Luna Llena en Leo 2018 y Eclipse Lunar


Se aproxima una Luna llena sumamente importante no solamente en cuanto a la majestuosidad del evento celeste que protagonizará sino también a la oportunidad de trabajo interior que esta nos propone.
Este astro, que encarna a nivel macrocósmico al arquetipo de la madre y lo femenino por excelencia, al ánima, o alma, se verá eclipsada en el grado 11 del fogoso, luminoso y dramático signo de Leo.
Esto quiere decir que el intenso brillo leonino que la Luna exhibirá durante su tránsito por este signo se verá temporalmente oscurecido, la Luna se hará sombra en el signo que representa la intensa luz del fuego.
Simbólicamente, a nivel mundano, puede representar que alguna figura femenina resaltante o famosa, por ejemplo, una actriz o una reina, se vea opacada o ensombrecida de alguna forma, o bien el advenimiento o recrudecimiento de un período oscuro para algún pueblo o nación, en el cual se verán especialmente a prueba sus liderazgos y la infancia.  A un nivel más personal, alguna figura femenina de nuestras vidas puede estar atravesando por un período sombrío que disminuye su vitalidad y/o bien, su brillo, fama, privilegios y/o entusiasmo.
Así mismo, este eclipse lunar representa la apertura de un período de trabajo interno con la parte más obscura del ego, evidenciada a través de las emociones.
En este sentido veremos cómo afloran de forma más contundente los celos, la posesividad, el egoísmo, el egocentrismo, el orgullo, la arrogancia, la territorialidad, etc.
Será por ello un llamado a tomar consciencia de ese oscuridad que opaca la luz que hay en nuestro interior para que podamos integrarla de forma creativa a la personalidad.
Es importante darnos cuenta de que detrás de esas emociones se encuentra ese niño interior que no fue lo suficientemente reconocido o tomado en cuenta, que fue ignorando sus necesidades más fundamentales así como también sus talentos, poder y brillo personal, opacándolo o anulándolo, o al que, por el contrario, se le hicieron todos sus caprichos, dotándolo de un excesivo sentido de autoimportancia, creando un pequeño rey que, de adulto, se siente superior respecto a los demás y actúa de forma déspota y arrogante.
Sea como fuere, ese niño sólo necesitaba sentirse vivo, ser vigorosamente nutrido y protegido, jugar, crear, brillar y que su poder, influencia, talento y brillo personal fuesen reconocidos de forma sana, coherente.
Este eclipse de Luna nos llama a prestar atención al drama de ese niño interno y ver su sombra, todo lo que este ha reprimido con el fin de ser aceptado y reconocido.
Ello nos permitirá conquistar, como adultos,  una mayor consciencia y empoderamiento emocional.
Aceptar que dentro de nosotros hay emociones que pueden ser consideradas poco deseables por nosotros mismos o por los demás ya sea por su intensidad o por su naturaleza más bien egocéntrica, a veces, no es fácil, sobre todo porque estas pueden resultar tan avasalladoras que amenacen de alguna manera nuestra estabilidad y/o la de otros.
Y aquí es cuando viene la mayor prueba de humildad a la que podemos vernos sometidos a través del signo de Leo y del Sol, como dispositor de esta Luna, por su regencia sobre ese signo donde ella se verá eclipsada, reconocer que, no obstante nuestra naturaleza esencial divina, el juego cósmico del que somos protagonistas implica envolver esa naturaleza esencial en capas más burdas que son parte del mecanismo de supervivencia a través del cual la chispa vital puede mantenerse activa en este juego;  dicho reconocimiento equivale a aceptar nuestra naturaleza humana, y la presencia del Sol en Acuario, el signo representativo de la humanidad, puede ser muy útil en este momento para ello.
Somos humanos y eso nos hace ser únicos, diferentes, mientras nuestra chispa vital se halle manifestada a través de la multiplicidad del juego cósmico aunque, en esencia, todos seamos un mismo Ser, Divino y creador.

Asumir que, aunque somos el creador, aquí en este plano de existencia hemos de relegarnos y devenirnos en cocreadores invistiendo nuestra esencia, divina, magnífica de cualidades no siempre deseables y reconocernos aún así valiosos, divinos, dignos, es quizá el mayor desafío de esta lunación.
La Luna también es significadora de lo femenino, la madre, la familia, el hogar, la casa, por tanto, hechos sombríos relacionados con estos asuntos pondrán a prueba nuestro sentido de la dignidad personal, recordándonos que no hay rey/reina, que no pueda ser destronado/a y haciendo aflorar aspectos oscuros y reprimidos de nuestro mundo emocional en un afán de supervivencia egóica.
Las luchas de poder pueden estar a la orden del día, así que será importante observar con más atención las reacciones que tenemos ante los estímulos externos pues ellas nos hablarán del intento del ego de preservar su supervivencia a través de ese mundo instintivo e irracional que son las emociones.
Igualmente sería interesante prestar atención a la multiplicidad de posibilidades que tenemos de romper con ese condicionamiento egóico a través de la acción despierta, consciente, a la cual nos invita el Sol en Acuario y descubrir lo divino que puede resultar ser humano cuando tenemos ese insight, esa lucidez, que nos hace ir más allá de nuestros condicionamientos y nos reinventa como especie, a través de un salto cuántico dentro de nuestro proceso evolutivo, permitiéndonos experimentar, dentro de la multiplicidad del juego cósmico, nuestra naturaleza esencial, divina, luminosa.
También es importante señalar la presencia de la conjunción Venus/Sol en Acuario que estará junto al Nodo Sur lunar oponiendo a la Luna en Leo conjunta al Nodo Norte.
A dicha conjunción en el signo de Acuario también se suma el asteroide Juno, muy significativo en lo que a compromiso y relaciones se refiere.
Todo ello dará un papel protagonista a la pareja y los amigos, sobre todo a aquellos más queridos o importantes en este momento de nuestras vidas, dentro del drama emocional que viviremos en esta lunación.
Es posible que se susciten reencuentros con antiguas amistades y/o parejas, o que las relaciones con estás se reinventen en función de los procesos internos que experimentamos y de las necesidades actuales más apremiantes.
También es factible que alguna relación de pareja o alguna amistad muy querida se vea alterada o quebrantada de forma repentina y tengamos que hacer frente a las fuertes emociones que puedan removerse a consecuencia de ello, marcando un antes y un después en nuestro mundo interior y abriéndonos la puerta a un nuevo ciclo de trabajo interno, donde el sentimiento infantil de pérdida puede estar muy presente debido a la conjunción Ceres/Luna en Leo, aunque dicha conjunción también puede representar alguna figura en nuestra vida que intenta rescatarnos o acogernos en un momento de oscuridad emocional y/o de dificultades familiares, de vivienda, o bien, de problemas de pareja o amistad.
Incluso puede que sea la propia pareja o amigos quienes asuman el papel de Ceres y busquen desesperadamente contenernos y protegernos en medio de la una posible debacle y rescatarnos de nuestro abismo emocional, o bien, que seamos nosotros quienes representemos ese papel con ellos.
Ceres también nos habla de reencuentro y/o reconciliación, por lo cual su conjunción a la Luna y al Nodo Norte en Leo también puede hacer referencia a una puerta de entrada que se abre para reencontrarnos y/o reconciliarnos con alguna figura femenina importante en nuestras vidas y, posiblemente, el detonante sea algún problema o trance de tipo emocional o familiar.
De cualquier manera, esta Luna llena eclipsada en el signo de Leo promete una alta dosis de dramatismo e intensidad que nos invitarán a observar la sombra interior, así como a rescatar de ella nuestros talentos y potencial creativo reprimido, dándoles cause para que nuestro niño interior pueda brillar y sentirse digno y aceptado tal cual es.
Que podamos reencontrar la divina luz que entraña nuestra oscuridad.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga 
                            

Luna Llena en Cáncer 2018


Se avecina una Luna llena sensible y acogedora que nos invita a experimentar el espacio interior en función de nuestras pulsiones instintivas, aceptando que el mundo emocional es fluctuante, tan fluctuante como la Luna, regente del signo en el cual florecerá este plenilunio, el intuitivo y maternal signo de Cáncer.
Este signo hace referencia, entre otras cosas, a la satisfacción de nuestras necesidades más básicas, tales como la nutrición, el territorio en el que habitamos, el hogar, la familia, el clan, las raíces ancestrales, en definitiva, todo aquello que, de alguna manera, nos nutre, acoge, abraza, arropa y sustenta.
Es, por ello, una Luna llena en Cáncer muy importante para conectar con el tema del cuidado, el que damos, el que recibimos y el que nos prodigamos a nosotros mismos.
Es un momento ideal para tomar conciencia de nuestra madre interior, de nuestra naturaleza afectiva, de nuestra capacidad de acunar, de nutrir, de cuidar y la necesidad de sentirnos igualmente cuidados, nutridos y arropados.
Y podríamos empezar por abrazar esa faceta infantil que todos llevamos dentro, estar atentos a sus necesidades y darle todo el cariño y atención que se merece. Y no se trata de complacernos caprichos, sino de darnos aquello que es vital para la supervivencia, para sentirnos seguros en la vida y alentados a seguir aquí.
No se trata sólo del alimento físico, sino también del afecto que somos capaces de darnos, que nos reconfortará interiormente y nos facilitará el estar abiertos a nutrir y cuidar de otros y a recibir también el afecto y cuidados que otros nos prodiguen.
En la medida en que seamos capaces de abrazarnos y acogernos a nosotros mismos seremos capaces también de interactuar con otros de forma afectuosa.
Para algunos, esta interacción no es tan fácil porque abrir el alma nos hace sentir vulnerables, es por ello, junto al temor de no ser aceptado o de no encajar y sentirse parte del clan, que Cáncer tiende a la timidez.
Para este signo es vital la aceptación, el sentir que forma parte de un núcleo que lo acoge, sentir que el entorno es familiar y acogedor.  Por ello, en esta Luna llena en Cáncer, sentiremos más que nunca la necesidad de estar donde realmente nos sintamos acogidos, aceptados y abrazados, donde nos sintamos en familia, como en casa, así como de conectar con nuestras necesidades más básicas y velar por satisfacerlas.
Igualmente, nos sentiremos más receptivos, maternales y tenderemos a preocuparnos más por aquellos que, de una forma u otra, sintamos que necesitan de nosotros.
Por otra parte, la naturaleza maternal de este signo comporta el riesgo de fomentar el sentimiento de dependencia, que en la etapa infantil es natural, pero que en la edad adulta a veces puede aflorar como resultado de un sentimiento de indefensión aprendida que se perpetua y que, en cierta forma, atrofia el desarrollo óptimo de nuestras potencialidades y capacidades en la vida adulta, resultando en actitudes inmaduras consigo mismo y con los demás.
Para contrarrestar esta posible tendencia estará Sol en Capricornio, aportando esa intención de desarrollo y ese propósito de madurez que vendrán a equilibrar la avidez de atención canceriana y esa comodidad en la que a veces nos puede llevar a caer el signo de Cáncer, con la actitud rigurosa y disciplinada propia de Capricornio que enseña a cada cual a asumir las responsabilidades que le corresponden.

Junto al Sol también se encontrarán Venus y Lilith oponiendo a la Luna desde el signo de Capricornio, mostrándonos esa faceta austera, rigurosa, madura y responsable, típica de este signo, a través de la pareja o de alguna figura femenina.
Es posible que esta se muestre exigente o que rechace cumplir nuestras demandas, especialmente si considera que somos capaces de satisfacerlas por nosotros mismos, de lo contrario, es posible que se esfuerce en apoyarnos y darnos el soporte y estructura necesarias para que podamos sentirnos a gusto y satisfechos.
En todo caso, puede ser también que notemos de su parte una actitud algo fría, distante o juzgadora como respuesta a nuestra actitud más sensible y emocional, o viceversa, que seamos nosotros los que adoptemos esa acritud propia de Capricornio.
Sea como sea, con Venus en Capricornio tenderemos a adoptar una actitud más seria y responsable ante las relaciones, abordándolas con mayor madurez y esfuerzo y, por sobre todas las cosas, respetando al otro y también estableciendo nuestros límites, pero igualmente es posible que mostremos un alto grado de exigencia respecto al otro y a la relación como tal y que adoptemos cierta actitud fría y distante con quien no cumple a cabalidad con nuestras expectativas.
El stellium formado por Saturno, Lilith, el Sol y Venus en Capricornio vendrá a reforzar esta sensación de que es importante demostrar el amor con hechos fehacientes y poner lo mejor de lo mejor de nuestra parte para que la relación funcione y si no sentimos que esta actitud es de parte y parte puede que nos sintamos algo frustrados y defraudados y que incluso optemos por distanciarnos.
La seriedad y el compromiso serán más importantes, quienes tengamos ya una pareja querremos sentir como nunca que vamos en serio y que la relación es segura y estable, si así lo sentimos estaremos satisfechos y nos abocaremos a la relación al cien por cien.
De no ser así, es posible que nos tornemos más exigentes o que adoptemos una actitud de rechazo como forma de reclamo que quizá puede terminar siendo contraproducente y acabar de enfriar la relación, confundir y despistar al otro, o bien, hacer que responda de forma más atenta y afectuosa, como es propio de la Luna llena en Cáncer, que se encontrará haciendo oposición a ese stellium en Capricornio.
Esto puede sonar a estrategia, incluso a manipulación, pero no sería raro que ello ocurra cuando la conjunción Sol /Venus en Capricornio se encuentra formando un sextil con Neptuno en Piscis.  Si a ello le sumamos la presencia de Lilith y Saturno también en Capricornio, muy cercanos al Sol y Venus, el cóctel de la estrategia en el amor está servido.   Algunos, por ejemplo, se mostrarán inalcanzables o se harán los interesantes como forma de seducción.
Así que sólo nuestra inteligencia emocional podrá advertirnos de estas actitudes propias o ajenas e invitarnos a actuar con la madurez propia del caso, de no ser así, estemos dispuestos a una buena partida de ajedrez donde podemos tanto perder como ganar o quizá estancarnos y sentirnos sumamente frustrados.
En conclusión, más vale actuar con madurez y paciencia, ellas pueden ser nuestras mejores consejeras en estos momentos.
Otra cosa que puede suceder con este stellium  del que forman parte Saturno, Lilith, Venus y el Sol en Capricornio es el miedo a ser rechazado por el otro y/o a no estar a la altura de la relación, al punto de huir de la misma por miedo a enfrentarnos a ese posible rechazo o al sentimiento de inadecuación que nos atenaza y nos aísla.
En este sentido lo que cabe es un trabajo importante a realizar en función de nuestra autoestima, empezando por el respeto a nosotros mismos y el sentimiento de autoridad sobre nuestros sentimientos, así como la sensación de merecimiento respecto al amor (Venus) y la sexualidad que de alguna forma hemos reprimido y que precisa ser experimentada libremente (Lilith).

Lamentablemente, Capricornio no es un signo donde Lilith esté a gusto, pues esa faceta más profunda y desenfrenada del Sagrado femenino que Lilith representa se ve sumamente coartada por los valores patriarcales propios de Capricornio, valores a los que Venus quizá consiga apegarse, pero  que a Lilith pueden hacerle sentir totalmente reprimida, de adherirse a ellos esta energía sentirá que no puede fluir de forma natural y quizá busque rebelarse de alguna manera, de lo contrario, soportará su frustración como una pesada cadena que quizá acepte por amor al encontrarse en conjunción con Venus.
Este año Lilith, al estar en Capricornio, tenderá a ser, como mucho, la elegante seductora inalcanzable, pues probablemente se encuentre limitada por algún compromiso o estructura que la cohíba de expresar sus instintos más profundos.
Es importante señalar también la presencia de la conjunción Marte/Júpiter en Escorpio, la cual nos invita a explorar con valentía nuestra sombra, a emprender un viaje iniciático en el que tendremos que luchar con nuestros demonios interiores, nuestros complejos y traumas y expandirnos en esos profundos territorios en búsqueda de un sentido que sólo será desvelado a través de un proceso de transmutación interior que nos permita integrar sanamente ese enorme y poderoso potencial creativo y evolutivo que entraña nuestra sombra.
Esta conjunción hará referencia, entre otras cosas, a nivel colectivo, al recrudecimiento de profundas rivalidades y pugnas de poder en los ámbitos político, cultural y religioso;  odio, rencillas, mafias y asuntos oscuros relacionados con estos ámbitos, que pueden incluso llegar a detonar situaciones violentas y peligrosas.
Así mismo, no es el mejor momento para hacer viajes, pues estos pueden resultar si no peligrosos, cuanto menos bastante convulsos, problemáticos o bien confrontarnos a alguna situación violenta y/o dolorosa.  Serán, en todo caso, intensos y transformadores.
También es de destacar la configuración de cometa cósmica formada por la oposición Sol en Capricornio/Luna llena en Cáncer, los respectivos sextil y trígono que estos forman con Marte en Escorpio, así como los respectivos sextil y trígono que establecen con Neptuno en Piscis, el cual forma, a su vez, un trígono con Marte.
Tal figura cósmica nos impulsará a perseverar en nuestro propósito en función de nuestras necesidades básicas, sustentados por la intuición y apoyados por la fuerza de nuestro guerrero interior que impulsará nuestra transformación y empoderamiento, así como también por la inspiración y comunión que seamos capaces de establecer con nuestra dimensión espiritual que facilitará la cristalización de nuestro propósito y contribuirá a nutrir nuestra alma para seguir sosteniéndolo desde el interior.
La presencia de Venus en conjunción al Sol puede indicarnos que alguien nos ayudará a concretar ese propósito, o bien que el propósito que busca materializarse está vinculado a otra persona que bien podría ser nuestro socio, pareja o alguna figura femenina.
El actual sextil entre Venus y Neptuno aportará una dosis de ilusión, romanticismo y/o amor incondicional a ese vínculo.
Es un sextil que favorece además la inspiración artística con la capacidad de plasmar la belleza y la armonía en virtud de que tan conectados estemos con la fuente y/o con el inconsciente colectivo.
En definitiva, esta será una Luna llena en Cáncer donde nuestras emociones y nuestro lado más sensible se verán nutridos y estimulados por factores tan concretos como sublimes y puede resultar sumamente productivas si estamos dispuestos a entregarnos al impulso más profundo y transformador a la vez que a conectar con nuestra dimensión más elevada para canalizar la inspiración que nos ayudará a crear esa estructura que nos sostendrá y nos permitirá conquistar nuestras metas.
Meditemos y encontremos la fuerza que habita en lo más profundo de nosotros, planifiquemos nuestras acciones de forma consecuente y respetuosa con nosotros mismos y con los demás y estemos dispuestos a experimentar nuestro lado más sensible y maternal, a nutrir y ser nutridos, a cuidarnos y a cuidar, a abrazar y acoger y a prestar atención a nuestra intuición y sabiduría interior.
Que la madre Luna nos arrope e ilumine a nuestro niño interior para fomentar su óptimo crecimiento y maduración.  
                                                          
                                                                                                                          Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga