Luna Llena en Tauro 2018


La próxima Luna llena tendrá lugar en el sensual y apacible y signo de Tauro, no obstante, esta Luna llena en Tauro tendrá el añadido especial de encontrarse en conjunción al errático y revoltoso planeta Urano que aún se encuentra retrógrado en este signo, así que puede que esa imperturbabilidad tan propia de Tauro se vea saboteada de alguna manera.

En este sentido, es posible que experimentemos algún suceso o circunstancia que nos conduzca a cierta excitación emocional que altere nuestra tranquilidad y/o la de aquellos que nos rodean, por lo que será importante poner en practica virtudes taurinas tales como la paciencia, la resistencia y la tenacidad para lidiar con esos acontecimientos y con los cambios que estos pueden implicar y con la agitación emocional que esto puede llegar a producirnos. 

Será una excelente oportunidad para poner en práctica el mindfulness y retornar a ese estado natural de paz interior que sólo puede ser experimentado cuando nos dejamos fluir sin expectativas en la experiencia del momento presente y nos convertimos en observadores conscientes de los cambios como parte del proceso natural de la existencia, comprendiendo que somos cocreadores de esa realidad cambiante que a veces puede llegar a sorprendernos y recuperando esa inocencia que nos permite ver todo con nuevos ojos, reconociendo cada instante como una nueva oportunidad de experimentación consciente, como un regalo que nuestra alma recibe para volver a labrarse y así sembrar nuevas experiencias.

Esto, es la aceptación de la naturaleza cuántica en la cual existen millones de posibilidades de expresión, es un soltarse y dejarse fluir en la fuerza creativa de nuestra intuición y sabiduría.

Como Tauro es un signo ligado a la naturaleza, el mundo material, los recursos y el dinero es muy probable que los cambios experimentados estén vinculados a algunos de estos temas.

Es posible por ejemplo que algunas personas sientan la imperiosa necesidad de cambiar de aires e irse a la naturaleza en busca de tranquilidad y como una forma de tomar perspectiva respecto a su rutina habitual y descubrir nuevas posibilidades, para algunos incluso se puede tratar de una mudanza al campo o algún otro lugar donde reconectar con la naturaleza y/o con su paz interior.

Puede que recibamos, retiremos o debamos invertir algún dinero forma inesperada, que cambiemos de banco, que vendamos o alquilemos alguna propiedad o recibamos o demos algún regalo sorpresa o alguna especie de premio.

Una característica resaltante de la Luna llena en Tauro es su naturaleza sensorial la cual nos conduce a experimentar el cuerpo y su capacidad de percibirse a sí mismo y a todo cuanto le rodea.


Esto, con la conjunción Luna/Urano retrógrado en este signo supondrá, para algunas personas, la posibilidad de vivenciar un despertar que de la conciencia corporal, reconectando desde una nueva perspectiva con su cuerpo, experimentando sus sentidos de forma más clara y refinada sintiendo su cuerpo con el alma y, por decirlo así, el alma del cuerpo, su dimensión más sutil.

Las caricias y el contacto físico son muy importante para este signo y la Luna en él podría llevarnos a integrar más el cuerpo en nuestras interacciones afectivas, el problema aquí es que Urano, aunque disfruta de socializar, puede resultar algo frío y demasiado desapegado para según que tipo de relaciones; es un planeta muy favorable para la amistad pero no tanto para una interacción más íntima, digamos que enfría a la Luna, no obstante, al representar a los amigos, este planeta en conjunción a la misma nos planteará la necesidad de mayor interacción social, de expresar nuestro afecto de forma tangible a esos a quienes consideramos nuestros amigos, esos que, de alguna manera, se han convertido en nuestro clan, esa familia extendida que la vida nos ha obsequiado.

Como la Luna representa, entre otras cosas, lo maternal y familiar, es posible que experimentemos cambios, inestabilidad o alteraciones en este ámbito, ya sea por temas de dinero, recursos, por la casa, etc.

El autoestima también puede verse removida por esta conjunción debido a algún acontecimiento inesperado, a alguna ruptura o enfriamiento de afectos o relaciones familiares o, por el contrario, verse renovada a causa de una nueva visión y experiencias que nos ayuden a revalorizarnos, a comprender el valor añadido de aquello que son hace únicos y diferentes.

A nivel mundano, esta conjunción del astro lunar con Urano en el signo de Tauro puede traer inestabilidad a nivel bursátil, caídas o recuperaciones repentinas en la bolsa, así como alteraciones del clima que causen tanto destrucción de la naturaleza como daños materiales, a través de un incremento de terremotos, huracanes, tornados e inundaciones. Es momento de tomar mayor conciencia y hacer reflexión sobre cambio climático, sobre el daño que el ser humano ha ocasionado a la naturaleza, y es posible que veamos incrementadas en los medios las noticias que reflejen este hecho, así como mayor movilización de movimientos ecologistas o de comunidades preocupadas por la contaminación y los daños al medio ambiente, en un intento desesperado de revertir este proceso para salvar al planeta de un desastre mayor.

Como veis es una Luna llena en Tauro que promete cambios y agitación pero también una toma de conciencia en cuanto a nuestra relación con el mundo físico, con nuestro cuerpo, con la naturaleza, con nuestros recursos, con el dinero, con nuestra casa, etc., así como en lo relativo al valor que nos damos a nosotros mismos y a la necesidad de volver a nuestro estado natural y recuperar nuestra paz interior.

Saturno en Capricornio estará apoyando estos cambios con una actitud constructiva y realista que nos permita asumir el presente y nos impulse hacia el futuro con cierto grado de organización y previsión, haciéndonos tomar la responsabilidad que nos corresponde como cocreadores de esa realidad de la cual formamos parte.

Por su parte, el Sol en Escorpio, iluminará las sombras de este enigmático signo y desde allí a la Luna llena en Tauro para revelarnos, con la cooperación de Urano, todos los recursos creativos que nuestra alma es capaz de hacer aflorar cuando asumimos la responsabilidad de transformarnos. Nos permitirá, así mismo, tomar conciencia de nuestros traumas, obsesiones y miedos más profundos y ahondar en sus raíces para poder integrarlos sanamente y, de esta manera, empoderarnos y evolucionar.

Meditemos pues en estos temas y conservemos la calma en la medida de lo posible , aceptemos el cambio como una apertura a nuevas posibilidades, es momento remover la tierra para airear el terreno donde podremos sembrar aquello que necesitamos para redescubrirnos y reinventarnos a través de nuevos valores y del manejo creativo y consciente de nuestros recursos.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Aries 2018


Llega de nuevo ese tan esperado momento de la Luna llena en Aries, un tiempo en que las emociones están más a flor de piel y se nos ofrece la oportunidad de hacer una toma de consciencia acerca de las energías que están aflorando en nuestro fuero interno y que, de alguna manera, también tendrán una manifestación externa.

Cuando la Luna florece, es decir, nos muestra su máximo brillo o plenilunio en el signo de Aries, ya podemos estar preparados para lidiar con emociones como la rabia y la ira, así como también con situaciones donde se evidencie, en el mejor de los casos, el ímpetu, la valentía, o bien, en el peor de los casos, la violencia y la agresividad.

Aries, por otra parte, está relacionado con el impulso vital y sexual, representa la fuerza que nos empuja hacia la vida y el instinto de supervivencia.

Es el signo que simboliza el inicio, la chispa, el emerger de la vida que ha de vencer algún tipo de barrera o atravesar alguna puerta para salir al mundo y tomar consciencia de sí misma en cuanto a individuo, es con Aries pues que surge la ilusión de separación, un yo, un personaje o entidad única y diferenciada del resto de manifestaciones de la creación, haciendo entonces referencia al sentimiento de identidad y a la autoafirmación.

Esta Luna pues nos llevará a autoafirmarnos en esa/s área/s de la vida relacionadas con la casa astrológica donde acontezca el plenilunio en nuestra carta, así como en aquellos asuntos relacionados con las energías planetarias que pueda activar la Luna llena por tránsito en nuestra carta.

Igualmente, es posible que demos inicio a algo vinculado a esas áreas y energías, o que vivenciemos a través de estas las emociones y/o conflictos propios del signo. Sea como sea, es importante estar atentos a la gestión de estas emociones así como a encontrar canales creativos para encauzarlas sanamente, como el deporte o cualquier método que nos ayude a canalizar el exceso de energía y el stress que este puede producir.

Al estar Marte, dispositor de las energías de esta Luna, por su regencia sobre el signo de Aries, transitando en el errático y explosivo signo de Acuario, las energías que esta Luna removerá en nosotros tenderán a expresarse de forma sorpresiva y descontrolada, así que no estará de más respirar profundo ante cualquier arrebato de ira, así como ante cualquier provocación externa que pudiera presentarse, para evitar e lo posible enzarzarnos en discusiones o peleas, teniendo el oportuno insight que nos permita observar nuestra rabia interna o proyectada y verla con la mirada despierta propia de Acuario.

Es muy posible que sea en los terrenos regidos por la energía acuariana tales como el de la amistad, de los grupos, las redes y/o los movimientos sociales donde experimentemos situaciones en que la energía marciana que disposita a la Luna en Aries esté presente en cualquiera de sus formas, ya sea de impulso, iniciativa, vitalidad, autoafirmación, agresividad, violencia, etc.

Marte además se encontrará haciendo conjunción a Lilith y al Nodo Sur en Acuario y formando, junto a estos, una Gran Cruz Cósmica con Venus en Escorpio, Urano en Tauro y el Nodo Norte en Leo. Dicha configuración promete tensión, inestabilidad, discusiones e, incluso, riesgo de ruptura en lo referente a las relaciones de pareja, esto podría manifestarse, en el mejor de los casos, como una catarsis transformadora que fortalecerá la relación tras verse tambaleada o sometida a momentos de agitación, angustia y/o stress. 

Esta configuración también ofrece, no obstante, la oportunidad de tomar iniciativas novedosas o acciones sorpresivas que estimulen la relación , refuercen el compromiso y aumenten la intensidad de la misma venciendo así la rutina y la monotonía y permitiéndonos liberar y canalizar la tensión energética reinante de forma creativa y constructiva.

Dicho sea de paso que, con Venus en Escorpio, las mujeres en general estaremos pisando el terreno de la sombra, lo cual puede hacer resurgir viejos traumas y emerger contenido reprimido en la psique, ya sea que se trate de miedos, frustración, talentos y/o capacidades que tendremos que explorar e integrar a la conciencia de la forma más sana y creativa posible.


Tal pasaje por el territorio de la sombra también suele conllevar sentimientos y actitudes muy profundos , viscerales e intensos tales como los celos, el apego, la posesividad, el control, la envidia, el odio, así como una tendencia a mostrarnos más misteriosas, sabias y apasionadas. Por su parte, con Lilith en Acuario tendremos además un encuentro revelador con la sabiduría del eterno femenino y una actitud más rebelde antes lo masculino, dada su actual conjunción con Marte en este signo, que, por otra parte, tendrá a los hombres bastante revolucionados, rebeldes, con ansias de libertad, aunque también con una actitud más amistosa y fraternal pero reclamando más espacio personal si es que acaso sienten que no lo tienen .

Así que tendremos que ser bastante empáticos si queremos resolver la tensión entre las energías masculinas y femeninas durante esta lunación.

Por si fuera poco, también tendremos otra T cuadrada de la que la misma Luna, acompañada de Quirón en el signo de Aries, forma parte, junto a Saturno y Vesta en Capricornio y el Sol, Mercurio y Ceres en Libra.

Esta configuración puede hacer referencia, entre otras cosas, a los miedos que hemos conservado bajo la creencia de ser una especie de resguardo, los límites o barreras que hemos levantado para evitar ser heridos o, incluso, herir a otros, aunado al sentimiento de pérdida de algo muy querido, o bien, a nuestro intento desesperado de no perderlo o de rescatarlo. A veces puede que nos volvamos fríos y actuemos a la defensiva precisamente por miedo a experimentar esa pérdida y ante cualquier supuesta amenaza, alteración o inestabilidad sentirnos frustrados e iracundos.

También es posible que en un intento de calmar la ansiedad y la ira del otro seamos rechazados, o bien, que lo seamos por expresar la rabia que anida nuestra herida. La comunicación, la diplomacia y la complicidad que tengamos con el otro serán fundamentales para resolver cualquier conflicto y propiciar una reconciliación y/o retornar a la armonía.

En fin, esta será una Luna de alto voltaje emocional.

Ni que decir del ambiente familiar y social que podría llegar a evidenciar también mucha tensión e, incluso, agitación y/o agresividad. Puede que hasta se rompa alguna cosa en casa, ya sea un plato o algún electrodoméstico, por algún lado tiene que salir tanta tensión e irritación.

Por su parte, el Sol, recién entrado en el signo de Libra, acabando de inaugurar el Equinoccio de Otoño nos recordará cuan importante es mirarnos en los espejos de nuestras relaciones, apreciar la belleza, abogar por la justicia y la armonía y, sobre todo, compartir y arrojar luz los unos sobre los otros, pues pronto nos sumergiremos en la exploración de nuestra oscuridad y necesitaremos saber que no estamos solos, que alguien esperará nuestro retorno del profundo reino de las sombras cuando, de aquí a seis meses, la primavera nos obsequie en sus brotes la tan ansiada renovación de la Vida,.

Toda esta metáfora que hace referencia al mito de Core/Perséfone resume el simbolismo de la estación otoñal que recién inauguramos y que es toda una alegoría del viaje de la semilla al interior de la tierra, de la tristeza de la madre natura que ve como su creación languidece y del peregrinaje iniciático del alma humana a lo más profundo de su mundo interior.

Que encontremos en este toda la sabiduría que nos aguarda como un tesoro oculto que nos será revelado sólo si tenemos la valentía de transitar el reino que guarda nuestra sombra.

Meditemos pues en la preparación de este descenso simbólico que será profundamente transformador, empoderador, enriquecedor y que impulsará desde la raíz nuestra evolución en la espiral de la conciencia. La balanza ya se inclina tan hondo y tan alto como cada uno precise, ni más ni menos, respondiendo a la búsqueda de la armonía universal.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Mercurio y Venus en Escorpio, el Mito de Perséfone


Narra el mito que Kore, inocente doncella, hija de Deméter (Ceres), la Magna Mater, Diosa de la agricultura, del ciclo de las cosecha y de la fecundidad, se encontraba admirando unas flores en el campo cuando de pronto, Hades cautivado por su belleza, pureza e inocencia la raptó y la llevó consigo al inframundo, convirtiéndola en su esposa y reina del mundo de las sombras.

Como comprenderéis Kore se sentía como una extraña, atenazada por las sombras de ese mundo tenebroso, allí experimentó la angustia y el dolor y tomó consciencia de todo lo que moraba en la profundidad de su ser y que, por estar distraída con la belleza y los asuntos del mundo exterior, no había podido reconocer, experimentando un proceso iniciático donde tuvo que morir a su antigua identidad y renacer bajo el nombre de Proserpina (Perséfone), como Reina del Inframundo.

Entonces experimentó la profunda belleza y amor que se escondía tras sus miedos, obsesiones, bajas pasiones y sentimientos obscuros, descubrió los celos, la envidia, el deseo de controlarlo todo por miedo a perder aquello que amaba, su inseguridad, sus carencias y cuando los observó y experimentó conscientemente, desde la aceptación y el reconocimiento del enorme potencial que entrañaban estos sentimientos tan profundos, viscerales, destructivos e intensos, pudo darse cuenta de que, ese gran poder que había descubierto en ellos era su propio poder que ella podía rescatar y utilizar para trasformar ese dolor y esos miedos, inseguridades y sentimientos obscuros en fortaleza, creatividad y sabiduría.

Descubrió que cada miedo, que cada duda, que cada inquietud y cada dolor le enseñaba algo sobre sí misma y sobre todo cuanto le rodeaba que no era más que el espejo de todo lo que no había reconocido aceptado y abrazado en sí misma. 

Una vez aprendido esto, aceptó con dignidad su corona y su cetro en el reino de las sombras. No obstante, sentía nostalgia de todo aquello que había dejado en el mundo exterior, de toda la belleza y la nutrición que su madre había creado para el disfrute y nutrición de todos sus hijos. Su madre, que también la extrañaba con locura, había caído en una profunda depresión, un dolor inenarrable, análogo a aquel aquel que su hija estaba experimentando en el reino de las sombras, esto trajo como consecuencia que el frío se cerniera sobre la tierra, que los días se hicieran más cortos y sombríos y que los árboles perdieran su verdor, siendo despojados de sus hojas, teñidas de matices ocres y rojizos. 


Es así que, en un llamado de auxilio a Zeus (Júpiter) padre de Kore y con el intenso deseo de rescatar a su hija, hace que sea enviado un emisario en su busca, este no es más que Hermes (Mercurio), quien emprende su descenso al inframundo para hacer que Kore, ahora Proserpina, retorne con su Madre, al final Hades accede a dejarla oler con la condición de que coma tantas semillas de granada como meses debía oler a pasar en el inframundo, una vez concluyera su visita al reino de la Tierra, donde su madre celebraría su regreso y renacimiento, vistiendo de nuevamente sus trajes de alegre y fresco verdor y obsequiando nuevos frutos a sus hijos. 

Este mito, además de ser una preciosa alegoría del ciclo de las estaciones, así como del ciclo de la cosecha, es una preciosa forma de comprender la dura y compleja experiencia de Venus en Escorpio, tránsito que nos afectará especialmente a las mujeres por tratarse de un arquetipo femenino, no obstante, los hombres también podrár evidenciar su efecto a través de las figuras femeninas de su vida, en todo caso, todos lo viviremos de una u otra forma en el ámbito del autoestima, de nuestros sentimientos y relaciones, especialmente de pareja y/o a través experiencias relacionadas con el arte, la belleza y la búsqueda de la armonía.

Uno podría preguntarse, ¿qué se le perdió a Venus, Diosa del amor, la armonía y la belleza allá abajo?, en las profundidades del oscuro abismo escorpiano de Hades (Plutón).  Y es que Venus también tiene un lado oscuro, el amor también puede lleva a experimentar la intensidad de las pasiones, los miedos más viscerales, la lujuria, los celos, el control, los juegos de poder, la manipulación, las obsesiones, el dolor de la muerte rea o simbólica.

Venus en Escorpio nos expone a esos fantasmas y monstruos que ay en nuestro corazón y también en aquellos que nos rodean que no son más que nuestros espejos para que tomemos consciencia de estos sentimientos y los integremos de forma sana y creativa a la consciencia, al estar retrógrado, nos somete (y creo que no ay mejor palabra tratándose de Escorpio) a una profunda revisión de la sombra que mora en el lado oscuro del corazón, nos hace replantearnos el amor, las relaciones a un nivel muy profundo y a reformar nuestra forma de experimentarlos, al hacernos reflexionar y tomar consciencia de su enorme poder transformador, que nos lleva a evolucionar, salir del estancamiento, vencer la inercia y renacer como un ave fénix más fuertes y sabios.

La/s crisis que experimentemos durante este tránsito nos conducirá/n a profundizar para redescubrir el poder del amor que mora dentro de nosotros, así como la belleza y la fragilidad camuflada en nuestros sentimientos más intensos y oscuros, a restaurar desde adentro la armonía que creíamos perdida y rescatar los tesoros que teníamos ocultos y que son un precioso regalo que podemos aportar a otros.

Venus en Escorpio nos habla de esa belleza del loto, nacida del fango, una flor que hace referencia a la iluminación.  Sólo quien toma conciencia de su sombra, la reconoce y la abraza puede ser íntegro y florecer en la luz, iluminándose.


Y, cumpliéndose el mito, Hermes (Mercurio) visita a Venus en el mundo de la sombra, en su plan de rescate, que en este caso consiste en ayudar a Venus a explorar sus sentimientos más profundos y el poder y potencial creativo que ellos entrañan a través del mercurial dominio de la mente, mostrándonos en Escorpio todo el poder transformador que esta contiene y que puede ser experimentado a través de la autoindagación. 

Este proceso conlleva, no obstante, una muerte simbólica a nivel mental, un ejercicio interno de observar la sombra que se nos muestra a través de la mente por medio de nuestros pensamientos, así como aquella manifestada en los procesos comunicativos que de ellos derivan y del silencio que nos facilita su observación y reconocimiento.

Esta conjunción es una excelente oportunidad para profundizar en la comunicación con la pareja, abriendo nuestro corazón y trabajando juntos sobre la sombra de la relación redescubriendo todo su potencial y aunando los tesoros de crecimiento y evolución que cada uno puede aportar al otro, apoyándonos en nuestros respectivos procesos que, si bien son responsabilidad de cada uno y requerirán el trabajo interno propio de cada cual, son también parte del compromiso que representa una relación íntegra, estar allí no sólo en las buenas, sino también y, especialmente, en las malas y reconocer también, en el proceso del otro, la enseñanza que hay para mí.

Es pues un tiempo de trabajo interior aunando mente y corazón y, aunque Mercurio ya comienza a alejarse de Venus, ambos continuarán su intenso trabajo de alquimia en este enigmático signo, para seguirnos transformando y empoderando.  

Mis recomendaciones para este tránsito: 

Autoindágate, observa atentamente tu mente y tu corazón, no juzgues lo que descubras, utilízalo para construirte desde una perspectiva más madura, para crecer hacia adentro y generar raíces más fuertes y sabias que te permitan crecer también más fuerte y sabio afuera.


Acepta que tu pareja es humana, que tiene miedos, obsesiones y falsas creencias que le atenazan, al igual que tú también las tienes, apoyaos mutuamente en esa alquimia que cada uno tiene la responsabilidad de realizar por sí mismo, acompáñale/acompañáos con amor, con palabras sabias, cuando estas sean precisas, con comprensión profunda, compartiendo y aunando fortaleza interior, con un profundo respeto por el proceso de cada uno y con el silencio amoroso y sanador de un tántrico abrazo.  La sexualidad y la experimentación  de un compromiso más profundo en la pareja también serán temas a revisar y trabahar juntos.

Es posible que vuelva algún amor del pasado o que el destino trame algún reencuentro, algo muy típico de Venus retrógrado, en este caso, al estar en Escorpio,  este puede resultar una experiencia renovadora y apasionante, o bien, por el contrario, dolorosa y desmoralizante, sea cual sea el caso, el trabajo a realizar al respecto será revisar la sombra de esa relación y lo que nos enseñó y darnos cuenta, en función de como se ha vivenciado ese reencuentro, si es posible que renazca la relación de alguna forma o si es algo que está muerto y que reaparece para que tomemos plena conciencia de ello y cerremos definitivamente el ciclo con ese pasado que ya nada nuevo tiene que aportarnos más que el crecimiento y la maduración que nos dejó, que no es poco.  No arriesgar lo presente por un pasado que ya nada nos guarda, sería un acto de coherencia y evidencia de madurez y sabiduría en lo que a relaciones se refiere y te evitará revivir un sufrimiento que ya tendría que estar superado.

Descubre el poder transformador, la fuerza y sabiduría de lo femenino, del amor, la belleza, el arte, así como de tus pensamientos, creencias e ideas, reconociendo aquellos sentimientos y pensamientos que sólo te generan temor, ansiedad y resquemor, descubre lo que se oculta tras ellos, su raíz y trabaja en su aceptación, integración, desprogramación de creencias negativas que los fundamentan y su transmutación.

Comunica con sabiduría y amor aquello que está en lo profundo de tu ser, hazlo con respeto y conciencia, recuerda que las palabras pueden construir y transformar creativamente o destruir y, cuando sea preciso, calla aquello que otros no están preparados para comprender o que sólo puede ser experimentado a un nivel trascendente, el silencio es el mejor maestro porque todo lo contiene y nada escapa a él.

Escribe, es una excelente terapia.

Sonríe y abraza al que sufre, si eres tú mismo, sonríete y abrázate, ámate profundamente, con toda la fuerza de tu corazón, trabaja en tu autoestima, fortalécela desde la raíz y canta, canta como si no hubiera un mañana, que el cantar las penas espanta porque el canto tiene un poder transformador y sanador. 

Acepta y abraza el dolor, tiene algo que enseñarte y oculta tesoros que, si lo observas con consciencia, te revelará 

Y, finalmente, redescubre la voluntad, la fuerza, el poder que habita en tu corazón y acepta y utiliza sabiamente el poder de tu mente de transformarte, transformar tu realidad, tus relaciones, entonces serás capaz de transformar tu sombra en luz. 



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga