La Luna a través de los Signos




La luna como regente de las emociones, necesidades fundamentales de la persona, la naturaleza del alma y el arquetipo materno, en cada signo del zodíaco...






Luna en Aries




Emocionalmente impulsivos y explosivos, con tendencia al berrinche, manifiestan su insatisfacción sin ningún tipo de reparo.

Tienen alma de guerrero y son capaces de comportarse de forma valerosa, disponiendo de una gran fortaleza interior.

Quienes tienen la luna en Aries se autoafirman a través de las emociones pues para ellos constituyen el fundamento de su identidad, pudiendo llegar a usarlas como arma cuando quieren conseguir algo, no en un sentido de manipulación sino por el impacto directo que saben que estas pueden ejercer cuando se les imprime fuerza y determinación.

Autosuficientes en cuanto a sus necesidades, ellos mismos se las apañan y luchan intensamente por satisfacerlas.

Su mayor necesidad es ser independientes, ser ellos mismos y emprender alguna actividad donde puedan canalizar su energía interior, siendo el deporte, por ejemplo, algo que les favorece mucho.

Existe en ellos una tendencia a la individualidad y a la introspección, necesitan estar consigo mismos, pero al mismo tiempo manifestar su presencia, dejarse sentir, hacerse notar.


Pueden ser muy competitivos por el afecto, enfadándose si no reciben la atención prioritaria que demandan y creando más de un conflicto en su entorno hasta que adquieren la suficiente madurez para saber que su principal fuente de afecto han de ser ellos mismos.

Son más bien caseros y su casa suele ser un reflejo muy fiel de quienes son. Esta puede ser un “campo de batalla” o un lugar donde haya mucha actividad, ya sea por trabajo, o por cualquier otra razón, pero, de alguna manera, hay una energía que es importante canalizar en actividades concretas para que no se desborde ni se convierta en tensión que pueda llevar a disputas o rivalidades dentro del núcleo familiar.

Una infancia muy activa.  A veces puede haber tensiones o, incluso, algún tipo de violencia en el entorno familiar o, en todo caso, una actividad incesante.

Los niños con esta luna son muy inquietos e irritables, tienen mucha energía acumulada que necesitan gastar para no entrar en estados de arrebato, siendo fundamental para ellos el deporte o alguna actividad en la que puedan soltar toda su tensión.

La madre de estos nativos acostumbra a ser muy auténtica, enérgica y tener mucho carácter, la típica madre guerrera que lucha por su familia a capa y espada, activa y a veces tan independiente que el nativo puede verse forzado en algún sentido a tener que cuidarse por sí mismo, convirtiéndose en su propia madre, sin embargo, esta siempre será una figura primordial en su vida con quien se sentirá muy identificado.






Luna en Tauro




Esta luna aporta fertilidad y tiende a la abundancia, a la prosperidad, facilitando la manifestación del sustento y de todo lo que requiere la persona para sentirse satisfecho.

Otorga placidez emocional y favorece la comodidad, el bienestar, el buen descanso.

Quienes tienen esta luna valoran más que nada el hogar y la familia.

Su temperamento es, generalmente, impasible.  Asimilan lenta y acumulativamente sus estados emocionales, se lo guardan todo, en aras de la tranquilidad, corriendo el riesgo de explotar de vez en cuando, al rebasar el límite de su paciencia.   Imaginación fértil y buena disposición al trabajo. Son pacientes en cuanto a sus necesidades y perseverarán en satisfacerlas, aunque ello les lleve tiempo, enfocados obstinadamente en obtener  justo lo que quieren.

Normalmente, suelen tener una infancia tranquila y placentera, a no ser que algún mal aspecto a la luna pueda alterar esa quietud.  Comúnmente, provienen de un hogar donde se concede mucha importancia al dinero y los recursos en general y, muchas veces, en estos casos, el afecto se muestra a través de los bienes materiales o se ve, parcial o completamente, sustituido estos, rodeando al niño de regalos y recompensas, creciendo en un entorno donde nada material le falta, donde la economía fluye fácilmente. No obstante, también puede darse el caso de que este tenga que trabajar precozmente, adquiriendo desde muy temprano una familiarización con el dinero, con su propia capacidad productiva, aprendiendo así desde niño el valor de las cosas.

Estas personas necesitan el contacto físico, son muy sensuales y conceden un gran valor a los abrazos, las caricias, ya que el afecto les proporciona una sensación de seguridad, de paz.


Están muy familiarizados con el mundo material;  desde el punto de vista mundano, necesitan sentir que cuentan con dinero y recursos suficientes para sentirse cómodos en la vida y en un sentido más espiritual, precisan un contacto muy cercano con la naturaleza, sintiéndose muy a gusto en los entornos naturales, por ello es más que recomendable para ellos vivir lo más cerca posible de esta.

Les encanta que les regalen cosas y están abiertos a recibir todo lo bueno que la vida les ofrezca, pues tener, incluso aquello que a otros les podría parecer un lujo, es para ellos una necesidad. Esto, en algunos casos, puede convertirlos en acaparadores de cosas con las que, de alguna manera buscan llenar su insatisfacción emocional.  Aquí llegamos al meollo del asunto de esta luna, que es la autoestima, ya que, en el fondo, el requerimiento más grande de estas personas es sentir que se les quiere y se les valora, sucediendo que cuando no se sienten queridos y valorados acuden a lo material para llenar sus vacíos, llegando a depender de las cosas que, de alguna manera, reemplazan el afecto emocional que no reciben o creyendo que son esas cosas las que los harán obtener el afecto de otros. Han de aprender, por ello, a valorarse más a sí mismos, independientemente de sus posesiones, ser conscientes de que las cosas materiales pueden fluctuar, que incluso el mismo cuerpo, tarde o temprano, va a envejecer y que si no siembran otros valores más internos padecerán la correspondiente insatisfacción que no podrá llenar más nada que no sea su propio valor interior, su sabiduría acumulada a lo largo de la vida y la belleza propia del alma que han de cultivar en sí mismos.

La madre suele ser materialista, paciente, trabajadora, vanidosa, pero también puede manifestarse más bien pasiva, perezosa y sencilla o fluctuar entre ambas actitudes.  De cualquier forma, será alguien dulce y apacible, amante de la naturaleza y de los placeres de la vida.






Luna en Géminis




Comunicativos respecto a sus necesidades y emociones.

Los nativos con esta luna poseen sensibilidad literaria, siendo capaces de volcar sus emociones e imaginación a través de las palabras, lo que puede inclinarlos hacia la escritura.

Tienden a la dispersión y dualidad emocional y psíquica, sintiéndose, de alguna forma, divididos o conflictuados emocionalmente, teniendo el reto de aprender a integrar esa dualidad interior para armonizarse.

Su temperamento es inquieto y nervioso y tienen cierta dificultad para concentrarse.

Conceden gran importancia a la conexión emocional con hermanos y amantes, preocupándose de estos y dedicándoles cuidados y afecto.  Para las personas con esta luna es sumamente importante el alma gemela, precisando un cómplice o compañero con quien compartir su intimidad, alguien con quien puedan sentirse complementados y acompañados en su hogar y en su vida cotidiana.

Su mayor necesidad es comunicarse, estar informados y en movimiento de un lugar a otro. Su receptividad intelectual los convierte en grandes aprendices de aquellas materias que les atraigan así como en buenos estudiantes y afectos a la lectura. Precisan llenarse de todo aquello que estimule su mente.


Su procesamiento de las emociones es más bien racional, lógico, ágil y superficial, no obstante, sus pensamientos e ideas pueden estar muy influenciados por el contenido de su fuero interno.

No es raro que su vida hogareña tienda a la inestabilidad y/o a las mudanzas.  Su infancia suele estar muy marcada por los hermanos, los compañeros de estudios, los vecinos, los paseos y viajes cortos, los libros y los frecuentes cambios en su núcleo familiar.  Muy dados a las travesuras, son los típicos niños revoltosos a los que les cuesta mucho quedarse quietos y es que su mayor necesidad es cambiar y estar en movimiento, a la par que comunicarse y tener un constante contacto con su entorno. Por esta razón, son fundamentales para estos niños los paseos, la interacción con el vecindario, el aprendizaje, la lectura, las largas charlas con sus padres y demás familiares que les permitan sentir que su voz es escuchada y tomada en cuenta a la vez que desarrollar el don de escuchar y comprender a quienes les rodean.

El arquetipo materno de este signo lunar es de tendencia intelectual, representado por una madre comunicativa, inteligente, elocuente, versátil, astuta, quizá nerviosa y, en todo caso, de alguna forma, cambiante o inestable.  Las personas con la luna en Géminis, dada la dualidad que caracteriza a este signo pueden llegar a tener más de un hogar y/o más de una madre y por lo tanto, al menos un modelo alternativo de este arquetipo, permitiéndoles tener referencias diferentes de ese rol.  Sea como sea, la relación que establecen con la madre es de complicidad y camaradería, viéndola más bien como una hermana o compañera de vida.






Luna en Cáncer




La luna en su signo de regencia nos muestra su faceta más maternal, pero también más infantil, la sensibilidad emocional y susceptibilidad están a flor de piel, llegando en ocasiones al extremo de convertirse en sensiblería.

La ternura es también otro rasgo que caracteriza a quienes cuentan con esta luna, que los dispone a los mimos y a las muestras de afecto y cuidado.

Son personas dotadas de comprensión, sabiduría, gran intuición e imaginación, así como sensibilidad psíquica.

Su naturaleza maternal, familiar y acogedora, los convierte en seres hospitalarios, sin embargo, también acostumbran a comportarse de forma muy territorial, tanto en su casa, como en cualquier lugar que sientan suyo de alguna manera.

Estas personas tienen una demanda especial de afecto, nutrición y cuidados y necesidad de prodigarlos, no obstante, son tímidos a la hora de tener que expresar sus emociones ante el común de la gente, comportándose de manera introspectiva, pero recibiendo de buen grado el cariño que se les entrega, por otra parte, son altamente receptivos a las emociones de las personas que sienten cercanas, brindándoles cariño y resguardo, manifestando una enorme capacidad y urgencia de acoger, sustentar y cuidar de estas.

Sus estados emocionales son tan fluctuantes como la luna misma, pero tienen una especial tendencia a la melancolía.

Poseen sensibilidad culinaria, haciendo uso de su intuición, más que de medidas a la hora de preparar los alimentos, aunque sí que son muy dados a repetir las viejas recetas de la madre, las abuelas o de alguien cercano con quien hayan convivido.


Su principal preocupación es su núcleo familiar y le costará mucho salir de casa, “romper el cordón umbilical”, manteniendo un comportamiento muy determinado por los hábitos y costumbres familiares.

Los recuerdos son muy significativos para ellos, al punto de que en algunos casos viven más en el pasado que en el presente, contando con una excelente memoria y también con un gran nivel de atención y concentración cuando la situación lo requiere.

De igual manera, son capaces de proyectarse al futuro a través de su capacidad imaginativa y sus facultades intuitivas.

La infancia de los niños con la luna en este signo, generalmente, es rica en afecto y nutrición, transcurriendo muy dentro de casa, siempre en torno a la madre o figura materna, con mucha dependencia emocional.  Sin embargo, si la luna está mal aspectada en la carta, puede haber existido alguna carencia importante en este sentido, desarrollando una sensación de insatisfacción interior y/o dificultad para recibir y aceptar el afecto que se le brinda, encerrándose dentro de sí mismos y cayendo en el ostracismo.

Sienten gran afecto por la madre, las figuras femeninas de su vida y la familia en general, con quienes tienen además una particular conexión psíquica.  Lo negativo es el alto grado de dependencia o apego que pueden experimentar respecto a estas figuras femeninas, en especial con la madre.  En los hombres puede representar en algunos casos cierto complejo de Edipo.

La Madre de estos nativos es afectiva, mimosa, preocupada, sensible, emotiva, sabia, intuitiva, preocupada, hogareña y familiar, pero también puede ser ensimismada, melancólica, insegura, absorbente y territorial.







Luna en Leo




Emocionalmente expresivos, si necesitan algo actúan de inmediato e intentan llamar la atención. Unas de sus características más resaltantes son la efusividad y calidez, así como el egocentrismo e histrionismo emocional. Experimentar con ardor su poderoso e intenso mundo interior les permite conocerse mejor y sentirse vivos.

Son dados a los caprichos y esto incluye los antojos culinarios.

Tienden a la alegría y se encuentran cómodos en ambientes festivos, pero se ofenden fácilmente si no se sienten tomados en cuenta.

Es muy importante para estas personas sentir las demostraciones de afecto, los abrazos, la calidez, de aquellos con quienes comparten su intimidad, ya sea pareja o familia.  Así mismo, necesitan saberse admirados y reconocidos.  La dignidad es algo fundamental para estos nativos, que en su fuero interno, tienen un sentimiento de nobleza, una sensación de ser especialmente importantes, aunque algunos no sepan definir el por que.


Poseen sensibilidad artística, manifestada por medio de algún talento y forma de expresión, a través del arte dramático, por ejemplo, así como una imaginación activa, que deriva en la urgencia de crear y expresarse.  No es nada raro que se interesen por la historia del arte o por la educación, pues tienen sensibilidad para la enseñanza, capacidad de guiar a otros, así como también para el cuidado de niños.  Exhiben, además, una brillante intuición y sabiduría.

Su infancia suele ser divertida y creativa, rica en juegos y distracciones y en ella tienen gran relevancia sus maestros o mentores.  Se sienten orgullosos de su familia y desarrollan un afecto y compenetración especial con la figura paterna y admiración por la madre, quien ejerce una influencia preponderante en sus vidas. Experimentarán entonces más cercanía emocional con el padre, pero la madre les marcará las pautas vitales y de acción.

Estas personas destacan como madres o cuidadoras en general, saben arropar a los demás con su calidez y se muestran generosas y predispuestas atender sus necesidades, pero deben tener cuidado de no abrumar con su efusividad.

La madre de quienes tienen la luna en este signo es poderosa, atractiva, carismática, egocéntrica, fuerte, creativa y talentosa y, en algunos casos, famosa o influyente.  Habitualmente generosa, aunque si la luna está mal aspectada puede mostrarse más bien egoísta y vanidosa.






Luna en Virgo




Sensibilidad e imaginación de tipo práctico; esta luna es propicia para artesanos, diseñadores, ingenieros, inventores de máquinas, lampistería, labores de tipo técnico o que requieran especial atención a los pequeños detalles. Pueden ser también buenos conserjes, limpiadores, cuidadores, nutricionistas, funcionarios, secretarios, administrativos, amas de casa, enfermeros, rescatistas o paramédicos.

Nutridores y protectores, estos nativos tienen la urgencia de servir y proteger a sus allegados y a todos aquellos a quienes sientan que deben ayudar, reaccionando con actitud resolutiva ante cualquier eventualidad, así como en su día a día. Normalmente se sienten cómodos con la rutina y en muchos casos acostumbran a llevar una agenda, intentando cumplir a rajatabla las múltiples tareas y/u obligaciones que suelen asumir. 

Sobre todo necesitan sentirse útiles y productivos, siendo esencial para ellos el trabajo y las responsabilidades.

Suelen mostrar especial preocupación por el trabajo, la nutrición, el ejercicio y/o la dieta.

Son muy protectores y serviciales con su familia, la cual, por otra parte, puede que forme parte de su ambiente de trabajo o que haya influido de alguna manera en el trabajo que desempeñan.

Naturalmente afectos a los animales domésticos, se sienten cómodos y a gusto en su compañía y pueden resultar ser buenos cuidadores para ellos, preocupándose de satisfacer todas sus necesidades y consintiéndolos todo lo posible; en su casa es muy raro que no haya una mascota.


A pesar de ser muy racionales en cuanto a sus emociones, pueden pasar por períodos de profunda tristeza cuando se ven afectados por la pérdida o el abandono.

Algunos tienen ciertas neuras o manías relacionadas con la casa, la privacidad, etc. Son recelosos con su intimidad, que resguardan al máximo. Muy cuidosos también del orden y la higiene de su hogar y de todo lugar que consideren su territorio.

Su infancia puede estar marcada directa o indirectamente por alguna pérdida o distanciamiento y a veces tienen que asumir un trabajo o cargar con obligaciones desde muy pequeños, ya sea cuidar de algún familiar, ayudar en el trabajo a los padres o responsabilizarse de las labores de la casa. Puede que esta además haya transcurrido en el campo, rodeada de animales y de naturaleza.  También la salud es un tema resaltante en el núcleo familiar, ya sea porque haya algún enfermo frecuente en casa o porque algún miembro de la familia sea médico o sanador.

Esta luna indica una madre trabajadora, racional, analítica, detallista, perfeccionista, precavida y, en ocasiones, algo neurótica y sobreprotectora.






Luna en Libra




A estos seres con alma de artista, dotados de sensibilidad estética, les emociona la belleza y el arte, que se convierten para ellos en una necesidad. Por ello, no es raro que frecuenten exposiciones, museos, conciertos, etc.

Les encanta la decoración, su hogar tiene que ser bello, cómodo y un remanso de paz.

Pueden provenir de alguna familia de artistas y haber disfrutado de una infancia rodeada de arte, belleza y armonía.

Son emocionalmente sensibles, dulces, pero también susceptibles, frágiles y, en cierta forma, superficiales.  La indecisión típica de este signo, puede llevarles a sentir que no saben que es lo que realmente necesitan.

Románticos por naturaleza, imaginan un mundo color de rosa y precisan del amor como del aire para respirar, sentirse amados y enamorados es para ellos fundamental.


Amor por la familia y por la madre, con la que establecen una relación de ayuda y colaboración mutua, no obstante, si la luna está mal aspectada pueden existir períodos de rivalidad y disputas familiares.

La madre por lo general es atractiva, amorosa, refinada y conciliadora y algunos hombres con esta luna pueden sentir tal fascinación por esta que llegan a desarrollar complejo de Edipo.

Por otra parte, el amor que experimentan por la pareja es incondicional, colmándola de cariño y atenciones, sintiéndola como un verdadero complemento de su alma e integrándola a su familia, haciéndola sentir un miembro más de la misma.  No obstante, en el caso particular de los hombres con esta luna, normalmente buscarán a la madre en la pareja, sobre todo si esta ya no está presente en sus vidas y aunque así fuese, de alguna manera esperan que su mujer se parezca a ella, corriendo riesgo de caer en la situación de compararlas, con la consecuente insatisfacción que ello puede generar.







Luna en Escorpión




Sumamente instintivos y viscerales, sus emociones son intensas y transformadoras. Extremadamente sensibles al dolor y al sufrimiento,  su alma es como un profundo pozo de traumas y negatividad que es necesario reconocer y transmutar, necesitando un profundo trabajo terapéutico.

En su interior tienen profundas carencias pero también una gran riqueza oculta en el alma en espera de ser reconocida e integrada, para colmarles de una profunda sabiduría forjada desde su intensa experiencia emocional.

Tienden a la manipulación y control emocional, aunque también puede suceder el caso contrario y ser ellos objeto de este tipo de manipulación por parte de otros.

Poseen una intensa sensibilidad psíquica pero, lamentablemente, suelen atraer más energías negativas que positivas, por ello es importante que aprendan a depurar y proteger su campo emocional y psíquico.

Infancia con pérdidas y profundos pesares, desarrollada en un medio familiar que, de alguna manera, resultó ser intenso, misterioso, depresivo o negativo y/o, en todo caso, muy transformador.  Estas personas adoptan una actitud más bien crítica, controladora y manipuladora con su familia, llegando a veces a comportarse de forma destructiva con la misma, en un intento extremo e inconsciente de transformar lo que sienten que no funciona o está estancado; deben, por ello, aprender a controlar sus explosiones emocionales y canalizar las transformaciones de la forma más sabia posible.

Sus relaciones familiares son extremistas, exhibiendo un alto grado de compromiso o, por el contrario, un aparente desinterés o desapego que, en el fondo, enmascara un profundo dolor y algún tipo de resentimiento que es preciso transmutar a través de un trabajo interior de perdón y sanación.

Intensa intuición e imaginación, que a veces pueden hacer brotar desde su sombra fantasías destructivas y autodestructivas que es necesario canalizar de manera positiva a través de terapia o de actividades creativas adecuadas a este fin.

De naturaleza apasionada, afectivamente son el tipo de personas de todo o nada, celando al objeto de su afecto y queriendo poseerlo y dominarlo en la misma medida en que se entregan profunda e intensamente, en este sentido, si no aprenden a controlarse pueden llegar a abrumar, con su comportamiento asfixiante y absorbente.

El reto de esta luna, definitivamente, es el autocontrol emocional, asumir ese poder de forma consciente, no permitirse caer en actitudes de manipuladoras ni tolerar ser objeto de ellas e, igualmente, canalizar la energía psíquica y emocional hacia fines creativos y transformaciones positivas que conduzcan a una renovación en lugar de a una destrucción estéril.

Estos nativos tienen un encantador halo de misterio que vela en cierta medida su intimidad, así como una presencia y magnetismo que les hace muy atrayentes.


El sexo es una necesidad primordial en sus vidas, precisando más que el común de la gente sentirse satisfechos en esta área. En todo caso, su deseo se verá estimulado más por la atracción energética y por una urgencia interior de fusión con el alma del otro que por la mera atracción física.

Si otros aspectos de su carta natal lo corroboran, es muy posible que reciban una herencia familiar o alguna casa.

La figura materna en estos casos es comúnmente dominante, posesiva, transmutadora, sabia, poderosa, con una fuerte presencia, alguien con muchos problemas o traumas por resolver, posiblemente adinerada o, al menos, ambiciosa.  También puede darse el caso de que haya desaparecido pronto o de forma traumática de la vida de la persona, ya sea a través de una muerte prematura o de alguna otra forma.  En cualquier caso, será alguien que le marcará hondamente.






Luna en Sagitario




Proféticos y con una imaginación desbordante, quienes tienen la luna en este signo son visionarios y soñadores.  

De naturaleza optimista y buen humor, su tendencia natural les inclina a captar el lado positivo de las cosas. Abiertos, extrovertidos, bonachones y muy afectuosos, su expresividad emocional en ocasiones puede parecer exagerada.

La mayor necesidad del alma, en este caso, es encontrar un sentido a su existencia, por ello estas personas se inclinarán hacia la religión, la filosofía y/o la política, para llenar su expansivo mundo interior.  En este sentido, también se sentirán naturalmente inclinados al estudio y  los viajes, ya que les satisface explorar y aprender, así como a la interacción con otras culturas y modos de vida, que les nutran emocionalmente, por ello la libertad es muy importante para ellos y no es raro que en algún momento de sus vidas establezcan su hogar en el extranjero o que, al menos, pasen largas temporadas en otro país. 


Necesitan mucho espacio, tanto a nivel emocional como territorial, es decir, una casa y/o una habitación grande donde sentirse cómodos y holgados.

Su infancia suele ser alegre, expansiva, llena de viajes y aventura, o bien, rodeada de un entorno religioso o de mucho estudio, pero también de mucho disfrute y abundancia.

Desde niños es reconocible en ellos un aura de sabiduría y es que esta luna favorece la filosofía, los altos estudios, la enseñanza, así como la profecía, pero también inclina a los excesos, ya sea de comida, bebida o de cualquier otro tipo y a las costumbres sibaritas, no privándose de ningún placer que esté a su alcance y decantándose más por el derroche que por el ahorro.

El arquetipo materno de esta luna está representado por la típica madre aventurera, alegre, optimista, sabia, jovial, espontánea, extrovertida, permisiva, muy viajera, que posiblemente para poco en casa pero, generalmente, se esmera en darle lo mejor a sus hijos. Confiable, pero también algo ingenua. Algunas pueden ser muy religiosas o de tendencias filosóficas o espirituales, o más bien terrenales, dadas al pleno disfrute de los placeres de la vida, fiesteras y hasta desenfrenadas, o bien, exhibir ambas tendencias en su carácter, de forma alterna o equilibrada.






Luna en Capricornio




Infancia dura, con muchas carencias y/o disciplina.  Suelen ser personas a las que de niños les reñían demasiado, les exigían un comportamiento de adulto o un alto grado de perfección. Emocionalmente reprimidos, limitados por bloqueos y  frustración interior, tienden a erigir una especie de barrera o protección para sentirse seguros emocionalmente, lo cual, en realidad, enmascara una carencia afectiva que es importante reconocer e integrar.

Con frecuencia se ven invadidos por el pesimismo o el miedo, que deben aprender a superar para no caer en estados depresivos ni de estancamiento interior.

Son muy exigentes y ambiciosos en cuanto a lo afectivo, como si nunca tuvieran suficiente, precisando que se les demuestre el afecto, sobre todo, a través de la lealtad y el respeto, que es la misma manera como ellos acostumbran a demostrarlo.

Son, a su vez, particularmente susceptibles al rechazo y es porque lo han padecido más que el común de las personas, pero también pueden ser ellos quienes en su necesidad de perfección rechacen a otros que no consideren a la altura de sus requerimientos.

Sus afectos se desarrollan con el tiempo y las experiencias vividas. 

Sus mayores necesidades son, entre otras, contar con una disciplina, tener una rutina, organización, trabajo, responsabilidades y, esencialmente, metas, éxito social y profesional, reflejando en ello la expectativa de recibir la aprobación que, en algún sentido, no tuvieron de pequeños. Para ellos es fundamental desarrollar esa seguridad interior que les permita sentirse aptos para el mundo y para la vida, así como escalar hasta llegar hasta donde se lo han propuesto, de no conseguirlo se sienten frustrados e insatisfechos, sin embargo su paciencia y perseverancia no les permitirá rendirse tan fácilmente, viendo los "fracasos" como un entrenamiento o prueba que les ha permitido madurar y ganar experiencia.


Algunos pueden ser reticentes a conformar un hogar propio, pues temen sentirse limitados por las responsabilidades familiares y tener la sensación de estar atrapados en su propia casa, para otros, por el contrario, su meta será construir un hogar en el cual refugiarse a modo de ermitaño, en busca de una sensación de seguridad y privacidad, y edificar la familia perfecta, la que, según el paradigma al que estén adheridos, crean que puede funcionar.

Su casa es comúnmente ordenada y es muy posible que sea su lugar de trabajo o que se lleven parte del trabajo a la misma, desenvolviendo su cotidianidad en horarios muy bien estipulados y desarrollando hábitos más bien rígidos.

Les preocupan mucho las formalidades y las normas.

Se aburren fácilmente, por ello precisan llenar su vida cotidiana con numerosas ocupaciones que los hagan sentirse productivos y vencer la sensación de estancamiento que les produce estar desocupados.  Y es que, para ellos, es fundamental el superarse cada día, haciendo algo constructivo y cumpliendo de manera metódica con sus objetivos.

La madre es vivida como un personaje frío, exigente, organizado, responsable, materialista, trabajadora, ambiciosa , distante y poco cariñosa, a veces, incluso, ausente.
   





Luna en Acuario




Esta luna aporta una imaginación volátil y muy original, favoreciendo la inventiva de quienes cuentan con ella en su cielo natal.

Sus emociones varían de manera repentina, en forma de arrebatos, que pueden sorprender cuando menos se espera.

Disponen además de una extraordinaria intuición y comprensión, que funciona a manera de flashes o insights.

Necesitan romper esquemas, cambiar constantemente y tener al menos algún ideal en el cual concentrar su atención, así como contar con muchos amigos y contactos, no obstante, sentirse libres es lo más importante para ellos, así que suelen ser sumamente independientes y desapegados en el aspecto emocional.

Su infancia pudo ser algo agitada, con muchos cambios y conmoción.

Son comunes en estas personas las mudanzas y cierta inestabilidad en el hogar, que puede resultar algo frío y existir una especie de distanciamiento o relación más de amistad que de intimidad con su familia, un sentimiento de desapego hacia esta.


Por el contrario, siente a sus amigos como familia y se relaciona con estos de forma afectuosa y maternal, prefiriendo la vida comunitaria o la soledad acompañada que formar una familia tradicional. Suelen sentirse cómodos en actividades grupales, así como en aquellas donde predomine el interés por lo colectivo y estén movidas por la igualdad, la fraternidad, la libertad y/o la rebeldía, tales como manifestaciones, revueltas, movimientos sociales u organizaciones no gubernamentales.

Para ellos es básico poder sentirse libres en su hogar, tener en el mismo un cierto espacio de desconexión y otro de conexión, para convivir en diferentes niveles y posibilidades de interacción, según lo sientan a cada momento, sin condicionamientos ni patrones que limiten su grado de intimidad, es decir, a veces disfrutarán de compartir plenamente con el grupo familiar, pero otras optarán por aislarse en su propio universo paralelo para estar con sus ideas y totalmente a su aire.

La madre es sentida por ellos como una amiga más que como una madre, pero también puede ser percibida como un personaje frío, distante y más bien despreocupado y, en cualquier caso, una mujer original, diferente del resto, tal vez algo excéntrica.  De carácter amistoso, libre, impredecible y de mentalidad abierta.





Luna en Piscis




Los nativos nacidos bajo esta luna tienen un alma compasiva, capaz de conmoverse fácilmente con el sufrimiento y sentir la imperiosa necesidad de proteger a los más desfavorecidos, son lo que normalmente llamaríamos almas caritativas.   Almas también de artistas, de poetas, de bohemios y hippies y/o personas orientadas a lo espiritual, lo religioso o a las masas.

Son hipersensibles, impresionables, soñadores, imaginativos y sentimentales.

Su infancia puede haber sido mágica, artística, espiritual, fuera de lo común, pero también es posible que se haya visto empañada por sufrimientos, sacrificios, pobreza, enfermedad, aislamiento, soledad o abandono.

Su extrema sensibilidad los convierte en seres empáticos, pero también corren el peligro de sentirse alienados por los estados emocionales de los demás y por el entorno psíquico, el cual tienden a absorber como esponjas. Su vulnerabilidad interior los hace fácilmente influenciables y manipulables, aunque también es posible sean ellos quienes en ocasiones ejerzan en otros alguna forma de manipulación emocional.

Son sumamente receptivos y perceptivos y poseen un sexto sentido muy desarrollado, contando con notables capacidades psíquicas y una gran facilidad para conectar con los planos astrales y divinos, pudiendo ser buenos canalizadores y médiums.

Necesitan del arte y la espiritualidad.  Actividades como el Yoga y la meditación son algo fundamental para ellos y les ayudarán enormemente a sutilizar y estabilizar su infinita y profunda emocionalidad y su fluctuante psiquismo, equilibrando su delicado sistema nervioso y permitiéndoles mantenerse a flote ante las dificultades del día a día y sanar cualquier estado de depresión o melancolía que, eventualmente, pudiera surgir a causa de esa delicadeza interior innata que les caracteriza.   La meditación, además, les facilitará esa conexión con lo divino, que es algo muy importante para ellos, cosa que también pueden conseguir a través de la música, la danza, la poesía, la fotografía, el teatro o alguna otra forma de expresión artística.

Puede que a veces ni ellos mismos sepan que es lo que necesitan exactamente, sintiéndose confundidos y desvalidos y esto puede producirles una profunda insatisfacción, pero es que realmente nada del mundo material puede llenarles.  Es en lo más elevado de la vida, en lo espiritual, lo artístico y lo mágico donde encontrarán el alimento infinito que nutra su alma.


Deben vigilar su tendencia a evadirse en vicios como forma de paliar su sufrimiento emocional.  Han de ser muy honestos y tomar conciencia y responsabilidad al respecto, buscando la sanación interior, ya sea a través del arte, la espiritualidad y/o terapias alternativas, en lugar de la evasión, que podría conducirles a un círculo vicioso que en nada resolvería su angustia existencial ni su vacío.

Estas personas son muy evasivas, o bien, muy absorbentes emocionalmente, tendiendo a refugiarse en su soledad o, por el contrario, caer en dependencias psicológicas con alguna persona de su entorno.

Son nativos muy empáticos con su madre y capaces de hacer sacrificios por ella si lo sienten necesario, pues le profesan un amor incondicional, pero también puede que decidan en algún momento, especialmente si esta exhibe los rasgos más negativos de este signo, poner distancia para no sentirse alienados o abrumados por su presencia o por su desarmonía.  Aunque también puede ocurrir que sea la madre quien los haya abandonado en algún momento de la vida o haber padecido ella el abandono de su pareja o algún otro ser querido.

La figura materna en todo caso, es de naturaleza sensible, compasiva, abnegada, incondicional, espiritual, elevada, muy evolucionada, pero también puede resultar despistada, descuidada, victimista y manipuladora, con tendencias depresivas y/o escapistas, frágil, vulnerable, enfermiza, ya sea física o psíquicamente, o envuelta en adicciones.

Más allá de la familia física, quienes tienen la luna en piscis, requieren encontrar esa familia del espíritu, esa a la que se sienten fuertemente conectados por lazos invisibles que trascienden su vida actual.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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