Luna Llena en Cáncer y Solsticio de Invierno 2018


Se avecina una Luna llena muy especial pues coincide con la entrada del Sol en Capricornio que marca el Solsticio de Invierno, un tiempo de renacer del niño interior, tiempo en que el Sol, invicto, vuelve a crecer en el cielo brindándonos un poco más de luz cada día.

El Sol, símbolo cristico por excelencia, reverenciado por diferentes culturas y civilizaciones con diferentes nombres, Ra, Surya, Helios, Inti, etc., nos invita, en estas fechas, a experimentar nuestro Cristo Interno, ese Sol en Capricprnio que cristaliza su Luz, plasmando su poder, su brillo y su energía en el plano material.

El Cristo, como arquetipo, representa la Luz del Mundo, que experimenta el Sagrado misterio de la muerte y el renacimiento, y es esto, precisamente, lo que el Logos Solar como principio nos enseña a través de su periplo de solsticios y equinoccios.   Celebremos pues con Él el misterio de su renacimiento, sintamos esa Luz y ese calor que, en medio del frío, nos brinda la certeza de que la Vida continúa vibrando y latiendo en nuestra estructura y celebremos también esta Luna que recibe su Luz en el signo de Cáncer.

Una Luna sin duda para experimentar más plenamente que nunca nuestro mundo emocional pues se encuentra en su domicilio, donde se muestra tal cual es, de la forma más pura y natural y donde se siente totalmente cómoda, en casa.

Con esta Luna nuestras emociones estarán a flor de piel, pudiendo llegar a ser tan fluctuantes como lo es, por naturaleza, la Luna.

Nos encontraremos más receptivos, sensibles y vulnerables de lo habitual, incluso es posible que estemos algo melancólicos, así como también más afectuosos y demandantes de cuidados y afecto.

Esta Luna tiende, además, a volvernos más caseros y hospitalarios y a sacar a relucir nuestro lado más maternal, haciendo que estemos más preocupados por la familia.

Es momento de proteger y cuidar a aquellos que, de alguna manera, precisan de nosotros, especialmente aquellas personas a las que nos une un lazo familiar y/o afectivo.

Es importante también hacer énfasis, en esta Luna, en el tema de la nutrición. ¿De qué alimetamos nuestro cuerpo y nuestra alma?, ¿Falta o sobra algo dentro de esa necesidad de nutrición que podamos evidenciar en esta Luna?

En general, es tiempo de cuidarnos más, de comer mejor, de arroparnos bien y dar a nuestra casa un ambiente más acogedor y afectuoso que nos haga sentir en un verdadero hogar.

La Luna llena en Cáncer también estimula nuestra intuoón e imaginación pues el psiquismo se ve potenciado por el elemento agua al cual pertenece este signo.

Es importante mencionar que esta Luna participa de una T cuadrada con el Sol en Capricornio y Quirón en Piscis, confrontando la marcada y natural sensibilidad de la Luna canceriana con la frialdad, practicidad y racionalidad experimentada con el el Sol en Capricornio, generando tensión con alguna herida profunda que estará resonando con esa herida de separación de la fuente de amor incondicional que todos compartmos en el inconsciente colectivo en tanto seres encarnados en este mundo de la forma, donde lo material nos ha hecho olvidar nuestra verdadera naturaleza, espiritual, eterna, trascendente.

Meditemos pues sobre ello en esta maternal Luna, que su dulce Luz nos arrulle y nos arrope acompañándonos en este inminente crecimiento y maduración vital que nos ofrece el Solsticio de Invierno.

Feliz encuentro con tu Cristo Niño Interno y tu Madre Interior.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Tauro 2017


Se avecina una Luna llena de sensualidad que desea acariciarnos con su brillo para conectarnos con nuestras necesidades más terrenales y sensoriales.
Esta tendrá lugar en el grado 11 de Tauro, un signo de naturaleza femenina y, por lo tanto, energéticamente receptivo. Es además un signo correspondiente al elemento tierra, que lo hace ser fecundo, productivo. No es de extrañar que sea un escenario donde la Luna se encuentre muy cómoda, es, de hecho, su signo de exaltación, allí sus cualidades naturales pueden expresarse de manera resaltante.

Una de esas cualidades lunares es la nutrición que se ve potencialmente favorecida en este signo vinculado a la tierra y sus recursos.

Otra de ellas es la sensibilidad, que puede ser expresada fácilmente en este signo a manera de sensorialidad.

Con la Luna en Tauro, nuestros cinco sentidos se vuelven más sensibles y solemos experimentar una mayor necesidad de satisfacerlos, por ello es una Luna ideal para recrearnos en la belleza, ya sea aquella que nos ofrece la naturaleza o la que podemos disfrutar a través de arte, así como para degustar de una deliciosa comida, una aromática infusión o un agradable masaje.

Es momento igualmente de hacer mayor conciencia de nuestro cuerpo, que es nuestra manifestación física, el templo donde habitamos, y honrarlo cuidándolo todo lo bien que se merece.

Tauro también nos conecta con el tema del autoestima, con la capacidad de querernos y valorarnos y puede que con la Luna llena en este signo estemos más sensibles en este sentido y necesitemos recordarnos a nosotros mismos cuan valiosos somos simplemente por el hecho de estar experimentando esta aventura evolutiva llamada vida y, sobre todo, por el hecho de ser en esencia la Vida misma que se expresa a través de nuestros cinco sentidos y que tiene la oportunidad de desarrollar su potencial creador dentro de este juego que esa conciencia que somos diseñó para conocerse.

Pero a veces creemos erróneamente que somos más o menos valiosos en función de un verbo que es muy habitual para Tauro, el tener.

Tauro representa de alguna manera la manifestación física de la energía, evidenciada principalmente en nuestros cuerpos y en toda creación de la naturaleza, es un signo que responde al principio germinativo de la Vida y, por lo tanto, está vinculado a los recursos que hacen posible la supervivencia o preservación de su manifestación en el plano físico.

Desde el instante en que nos identificamos con el cuerpo físico nos apegamos a este y pasa a convertirse en nuestra posesión, en nuestro primer recurso, en este caso como contenedor de la Vida que somos y como nuestro vehículo de interacción con el mudo que nos rodea y del cual formamos parte.

Este cuerpo sostiene y preserva su existencia por medio de recursos capaces de nutrir y proteger y de sus cinco sentidos a través de los cuales percibimos el mundo circundante y advertimos, entre otras cosas, las oportunidades de supervivencia y las posibles amenazas a ella.

Hasta aquí todo es básico y natural pero, lamentablemente, el ser humano se ha empeñado en delegar en esos recursos su identidad y su valía generando así apegos, deseos y ambición desmedidos, de manera que “el tener” se ha convertido en una necesidad per sé para llenar el vacío procedente del desconocimiento propio.

Y es que, ignorando nuestro imponderable valor simplemente por el hecho de Ser y de existir, hemos devenido en una sociedad materialista y consumista que desvirtúa los valores esenciales del Ser humano.

Evidentemente no hay nada de malo en tener aquello que necesitamos, de alguna manera ello nos permite a través de ciertos recursos sostener la existencia en este plano y sentirnos a gusto y a salvo en él. El problema surge cuando el deseo y los apegos rigen nuestra existencia y “el tener” se convierte en una forma de intentar llenar vacíos interiores.

Este, digamos, es el lado más denso de la energía de Tauro, cuya expresión puede verse sintetizada en eso que llamamos dinero.

No sería raro, en este sentido, que en esta Luna el tema del dinero y las posesiones nos preocupe más de lo habitual, seguramente esto nos lleve a estar más concentrados en trabajar y sostener todo aquello que sentimos que, de alguna manera, nos da seguridad.

El lado más elevado de la vibración de Tauro lo podemos encontrar, por su parte, en la belleza, la paz y el amor que nos ofrece la naturaleza y en el sano deleite de nuestros cinco sentidos, así como en la conciencia corporal que nos acerca al cuerpo como algo Sagrado.

También en la sensualidad y en la fertilidad que este signo nos ofrece, lo cual está vinculado al sostenimiento de la vida como proceso creativo, es por ello que este signo resuena perfectamente con el simbolismo de La Emperatriz en el Tarot.

Con la Luna llena en Tauro sentiremos pues la inquietud de ser fértiles, fecundos, de arar el terreno donde podremos sembrar las semillas de nuestro potencial creativo para verlas brotar y florecer.
Nuestro mundo emocional tenderá, durante esta Luna, hacia la paz y el sosiego propios del signo, respondiendo con serenidad a la transformadora energía del Sol en Escorpio que puede verse amplificada por Júpiter quien se encuentra acompañando al astro rey en ese signo, proponiéndonos un profundo viaje al territorio de la sombra donde el Sol, como una lámpara en la obscuridad, nos hará tomar conciencia de nuestros miedos, traumas y conflictos interiores así como también de nuestras cualidades y talentos reprimidos para poder aprehenderlos, transmutando e integrando a nuestra personalidad todo ese poderoso potencial interior de forma sana y creativa.

Neptuno, quien prosigue su lento recorrido por el signo de Piscis, se encontrará formando un trígono con la conjunción Sol/Júpiter en Escorpio y un sextil con la Luna en Tauro, aportando su perspectiva profundamente espiritual, su inspiración y ese sentimiento de amor incondicional que lo caracteriza para sostenernos en ese viaje a lo más profundo de nuestro interior que nos invitará a descubrir la antorcha que habita en nuestra oscuridad para, con ella, iluminar desde allí el florecimiento de la belleza del alma representado por la Luna llena en Tauro.

Esta configuración será, igualmente, muy favorecedora para disfrutar del tantra, del estudio del esoterismo y de la filosofía profunda y, así mismo, potenciará nuestro psiquismo y nos facilitará la práctica de la meditación.

Aprovechemos pues la impronta energética de esta Luna llena y el trabajo interno que nos propone y disfrutemos al máximo de sus beneficios.

Que encontremos en nuestra alma toda la paz y la belleza que nos reconfortará ante la intensidad de nuestro proceso evolutivo y sepamos, así mismo, abrazar el profundo aprendizaje que este entraña.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Géminis 2017


El próximo plenilunio nos bendecirá con los dones del mercurial signo de Géminis donde, desde su grado 11, la Luna mostrará su cualidad maternal y arropadora a través de las ideas, la comunicación, la inteligencia, el movimiento, el instinto de hermandad e, incluso, una protectora astucia que puede asistirnos oportunamente si es preciso.

La actual lunación tuvo su comienzo o novilunio en el enigmático signo de Escorpio, lo cual nos propuso iniciar un trabajo interior con nuestra sombra, conectando con nuestras emociones más profundas, incluso aquellas reprimidas en el inconsciente que, de alguna manera, ya sea a través de sueños, pensamientos o incluso situaciones, pueden estar emergiendo durante esta lunación y quizá necesiten, en honor a la energía geminiana de la próxima Luna llena, ser expresadas, bien a través de la escritura o del verbo.

Esto puede resultar sumamente terapéutico, ya sea que lo hagamos de forma íntima o pública, cada uno sabrá hasta que punto quiere exponer o no las impresiones de su fuero interno y si precisa ser escuchado o, simplemente, escuchar la voz de su alma y poner en orden sus emociones.

El caso es que esas emociones tan profundas y arraigadas han emergido y precisarán ser examinadas bajo el filtro de la razón, tal como demanda el cariz geminiano del que estará impregnada la Luna que, además, es ideal para el trabajo de reconocimiento de la sombra pues Géminis representa, entre otras cosas, la dualidad.

Es importante señalar, además, que Mercurio, quien es dispositor de esta Luna Llena en Géminis, se encuentra en conjunción con Saturno en el signo de Sagitario y también con Lilith que los acompaña desde el contiguo signo de Capricornio, haciendo que los pensamientos y la comunicación adquieran un matiz más bien estoico e impregnado de la sabiduría de la experiencia, de sentido práctico y de una alta moral, orientándose a reprimir cualquier tentación que pueda distanciarnos de nuestras más elevadas metas y de esa seguridad que nos hace sentir confiados.

Esta conjunción puede volvernos más prudentes de lo habitual con la información, especialmente con aquella que llega a nosotros desde lejos, así como también más críticos ante ciertos puntos de vista a causa de diferencias políticas o ideológicas.

No obstante, puede ser un buen momento, por ejemplo, para poner en orden todas las ideas y la información vinculada a nuestros proyectos, organizar nuestros estudios y aplicarnos a ellos con mayor disciplina, visitar alguna biblioteca u ordenar la que tenemos en casa, o bien, tramitar u organizar documentos relacionados con el extranjero, planificar algún viaje o una escapada a la montaña. 

Sea como sea, con la Luna Llena en Géminis nos invadirá la necesidad de comunicación, información y movimiento, no obstante, lo haremos de forma más prudente, crítica y estratégica de lo habitual.

También es posible que la inquietud y el nerviosismo típicos de esta Luna se encuentren algo más contenidos y que nos tomemos las cosas con mayor filosofía y circunspección.


Otro factor a tener en cuenta es que Mercurio ya se encuentra retrógrado en el signo de Sagitario, lo cual favorecerá el repaso de materias de estudio y la revisión de información relacionada con asuntos políticos, religiosos, filosóficos, culturales e internacionales. 

Puede implicar también el reencuentro o retorno de hermanos y/o amantes que puedan encontrarse en tierras lejanas o bien el hecho de retomar la comunicación con estos o con cualquier alguna persona extranjera o que se encuentre distante. 

También puede ser momento de retornar a un lugar distante ya conocido, repetir una aventura o excursión, replantearse un viaje y recuperar o renovar documentos extranjeros. Pueden, si embargo presentarse retrasos con documentación de tipo académica, política, religiosa, internacional, correos, envíos de paquetería, o bien en traslados o viajes.

El Sol en Sagitario, por su parte, estará irradiando el espíritu de aventura y sabiduría típicos de ese signo aunados a su aura optimista y jovial y no podrá estar más contento pues se encontrará en compañía de Venus que recién comienza su andadura por este signo, haciendo del amor una experiencia luminosamente expansiva, intensamente placentera e idealista.

Es momento de experimentar un horizonte más amplio dentro de la relación, relajarnos y disfrutar plenamente en compañía del otro, y de embarcarnos juntos en alguna aventura creativa, en un viaje de placer o en algún estudio superior o compartir nuestra visión, filosofía e ideales.

Este aspecto también podría favorecer el espíritu de conquista inspirado por algún amor lejano, que podría antojarse inalcanzable o quizá estimularnos a ir más allá de lo conocido.

También podría seducirnos alguien que aporte a nuestras vidas una visión más amplia, ya sea a nivel político, filosófico, cultural, religioso o educativo, alguien con quien sintamos que aprendemos y/o con quien podamos compartir nuestra filosofía de vida.

Eso contribuiría a su vez a saciar esa necesidad de comunicación de la Luna llena en géminis pues su natural receptividad a aprender y a la información estará siendo calibrada por la presencia de Mercurio en Sagitario que junto a Saturno se tornará exigente y sólo disfrutará de una comunicación de calidad, sintiéndose insatisfecho con banalidades y temas superfluos.

No obstante, la cuadratura de Neptuno desde el signo de Piscis a los luminares, es decir, a la Luna y al Sol, puede hacer tambalear o sabotear la habitual distensión del Sol en Sagitario y la Luna en Géminis, pues aportará una buena dosis de confusión, inseguridad y caos, pero contribuirá, sin embargo, a reforzar la fe, rasgo que Sagitario y Piscis comparten, junto a su visión trascendente de la vida.

Preparémonos pues para esta Luna llena en Géminis que nos brindará la oportunidad de sublimar a través del intelecto las fuertes pulsiones interiores que la Luna nueva en Escorpio nos llevó a experimentar para que podamos ahora darles un sentido práctico y canalizarlas de manera sabia y constructiva en nuestras vidas, representando así el florecimiento de la semilla de unas emociones profundas, poderosas y transformadoras a la luz de un estado mental elevado y maduro, mostrándonos el conocimiento superior que entrañaban, en otras palabras, esta lunación puede prestarse, si así la abrazamos, como un momento clave dentro de nuestro trabajo interior y, por lo tanto, de nuestra evolución.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga