión en cuanto al romance se refiere o propiciar malos entendidos entre las parejas. En el peor de los casos, incluso, puede predisponer a algún tipo de engaño o traición. Esperemos, de ser así, que cualquier duda o posible situación decepcionante se diluya de la misma manera que surgió y deje paso a la comprensión y aceptación de nuestras imperfecciones y vacíos.

También es importante comprender, en todo caso, que muchas veces sufrimos más por lo que nos imaginamos que por que realmente sucede y, con esta conjunción de Venus y Neptuno en Piscis, también es fácil que la imaginación fértil haga de las suyas y veamos fantasmas donde no los hay, así que si sentimos la desconfianza emerger preguntémonos qué nos hace sentirnos tan inseguros, revisemos esos antiguos patrones de abandono o decepciones que han podido medrar nuestra autoestima y que ahora podríamos estar proyectando injustificadamente en nuestra pareja.

Permitamos que el amor incondicional y la magia de los sentimientos más sublimes que nuestra pareja despierta en nosotros nos ayude a transitar y transcender cualquier abismo que quiera abrirse en nuestro corazón perturbando nuestro equilibrio interior. Y, lo más importante, restauremos esa armonía interna que es la que nos permitirá tener relaciones más satisfactorias. 

Todo lo que podemos resolver al respecto habita en nuestra alma, así que, ante cualquier inquietud es allí donde hemos de mirar, aceptando, abrazando e integrando sanamente nuestras sombra emocional, aquella que la interacción con otros es capaz de mostrarnos como si de espejos se tratasen, y aceptando y abrazando también la sombra emocional del otro, comprendiendo que nadie es perfecto y que el amor ha de ser capaz de abarcarlo todo, que no de aguantarlo todo y, para ello, está la capacidad librana de pactar y conciliar, sabiendo encontrar la armonía a través del conflicto, confrontado los opuestos para obtener puntos de encuentro y entendimiento, atendiendo a los principios de igualdad y justicia.

Aceptemos, así mismo, en un nivel más mundano, aquello que no nos parece tan bello, tan armonioso y que el ideal estético de Libra desaprobaría, recordando que lo esencial es invisible a los ojos y que hay formas sutiles de belleza que están ahí olvidadas o que pasan normalmente desapercibidas esperando ser descubiertas y apreciadas.

Que esta Luna llena y este eclipse lunar en Libra sea pues un momento de examen interior, de evaluación profunda de nuestra necesidad de amor, armonía, belleza, igualdad y justicia, poniendo especial atención a esos aspectos no reconocidos que todas estas necesidades nos evocan para poder satisfacerlas lo más plenamente posible en aras del equilibrio interior que nuestra alma de alguna manera está precisando. 

Nada escapa a la mirada atenta de Maat, Diosa de la Justicia, ni la sombra ni la luz, y su veredicto, que es el propio, siempre ha de conducirnos a ser más consecuentes y honestos con nosotros mismos y con los demás, contribuyendo así a un estado de paz interior que no tiene precio.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Piscis 2016 y Eclipse Lunar Penumbral


Piscis es el signo donde el ego se disuelve, un telón de fondo complejo y profundo que todo lo abarca y trasciende. Es esa fuente cósmica, divina, inmanifestada, de donde surge toda creación y a donde finalmente ha de retornar.

En este sentido, representa la espiritualidad, los mundos sutiles y la inspiración artística, así como todo aquello que, de alguna manera, es intangible pero susceptible de llegar a manifestarse como creación.

De ese océano informe surge la sutil belleza de la música, la danza y la poesía, que pueden elevarnos y llevarnos a experimentar la gracia de lo divino. Un océano al que también podemos acceder a través del silencio interior que experimentamos en la meditación, ese silencio gozoso, de pleno vacío.

Esta Luna llena puede entonces envolvernos de una atmósfera de misticismo, arte e inspiración y también podría llegar a trasladarnos a ese mundo de fantasía tan propio de Piscis, donde todo parece posible, pues no hay límites para crear desde lo increado y para plasmar la visión de nuestros sueños, pero también, en ocasiones, de nuestras pesadillas. 

Y es que la imaginación da para mucho y, a veces, elaboramos un imaginario basado en nuestros propios miedos e inseguridades y nos adelantamos a los acontecimientos generándonos una angustia innecesaria y, en algunos casos, hasta desproporcionada.

Piscis también hace referencia al sufrimiento que representa la ilusión de separación, la experiencia o ensueño ilusorio de la matrix que no se despejará hasta que permitamos que esta ilusión se diluya y entonces prevalezca lo único real, el Ser, que es infinito y eterno.

Por ello la Luna en Piscis nos hace experimentar esa necesidad recurrente de volver a la fuente, de experimentar su gracia, el gozo de nuestra esencia divina y eterna.

Piscis es además un signo altamente sensible, el más sensible de todos, podría decirse, incluso, hipersensible. Así que es normal con la Luna llena en Piscis que las emociones estén a flor de piel y sintamos una irresistible atracción hacia las profundidades de nuestro mundo interior. 


Algunos pueden sentirse tristes y/o nostálgicos, otros inspirados y/o elevados, algunos tal vez despistados o tener la sensación de estar desarraigados, como si una parte de ellos estuviera fuera de este mundo. Otros pueden experimentar la típica fluctuación emocional pisciana, sentirse como un mar que tan pronto puede estar calmo como verse convertido en agitadas olas que remecen su mundo interior. 

Sea como sea, la Luna en Piscis nos lleva a experimentar a profundidad nuestras emociones y sería interesante estar atentos a como las gestionamos, máxime cuando tendremos un eclipse que velará la mágica luz de esta Luna llena para enmascararla con la sombra de la Tierra.

Esto nos puede llevar a potenciar la posibilidad de experimentar a nivel emocional el lado más oscuro de la naturaleza piscina, los miedos irracionales, el pánico, la sensación de abandono, el victimismo, la marginación, el sufrimiento, la autoevasión, así como también situaciones caóticas, confusas e irracionales.

Este eclipse ocurrirá cercano, aunque no tanto, por ello es penumbral, a la puerta del pasado representada por el Nodo Sur y en conjunción a Quirón, el sanador herido, así que es posible que las emociones que emerjan y los sucesos que acontezcan tengan resonancia con situaciones del pasado que fueron dolorosas para nosotros y/o nuestro clan familiar y que repetimos en una especie de recurrencia de alguna herida que quedó abierta o mal cicatrizada y que repite la experiencia buscando sanarse y/o de karmas no saldados que aún están latentes y nos pasan factura.

No obstante, el Nodo Sur en Piscis, al ser la puerta trasera o de salida, también nos brinda la oportunidad de soltar aquellos miedos, inseguridades, desilusiones o situaciones abrumadoras o caóticas, que generaban desorden o confusión en nuestras vidas, más aún al encontrase en conjunción a Neptuno, mientras que el Nodo Norte en Virgo cercano al Sol nos abre, como lo ha hecho durante su reciente conjunción, la puerta a acciones enfocadas en el orden, la racionalidad, la virtud y la verdad. 

Es el momento de dejar ir lo falso pues las mentiras que nos contábamos en nuestro fuero interno ya no nos satisfacen, momento de apostar por una mayor honestidad e integridad para con nosotros mismos y para con los demás. La presencia de Júpiter en Libra también nos inclinará a ser más sinceros con esos espejos que la vida nos presenta, recordándonos que la sinceridad es la base de la confianza.


La T cuadrada formada entre Marte, cómo ápice o punto focal de la misma, en el signo de Sagitario y la oposición Sol/Luna, durante esta Luna llena eclipsada en el signo de Piscis y acompañada por Quirón, que también participa de la T, puede hacer referencia a sucesos violentos en los ámbitos político, estudiantil o religioso, generando o recrudeciendo el caos en algunos puntos del planeta, esto también puede incluir temas relacionados con prisiones y crisis hospitalarias. 

En el mejor de los casos, este Marte también puede hacer referencia a iniciativas o decisiones que alteran nuestra situación familiar o emocional, generando tensión o desafíos.

En cualquier caso, siendo que la Luna simboliza, entre otras cosas a la familia, la infancia, cualquier clan al cual pertenezcamos (en el caso de Piscis, la familia espiritual) y también a los pueblos en general, son de esperarse situaciones complejas, confusas y/o caóticas, vinculadas a todo lo simbolizado por Marte en Sagitario, liderazgo en los ámbitos político, religioso o en el de la educación superior, decisiones o emprendimientos en alguno de estos ámbitos y, en algunos casos, situaciones violentas vinculadas a ellos.

La ocurrencia del eclipse en mi carta en conjunción a la cúspide de casa cuatro, el hogar, la familia, las raíces, me alerta sobre Venezuela, mi tierra natal, que ciertamente está pasando por un momento crítico a nivel político/social que lleva arrastrando hace mucho tiempo pero que cada vez se agudiza más.

Y viendo la carta del eclipse para levantada para diversos puntos del país, me llama la atención, por ejemplo, la situación de Lilith, el espíritu de la inconformidad y la rebeldía por excelencia, en Escorpio, en casa X y, en algunas poblaciones del mismo, cercana al Medio Cielo, cúspide de dicha casa, que representa entre otras cosas el sistema y el gobierno establecido; el infortunio en Acuario (grupos, multitudes, rebeldía, agitación, ruptura de normas y limitaciones) en casa I (el país, pueblo o ciudad en cuestión) y Saturno y Marte en Sagitario en casa XI, lo cual puede hablarnos de sucesos violentos y represión respectivamente, así como de liderazgos sociales pues estos planetas se encuentran en la casa de las revoluciones y cambios radicales.

Por otra parte, pero no menos importante, ya que es el detonante de los acontecimientos, tenemos a la Luna eclipsada en conjunción a Quirón, así como Neptuno y el Nodo Sur, como no, en casa II, los recursos y también la autoestima. El país ciertamente está hundido en la miseria del hambre y el desabastecimiento y la población está notablemente desgastada de tanta desidia. Sólo queda pedir a lo divino que el curso de los acontecimientos promueva un proceso de mejora, que evidentemente será lento dada la crítica situación.

Es de aclarar que los sucesos desencadenados por un eclipse se van desarrollando en los meses subsiguientes al mismo, no obstante, en el mismo día del eclipse pueden suceder acontecimientos contundentes y/o llamativos como lo fue, continuando con el caso de Venezuela, la “Toma de Caracas” que aconteció el pasado 1 de septiembre, día en que los cielos fueron escenario de un eclipse solar.


En fin, esta será una luna Llena de profundas y oscuras mareas, pero la luz siempre retorna y he allí nuestra esperanza. Piscis nos habla también de la fe y lo triste sería perderla, así que no perdamos nunca la fe ni la esperanza porque ella será la que nos impulse y nos sostenga ante la adversidad. Marte y Saturno en Sagitario nos convocan a ello, a ser estoicos y proactivos en la búsqueda de un mejor horizonte y a creer que, aunque lleve tiempo y esfuerzo, es posible salir adelante. Y el nodo Norte junto a Mercurio retrógrado en Virgo nos llevará a hacer una concienzuda revisión que nos abra la puerta al perfeccionamiento.

Tengamos pues una Luna llena en Piscis que nos sirva para perdonar viejas heridas, soltar el dolor y la situación de víctimas conformes con su desgraciada situación y soltar también el lastre y las ronchas ya resecas de nuestras heridas para encaminarnos a esa vida íntegra y sana que merecemos. 

Limpiemos nuestra casa, nuestra alma y todo aquello que consideremos un hogar de las cargas kármicas y residuos energéticos de dolor, desidia y desamparo que nublan la esencia divina que trasciende cualquier decadencia y que es nuestra verdadera y legítima naturaleza. 

Es momento de que el alma vuelva a experimentar la sutil e inspirada belleza del Ser y para ello el reseteo del eclipse es necesario. Que sepamos pues aprovecharlo como parte de nuestro proceso evolutivo y podamos reflexionar en todo lo positivo que somos capaces de cocrear, rescatando de nuestra imaginación las mejores posibilidades.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Acuario 2016


Se avecina una Luna llena de cambios radicales y sorpresas, donde reinará la independencia, la amistad y el espíritu fraternal, es la inigualable Luna llena en Acuario.

Este signo está representado por Ganímedes, el aguador celeste, quien vierte las ondas etéreas de su sabiduría sobre la humanidad para que esta despierte de su letargo y se libere de los condicionamientos que han limitado o ralentizado su evolución. 

Acuario es símbolo de revoluciones y cambios radicales, así que con la Luna llena en este signo se hará patente la necesidad de reinventarse y de atender al llamado de una revolución interior.

Esta Luna nos vuelve emocionalmente inestables y reactivos, puede que sintamos que estamos embarcados en una especie de subibaja emocional que nos hace vibrar frenéticamente pero que también puede resultar algo estresante o desbordante. Algunos, no obstante, pueden notar cierta frialdad emocional, una especie de desapego interior que, en cierta forma, pude ser liberador.

En todo caso, es momento de dinamitar los viejos patrones emocionales que de alguna forma nos han limitado, de esta manera se nos ofece la posibilidad de abrir la puerta a una plétora de posibilidades que quizá estaban vetadas por habernos limitado a esos condicionamientos que definen nuestra zona de confort.

La evolución es una curiosa combinación de lentos procesos de desarrollo y puntuales momentos de inflexión en los cuales desembocan cuando los patrones evolutivos se tornan caducos y necesitan ser actualizados y reconfigurados a otros niveles de manifestación, es lo que solemos llamar saltos cuánticos.

Estos suelen suscitarse cuando la conciencia universal, de alguna manera, reajusta la evolución en función de una serie de posibilidades existentes que vendrán determinadas por la corriente cocreadora de la cual todos participamos y estas posibilidades pueden ser tan infinitas como podamos llegar a imaginar.


Y ello convierte esta Luna llena en una oportunidad para cambiar de manera radical nuestra realidad en alguna faceta de nuestras vidas, que estará determinada principalmente por la casa de nuestra carta natal donde tenga lugar el tránsito de esta Luna llena y en función también de aquella casa donde la Luna nueva, que aconteció en el signo de Leo, tuvo lugar. 

Es decir, sembramos en un territorio específico de nuestras vidas la semilla del fuego leonino, basado en la voluntad, poder, valentía, acción, vitalidad, autoconciencia, generosidad, talentos y creatividad, para que florezca su impronta en otro territorio de nuestras vidas a través de la multiplicidad de posibilidades cocreadoras y de la naturaleza libre, independiente, amistosa, humana y fraternal del signo de Acuario .

Así que, como en esta Luna cualquier cosa puede pasar, lo mejor es no hacerse expectativas y fluir con la corriente universal, sin embargo, es importante no desestimar el poder creador que se nos ha conferido como seres humanos y recordar que estamos cocreando nuestra realidad, así que ese fluir puede ser el resultado de tendencias inconcientes aunado a aquello que, de alguna manera sembramos conscientemente como impronta creativa.

Así que alguna parte de voluntad personal habrá contribuido, en mayor o menor medida a desencadenar esa realidad, en función de nuestra acción, incluso si decidimos no obrar también estamos haciendo, pues damos permiso a que suceda lo que tenga que suceder.

Sea como sea, si hay una Luna para lo imprevisible y sorpresivo, es esta.

Y ello se hará notar con gran intensidad pues el planeta Urano, quien es dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Acuario, se encuentra en el signo de Aries, aún en movimiento retrógrado, haciendo patente una urgencia de reafirmación colectiva y de re-evolución que puede tener matices muy removedores por el impulso liberador que comporta esta energía.

La humanidad, de alguna manera, está siendo llamada a renacer pues hemos llegado a un punto de no retorno, donde, no obstante, se hace preciso volver a los orígenes, a lo primigenio, como una forma de reinventarnos, pero en un nivel más elevado de consciencia y aprovechando los adelantos que tenemos para recomenzar de forma original y cocreativa.


La presencia de Marte en Sagitario apoya emprendimientos culturales, filosóficos, religiosos y políticos que vayan en función de estos cambios. 

Este se encontrará en conjunción a Saturno, que permitirá concretar estos emprendimientos a través de una estructura firme y sostenible, aunque también este planeta en conjunción a Marte puede representar los obstáculos iniciales a superar para ello que, en este caso, pueden estar relacionados con las mismas limitaciones que impone el sistema existente, a veces, incluso, haciendo uso de la fuerza y abusando de su autoridad.

Por si fuera poco, Urano se encontrará haciendo trígono al Sol en Leo y sextil a la Luna llena en Acuario, con lo cual, la voluntad de acción, la necesidad de cambio y el espíritu de rebeldía concernientes a esta lunación vendrán apoyados por la energía de reafirmación colectiva que expresa el impulso recalcitrante de dar un reset que nos libere de antiguos paradigmas que nos han estado estancando como sociedad, lo cual ha de comenzar dentro de nosotros mismos.

Esperemos que ello no ocurra de forma violenta sino que la resultante de esa necesidad de cambio se exprese a través de iniciativas prácticas y maduras que logren canalizar ese renacer colectivo a un nivel más elevado de consciencia, no obstante, con esta Luna todo es posible, así que dependerá de cada uno de nosotros poner nuestro granito de arena en positivo, partiendo de esa re-evolución interior de la cual cual hemos de hacernos cargo.

Que esta Luna llena en Acuario nos reimpulse a niveles más elevados de conciencia. Que el Sol en Leo nos aporte la claridad de su preciosa luz y que, al proyectarse en ella, nos prodigue una gran renovación y despertar interior, y podamos, además, aunar nuestros talentos y capacidades al colectivo para cocrear juntos una mejor humanidad y sentir, a través de ese cambio, que hemos aprendido y madurado, no sólo a nivel personal, sino colectivo.

Disfrutemos también de los amigos, de la energía de grupo, de nuestra independencia, así como de la sana codependencia y, especialmente, de nuestra libertad, ella nos permitirá tomar perspectiva y ver las cosas con nuevos ojos, sobre todo, a nosotros mismos. Es momento de renacer en función de nuestros sueños, para entonces, con paciencia, disciplina y determinación, poderlos concretar.

Que tengamos todos una auspiciosa Luna que nos reúna, desde las peculiaridades creativas que cada uno pueda aportar, en el reconocimiento de esa unidad de la cual formamos parte en esta gran familia universal que es una multiplicidad de manifestación de la conciencia, esa que es nuestra verdadera naturaleza primordial y que quizá podamos experimentar a través de un nuevo despertar interior en esta Luna.

Por último, quiero dedicar este artículo a la memoria de un amigo y compañero de luchas, Jose, que su muerte, como la de tantos que se van luchando contra la inerte, pesada y aplastante corriente del sistema, no sea en vano y su alma vuele alto.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Capricornio 2016


Se avecina una Luna llena muy especial, la Luna llena en Capricornio, un signo con importantes connotaciones iniciáticas.

Por un lado, es el signo representante de una de las cuatro puertas astrólogicas, que son aquellas donde tienen lugar los solsticios y los equinoccios.

Por otra parte, es el signo representado por la cabra marina, que surgiendo de las aguas de lo inmanifestado, manifiesta la materia, lo concreto, el mundo de la forma. 

También hace alusión al mítico macho cabrío, cuya imagen nos remite al semidiós Pan de la mitología griega y al mítico Fauno de los romanos y que está relacionado con el instinto y la potencia sexual, la naturaleza salvaje, los bosques y la fertilidad, guardando un papel muy especial en la cosmovisión de las tradiciones paganas y cuyo simbolismo ha sido, lamentablemente, tergiversado por algunas religiones.

Es, así mismo, en este signo zodiacal donde tiene lugar la primera Luna llena después del Solsticio de Verano, la cual acontece en el mes de Asadha en la tradición hindú y que corresponde a la festividad del Guru Poornima, en la cual se celebra al Maestro espiritual, tanto a aquel que mora en el interior como a su manifestación externa en la figura del preceptor que guía nuestro camino evolutivo, aquel que con su luz remueve nuestras sombras y que es un espejo de ese Guru interior que nos habla a través de sus palabras, de su mirada, de sus silencios. 

Es importante recordar, en este sentido, que desde el punto de vista de la astrología sideral o Jyotish, que es la que se maneja en India, la Luna se encontraría en Sagitario, pues ellos determinan las posiciones planetarias en referencia a las constelaciones, es decir, al fondo de estrellas fijas.

No, obstante, desde el punto de vista de la astrología occidental, que utiliza el zodiaco tropical, en el cual los signos se encuentran desfasados respecto a las constelaciones a causa del fenómeno de precesión de los equinoccios, manejando pues una correspondencia simbólica con los ritmos naturales de los equinoccios y solsticios, la Luna llena de este mes acontece en el signo de Capricornio.

En el Budismo Tibetano, por su parte, esta Luna corresponde a la celebración del primer sermón de Buda Gautama, que tuvo lugar en Sarnath.

Es por ello que la Luna llena en el signo de Capricornio tiene tanta importancia, ella marca un punto de inflexión en el que podemos ver la cristalizar en el alma el florecimiento de una estructura firme que le da orden y substancia a la nutricia Luz que irradia desde el Sol en el opuesto signo de Cáncer. 

Es una Luna ideal para hacer florecer todo lo relativo a nuestras metas, ambiciones y manifestar en el plano material la intención del alma, pero ello requerirá del esfuerzo, el trabajo y la disciplina que el signo de Capricornio nos propone.

Es una Luna que pide, sobre todo, orden, organización, responsabilidad y madurez, especialmente a nivel emocional y en lo relativo con el hogar, la familia y a aquellos temas relacionados con la casa astrológica donde esta Luna tenga lugar en su tránsito por nuestra carta natal, pues su paso suele marcar un momento de asumir mayores responsabilidades, de hacernos cargo de lo que nos corresponda.


También puede proponernos, de alguna manera sentar límites respecto a alguna situación en particular que, igualmente, puede hacer aflorar temas tan importantes como el respeto y las formas. 


Nos invita, así mismo, a una actitud emocional austera y práctica, pues la necesidad fundamental en esta Luna es tener los pies bien puestos sobre la tierra y concentrarnos en nuestras metas y responsabilidades.

Al encontrarse el dispositor de la misma, Saturno, transitando por el signo de Sagitario, que tiende, entre otras cosas, a expandir aquello que en el mismo se encuentra, estas responsabilidades pueden ser, en cierta forma, excesivas, llegando a sobrepasarnos, pudiendo sentir que estamos cargando con más de lo que estamos acostumbrados, esto puede hacer que nos sintamos especialmente cansados o agotados durante esta lunación.

No obstante, el talante optimista de Sagitario puede ayudarnos a afrontar esas responsabilidades de forma estoica y con espíritu de superación, experimentando los retos, obstáculos y pruebas que pudieran presentarse como oportunidades de crecimiento y expansión y, en definitiva, de mayor maduración.


Así mismo, como el nivel de exigencia en esta lunación será mayor, será necesario optimizar mejor el tiempo y las estructuras que den soporte a nuestro proceso actual.

Es, de alguna manera, una Luna que nos hace experimentar las emociones de forma más fría y racional, ya sea porque así lo sintamos vibrar en nuestro interior o porque otros muestren tal actitud ante nosotros.

Puede que la vida nos presente alguna situación donde experimentemos incluso sentimientos de rechazo emocional, ya sea en nosotros mismos o por parte de otras personas hacia nosotros. De ser así, podemos sentirnos subestimados, juzgados, sin embargo, es importante hacer consciencia de, en que medida, estamos proyectando en otros nuestro propio rechazo, juzgamiento y desvalorización.


Es una Luna que propende al ahorro, la austeridad y cuya sabiduría se basa en organizarse y administrarse de forma adecuada. 


Tiende a la austeridad también en la alimentación, que puede en ocasiones manifestarse como escasez, desabastecimiento, si la energía de Saturno se encuentra bloqueada o mal canalizada, mientras que podría hacer referencia a acumulación de los mismos, si dicha energía se encuentra fluyendo de forma más eficaz.

Entre los aspectos más importantes asociados a esta Luna llena, tenemos la cuadratura entre Saturno retrógrado en Sagitario y Neptuno retrógrado en Pisicis, el cual se encuentra, así mismo, en oposición a Júpiter en Virgo, lo cual está removiendo temas relacionados con la fe, los ideales y las creencias, proponiéndonos el desafío de ser más exigentes y críticos con las figuras del mundo de la religión, la filosofía, la política, sin por ello perder la fe en que pueden haber formas de dar un sentido y concreción más justa y correcta a los ideales que nos inspiran en esa búsqueda de sentido, de justicia y de orden moral.

Es posible que, en este sentido, podamos habernos sentido defraudados por ese tipo de figuras o confundidos por incongruencias entre lo que proponen a nivel espiritual o idealista y lo que manifiestan en un sentido práctico.

En este orden de ideas, el discernimiento puede ayudarnos a ver con mayor claridad, depurando espejismos y proyecciones que, de alguna manera pueden corresponder a esa sombra personal y/o colectiva no reconocida y que es importante reconocer, aceptar y transformar para poder avanzar en nuestra evolución. 

El actual trígono entre Júpiter en Virgo y Plutón retrógrado en Capricornio impulsará un profundo trabajo interior en este sentido.

Saturno retrógrado también se encontrará haciendo trígono, en este caso, a la actual conjunción entre Venus y Mercurio en Leo, lo cual nos habla de reprogramar proyectos, viajes o aventuras que favorezcan el disfrute de celebraciones, fiestas o vacaciones con la pareja, junto a hermanos o personas que, de alguna manera, se sientan como cómplices o compañeros. 

Esto puede incluir, por ejemplo, asistir a festivales culturales, realizar viajes de graduación o por temas familiares, etc. Puede que, después de todo, ese exceso de trabajo y de esfuerzo nos permita disfrutar de mayor abundancia, que nos permita disfrutar más en compañía.

Pero sin duda, el aspecto más significativo de esta lunación es la cometa cósmica formada entre la oposición Luna en Capricornio/Sol en Cáncer, el gran trígono de agua entre ese Sol, Marte en Escorpio y Quirón retrógrado en Piscis y el gran trígono menor entre la Luna, Marte y Quirón. 


Dicha figura planetaria nos brinda la oportunidad de elevarnos a través de algún proceso doloroso e incómodo y/o bien, de un poderoso trabajo de sanación espiritual a una experimentación más realista, práctica y madura de nuestro mundo emocional.

Aprovechemos pues esta oportunidad de maduración que nos brinda la vida y sepamos empoderarnos sobre nosotros mismos y sobre nuestros miedos y bloqueos internos para trascender las heridas y florecer más seguros y triunfantes ante las pruebas, los retos y metas que esta lunación nos ha propuesto y que no son más que una manifestación de la necesidad que tiene nuestro niño interior de crecer, sin por ello dejar de jugar y divertirse, pero sabiendo que puede hacerlo de forma madura, responsable, siendo consecuentemente creativo y consciente.




Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena el Leo 2017 y Eclipse Lunar


Leo es el signo más carismático de todos, su brillo no deja indiferente a nadie, por lo cual le es muy difícil pasar desapercibido e indudablemente, si lo hiciera, no estaría respondiendo a su naturaleza.

La Luna llena que se aproxima tendrá lugar en este signo, el más ardiente de los tres signos de fuego, el que exhibe la llama, luminosa y ardiente, proporcionándos su extraordinario calor y brillantez.

Tendremos entonces una Luna intensa que además será protagonista de un eclipse lunar en el grado 22 del signo.

Con la Luna en Leo las emociones tienen un papel preponderante, tendemos a ser más efusivos y demostrativos de estas y necesitamos que, de alguna manera, sean reconocidas por los demás, precisando más atención y muestras de afecto de lo habitual.

También solemos ser más generosos en nuestra afectividad, más cálidos, valerosos, extrovertidos y creativos respecto a los contenidos de nuestro mundo interior, siendo posible que nos sea más fácil transmitir a los demás nuestras necesidades, carencias y emociones, así como todo el afecto, nutrición y protección que somos capaces de dar.

No obstante, al ser eclipsada pueden surgir con mayor facilidad emociones reprimidas que, normalmente, suelen ser más oscuras, aflorando del inconsciente la sombra de este signo; así, la generosidad de Leo puede tornarse en egoísmo, la dignidad en orgullo y arrogancia, el brillo y el carisma en ridículo, el honor en jactancia, la pasión en celos, etc.

Será también más fácil sentirse ofendido o menospreciado en cuanto a nuestra dimensión emocional y afectiva, o en asuntos relacionados con la madre, la familia, la comida y/o el hogar.

Es posible, así mismo, que sintamos que no somos lo suficientemente reconocidos o que nuestros talentos son de alguna forma opacados, pudiendo afectarnos emocionalmente por ello si no somos capaces de gestionar ese contenido egóico de forma asertiva y creativa.

Sin embargo, en esa sombra leonina que aflorará en esta Luna llena eclipsada también pueden emerger emociones positivas muy intensas que estaban reprimidas en nuestro interior y que, por algún motivo no eramos capaces de mostrar o, incluso, experimentar.

Tal vez podría tratarse, por ejemplo, de un sentimiento de dignidad que quedó frustrado en la infancia o en algún otro momento de nuestra vida en el cual no fuimos reconocidos, sentimos que no se nos tomaba en cuenta, que lo que hacíamos no era importante, que no se nos expresaba afecto de forma evidente, etc.

Obviamente para hacer consciencia de esa dignidad interior que es importante integrar hemos también hacer conciencia de esa frustración subyacente y ese sentimiento de indignidad que lo eclipsaba y que nuestro niño interior ha de superar a través de ese adulto que ha sido capaz de mirar dentro de sí como si de un reto heroico se tratase, haciendo acopio del valor propio de este signo.

No hay nada más hermoso que sentir que somos capaces de conquistar nuestro mundo interior con toda su luz y su oscuridad y este eclipse será una buena oportunidad para que la inquieta y juguetona Luna en Leo se de a la tarea. Para ella descubrir sus ángeles y demonios puede resultar hasta divertido si sabe honrar a cada uno como parte importante del fascinante entramado de su mundo interior.


El Sol además de prestar a la Luna su brillo será también, en este caso, su dispositor, por ser regente del signo de Leo en el cual la madre celeste se impondrá como una reina, eclipsada, pero reina al fin, haciendo gala de su presencia.

Este la dispondrá e iluminará desde el signo de Acuario, donde tuvo comienzo esta lunación, invitándola a atender asuntos relacionados con la amistad, la fraternidad, lo colectivo, la originalidad, lo inesperado, ya sea porque le toque confrontarse o bien, por el contrario, colaborar de alguna manera con estos, como corresponde a la naturaleza de la oposición que es el aspecto en que se encuentran la Luna y el Sol cuando acontece la Luna llena.

Puede, por ejemplo, que sean los amigos o algún amigo en particular, o quizás algún grupo del que formamos parte, detonante/s de ese emerger de intensidad emocional que podríamos experimentar con esta Luna, incluyendo esa poderosa sombra emocional que se evidenciará como resultado del eclipse.

Esta Luna llena formará parte además de una cometa cósmica junto al Sol en Acuario, Saturno en Sagitario y Urano en Aries, este es un trígono sumamente creativo que facilita, entre otras cosas, la dinamización del potencial creativo que albergamos en nuestro interior con la ayuda de una planificación optimista y visionaria y del impulso irrefrenable de la originalidad.

Igualmente, es posible que experimentemos un repunte de sincronicidades que permitan que nuestras necesidades o incluso nuestros caprichos se manifiesten, pero como resultado del eclipse también podrían manifestarse situaciones inesperadas que, de alguna manera, respondan más bien a pulsiones inconscientes, donde las programaciones más profundas de esta egótica Luna queden al descubierto.

Por si fuera poco, esta Luna también formará parte de otra cometa cósmica que implica al igual que la anterior a Urano en Aries y Saturno en Sagitario, más no así al Sol sino a Júpiter, el cual se encuentra aún en el signo de Libra, así que, entre otras cosas, los sueños y proyectos en los que está implicada la pareja o el socio o que simplemente se realizan en cooperación con alguna persona pueden ser impulsados por situaciones inesperadas, iniciativas revolucionarias, a por el deseo de innovar en algún campo, o simplemente romper los esquemas o aventurarnos con guiados por la pasión que genera lo novedoso y el ansia por cambiar, despertar, cocrear.

Esta será una Luna pues para dejar volar nuestra imaginación incluyendo todo aquello que estaba reprimido dentro de nosotros, tal vez es el momento de que nuestro niño interior reconozca cuales son sus verdaderas motivaciones y de que desde esa naturaleza fogosamente maternal de la Luna en Leo sepamos complacerlo en todo aquello que sea auspicioso para él y para los demás.

Cierto es aquello que se dice de que, cuando uno brilla, cuando uno se muestra y expresa su potencial da también inconscientemente permiso a los demás para hacerlo y ello puede ser enormemente sanador para aquel pequeño niño creador, frustrado, castrado y/o no reconocido que cada uno lleva en su interior.

Que sepáis aprovechar y jugar sabiamente con la energía de esta Luna llena en Leo que será oscurecida para mostrarnos aspectos insospechados o menos conocidos de su poder creador y para que prestemos atención a esos reclamos que nuestra alma nos hace de forma contundente y dramática a fin de que podamos hacer consciencia de todo el potencial que habita en ella y que por algún motivo no hemos sabido honrar y reconocer.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga